𝚃𝚁𝙴𝚂

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Evidentemente, Draken era uno de los únicos que sabía que seguía con vida, todo por meter sus narices donde no le llaman.

Su último intento por recuperar a Mikey no fue nada bien, fue doloroso, agobiante y me rompió el corazón. Sabía que ambos también tenían el corazón roto después de esa pelea, pero ya todo estaba perdido entre ellos. Mikey así lo decidió.

Me gustaba imaginar que Draken no me odiaba y que era mi amigo, aunque quizá nunca lo fue verdaderamente. No era el tipo de chico amigable, ni en el pasado, ni en el futuro, ni nunca. Sólo debías conmoverlo un poco para que fuera amable, pero... A Draken no le importaba una persona mala como yo.

Es cierto que tenía un corazón muy bueno y puro, pero su papel era ser el maduro y razonable, no el bueno y puritano.

— ¡¿Qué quieres?! —gruñó con cara de culo. —Aquí está Takemichi, vuelve después.

— ¿Mi-kisan? —balbuceó Takemichi nuevamente. —Pensé que... —miró a Draken y éste me miró a mí con cara de pocos amigos. — ¿En cuántas cosas más me mintieron?

—Ah... Entonces regresaste. —le regalé una pequeña sonrisa de labios cerrados, mientras tomaba los lentes de sol sobre mi cabeza y los bajaba a mis ojos.

Había unas cuantas cosas sobre este chico que me gustaban, pero la gran mayoría de las cosas, también me desagradaban. Odiaba la forma en la que él, por alguna razón, podía entender cosas con sólo mirarme a los ojos.

No podía mentirle por más que lo intentara, incluso si lo hacía, él sabría la verdad, porque estaba justo ahí; en mi mirada.

—No culpes a Draken, Takemichi. Yo estoy muerta, Miki no existe, así que por favor no lo divulgues. —lancé las llaves de la moto a Draken y él las atajó en el aire. —Revísala, vendré otro día.

— ¡Espera un momento! —gritó Takemichi. — ¿Ésta eres tú? —me giré, y vi que tenía una foto impresa de algunos miembros de Bonten saliendo del club FNN. —Claro que eres tú. ¿Este es Mikey? —señaló a un sujeto de espaldas con cabello blanco y ropa negra.

Obviamente, se trataba de Mikey, aunque ahora se parecía físicamente a Izana Kurokawa.

—Takemichi, no vale la pena. Mikey está muy ocupado ahora y es muy difícil reunirse con él. —solté un profundo suspiro y negué con la cabeza. —Él está bien, hombre. Sé que es difícil, pero olvida a Mikey y concéntrate en tu vida. Se feliz y valora todo lo que tienes. —sonreí de oreja a oreja. —Todos somos felices ahora, no tienes de qué preocuparte esta vez.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, y le eché un pequeño vistazo para ver el nombre de Koko en la pantalla.

— ¿Es Mikey?

— ¿Crees que Mikey es el tipo de hombre que te llama por teléfono? —sonreí, mientras el teléfono en mi mano vibraba insistentemente. — ¿Cómo te va? ¿Hina está bien?

—Ella está muy bien. —sonrió disimuladamente. —Vamos a casarnos.

— ¡¿De verdad?! ¡Me alegro por ustedes!

—Pah-chin también se casó.

— ¡Wah! ¡Eso es increíble! —toqué mi oreja derecha por inercia, y tiré del segundo arete. —Me he enterado de algunas cosas, sí. —dije haciendo referencia a las vidas de los antiguos miembros de la Toman. —Me alegro por todos ustedes, de verdad. Todo está muy ge...

El teléfono en mi mano volvió a vibrar luego de un par de segundos en reposo, y al verlo, se trataba de Ran.

—Dime.

𝐁𝐎𝐍𝐓𝐄𝐍 | Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora