Cuando Namjoon vio por primera vez a aquel castaño quedó cautivado. Quería, no, necesitaba saber todo sobre el.
Le pidió ayuda a su gran amigo, Yoongi, quien le consiguió toda la información que deseaba.
Jung Hoseok, 18 años, hijo único y heredero de una de las compañías farmacéuticas más importantes.
Era perfecto.
Así comenzó su grandioso plan de conquistar a aquel lindo chico. Pospuso su propuesta hasta tres días antes del baile de graduación. Con ayuda de sus amigos logró hacer un hermoso cartel con la pregunta: ¿Quieres ser mi novio?. Con nervios camino hasta la biblioteca, ahí estaba y cuando lo miró quedó hipnotizado al ver ese hermoso perfil siendo llenado de la luz de la tarde. Era hermoso.
Hoseok lo miró y sonrió, dejó su libro y camino hasta él.
-Hola, Nam.
-Hola, uhm, Hoseok. - Namjoon había estado ensayando toda la semana, como para que ahora no sepa que decir. Namjoon estaba seguro de que esa sonrisa era la más bonita que había visto en su vida.
-¿Son para mí?. - preguntó refiriéndose al ramo de flores rojas, Namjoon asintió. - Son lindas, gracias. - Hoseok las tomo y las pego a su pecho. - ¿Vienes a decirme algo?.
-Si, bueno, si. - Hoseok bajo la mirada Namjoon estaba nervioso, muy nervioso.
-Creo que te tardaste mucho. - el moreno lo miró sin entender. - ¿Te gusto?. - Namjoon abrió los ojos en sorpresa.
-Mucho. - Hoseok lo abrazo y guardo su rostro en su cuello.
-Bueno, tu también me gustas. - ambos se miraron, Namjoon estaba feliz, y Hoseok estaba gritando de alegría internamente. - ¿Sabes? Podíamos haber sido la mejor pareja de la Universidad, pero como tardaste mucho, ahora seremos la mejor pareja en el baile.
-¿Quieres ser mío Hoseok?.
-Si, si quiero.
En el baile de graduación Hoseok lucia como un verdadero ángel, un hermoso traje a su medida de color blanco, Namjoon se sintió como un simple mortal alado suyo. Hoseok era realmente hermoso.
-Eres muy bonito, Solecito. - alago Namjoon, una linda melodía invadía el lugar, ambos cuerpos juntos, mirándose con amor.
-Lo sé. - Namjoon sonrió, Hoseok acomodó su cabeza en el pecho de su novio y sonrió. - Eres mío Nam.
-Sí, lo soy.
