La felicidad ciertamente es subjetiva, es un estado de plenitud al que todos queremos llegar; sin embargo, es algo complicado para muchos, pues en la vida de todos se encuentran diversos obstáculos que lo hacen casi imposible alcanzar, pero... ¿Qué...
Finalmente habían logrado sobrevivir a las fotografías grupales. El grupo de ahora cuatro chicos, conformado por Taehyun, Soobin, Beomgyu y Kai, se encontraban conversando animadamente sobre lo ocurrido.
No sólo habían pasado revelaciones nuevas o cambios buenos, también unas cuantas escenas cómicas, como un grupo de chicas intentando hacer que los dos amigos se besaran, algo incómodo, pero las risas no faltaron.
Ahora mismo ambos chicos se encontraban sentados en el tejado de casa de Taehyun, Beomgyu había hecho un pequeño balcón sobre este para que pudieran sentarse a mirar las estrellas mientras que comían algunas porquerías que habían comprado en una tienda de conveniencia.
– Fue divertido hoy, no creí que se tornaría así el día– sonrió el menor mientras miraba a Beomgyu.
– Fue algo vergonzoso, pero valió la pena, definitivamente – esta vez habló Beomgyu mientras reía.
– Gracias por eso, casi me sentí en una película cliché, dejaré de criticarlas, a veces realmente es necesario algo así.
– ¿Recuerdas el primer día de clases que fui contigo? Le lancé unas nueces al tal Hyo– dijo entre risillas que se transformaron el carcajadas cuando el otro comenzó a reír.
Cuando al fin lograron calmarse, una vez más, el bajito habló– Creo que tenías razón con que ibas a ayudarme, nunca me había sentido más feliz, gracias de nuevo.
A pesar de que su sonrisa inmensa demostraba sinceridad, aún le quedaba una parte del plan por cumplir, si ya había llegado a ese punto ¿Por qué no terminar lo que empezaba?
– Deberías decirle a Soobin lo que sientes, hablé con él y quizás te espere una sorpresa, no lo sé– el otro lo miró asombrado y comenzó a reír.
– No me digas que lo hechizaste o algo.
– ¡Claro que no! Realmente es algo que no vino por mi cuenta, sólo les estoy dando un empujoncito ¿Así piensas de mí?– fingió estar ofendido, pero nuevamente se echaron a reír ambos.
– Está bien, está bien, lo intentaré, confío en ti– sonrió nuevamente y ambos se quedaron dormidos mirando hacia el cielo brillante.
Ese día las estrellas fueron testigo de la felicidad floreciendo nuevamente dentro del peli-rosa, y brillaron con más intensidad sabiendo que aquella hadita había cumplido con su deber.
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La verdad que en mi sueño pasaban más cosas, pero eran dignas de sueño extraño, eso que no sabes cómo explicar JAJAJ. Ya sólo queda un cap y el epílogo u u Pero pensaba hacer unos cuantos extras, así que díganme qué opinan.