IX

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Una chica vestida con una camisa ajustada de cuello de tortuga negra, llevaba unos pantalones negros de cuero ajustados y un abrigo de color gris que caía hasta detrás de sus pantorrillas y unas botas de color gris con tacón alto hasta el tobillo tapando por completo sus pies, caminaba a paso lento quedando de frente a Banjou, el antiguo jefe de unos de los grupos del distrito 11 junto a él algunos de los que se resistían a Aogiri que sin dudas serian soltados ese día solo para que las palomas los mataran a ellos mientras que otros huían por el lado seguro si es que no lograban tomar el distrito.

Se detuvo justo frente a la reja sus ojos perlados no mostraban los lentes de contacto que había conseguido para despistar a algunos otros, colocó las manos en las rejas de manera sutil y sin esfuerzo abrió dejando un hueco sorprendiendo a su vez a los que estaban dentro.

-- Salgan. -- Dijo en su tono de voz dulce, ninguno se movió teniendo cuidado de ella. -- No soy enemiga, de serlo no estuviera aquí, les sugiero que se vallan antes de que las palomas ingresen. -- Explico entendiendo sus miedos, todos salieron menos el grupo de Banjou.

-- ¿Que quieres? -- Preguntó aun sentado pero con nerviosismo por la forma en que movía los pies.

-- Solo quiero pagarle a un buen amigo... -- Dijo a medias, Banjou se levantó con rapidez quemando delante de ella con una mirada esperanzada.

-- ¿Kaneki-san? ¿Estas aquí por él? -- Preguntó, Hinata suspiro dando un paso atrás.

-- Si... ¿Sabes quien lo tiene? -- Preguntó, desde que supo que Kaneki estaba allí trato de saber con quien estaba pero la evadían en cada oportunidad claras ordenes de Eto o Tatara.

-- Yamori. -- De solo escuchar ese nombre un aura asesina salio de la chica dulce mostrándose fría y ausente.

-- Gracias. -- Sonrio sin ganas y camino lejos de lugar, nunca le perdonaría a ese hombre lo que les hizo, y Kaneki no merecía nada de eso.

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-- Magnific. -- Exclamó Shu, uno de los Ghoul que brindó su apoyo por salvar a Kaneki, pero los que se fueron con el prometieron protegerlo de Kaneki, teniendo en cuenta lo que sucedió la ultima vez.

-- ¿Terminaste? -- Preguntó Sakura fastidiada por la actuación estúpida que estaba mostrando sobre los cuerpos que no hace mucho había acabado, el le dirigió una mirada y la sonrisa que le temía.

-- Por supuesto, madan, nuestra prioridad es Kaneki-Kun. -- Canto en su tan fastidioso acento, Sakura caminó preguntándose una vez mas '¿Por que vine con él?' Decidió no prestarle atención y seguir adelante, cansada de todo, queriendo terminar de una buena vez para descansar como era debido, sin pensar en nadie y con suerte encontra a su amiga.

Solo esperaba que Touka y Nishio estuvieran bien, de lo contrario seria una preocupación más.

Kaneki levantó la mirada a Yamori o Jason, y no por primera vez se preguntaba si lo que vivía fue lo que pasaron las dos chicas menores que él, el sólo llevaba algunas horas en comparación con los meses de tortura constante, le costaba encontrar el punto de la cordura, entendió que cuando contaba era para saber que estuviera consiente, intento mentir pero el no era estupido y los gritos y jadeos parecían motivarlo de una forma nada normal, ni humanos o Ghoul merecían ese trato, las voces de Rize lo molestaban, ya no sabía si era él o su cerebro jugando con él como Jason, el miedo por su vida y por lo que le harían era constante.

Hacen pocas horas dos personas murieron por su culpa y eso era en lo único que pensaba, que no fue suficiente para poderlos salvar, las puertas del enorme lugar se abrieron de golpe estando Jason con una sonrísa enorme, sin duda ansiando su tortura.

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