Capitulo 1: Dudas y timidez.

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Después de aquel suceso las cosas entre ellos se tornaron tímidas, ambos chicos ya tenían experiencia en noviazgos, pero a comparación de Giyuu, Sanemi no tenía experiencia con chicos por lo cual sus movimientos eran más lentos y más tímidos.

—Entonces ¿ya se besaron?— el mejor amigo de Sanemi, Obanai, observaba al peliblanco que solo mantenía una mirada aburrida y escribía algo en su cuaderno, probablemente ejercicios de matemáticas a juzgar por el movimiento rápido del lápiz intercambiando constantemente el borrador con la punta de grafito.

—Un par de veces...— al lado del de mascarilla estaba una pelirrosada que observaba a ambos chicos con una sonrisa tímida y entrelazaba sus delgados dedos con los de obanai.—me empalagan ustedes dos.

—Que lindo que tú y tomioka se estén dando una oportunidad, nunca me imagine que a tomioka le gustara otra persona después de sabi...mierda— la pelirrosa se sonrojó tapándose la boca mientras que negaba con su cabeza—no quería decir eso.

—umm...— El albino se puso incomodo cuando escuchó el nombre del ex novio del azabache, sabito y tomioka habían terminado el buenos términos y ahora eran mejores amigos, pero eso no quitaba de que probablemente le siguiera gustando—no te disculpes mitsuri, para nadie es un secreto.

—¡Perdón! Enserio.

—a Sanemi no le molesto, tranquila— obanai le acaricio la cabeza a su novia calmandola, mientras que Sanemi le sonrió suavemente sin mostrar sus dientes.

Después de aquella conversación, las dudas empezaron a llenar la pequeña cabeza de Sanemi, el cual solo sostenía sus libros en sus manos, sus dedos rozaban con las hojas de los libros en los cuales habían plasmados palabras que formaban oraciones, párrafos, etc; intentaba no prestarle atención, pero su única relación había sido con Kanae la cual se había mudado de país por cuestiones familiares, habían roto todo tipo de relación e incluso no se hablaban por mensaje, el albino se apoyó en una ventana que apuntaba hacia el campo deportivo de la preparatoria viendo de lejos como Giyuu corría, y varias personas luego de que terminara su carrera lo rodearán.

—Tomioka-san es tan increíble, vas a ser un gran deportista— Sanemi fijo su mirada hacia la chica que le tendía una toalla para que el azabache secara su sudor, simplemente sintió como su garganta se secaba cuando vio como el chico de la cicatriz en la mejilla lo abrazó por los hombros, simplemente retirándose de ahí.

A paso lento, se dirigió hasta su casillero para guardar sus libros y agarrar su mochila al igual que su teléfono, para poder ir a su clase de matemáticas, mientras que cerraba su casillero noto los mensajes de su madre avisándole que hoy tenía que cuidar a sus hermanos, y también notando los mensajes de Giyuu, los cuales eran simples stickers con movimiento.

—es un idiota— decidió apagar su móvil para irse a paso lento, claramente no era muy querido por sus compañeros, incluso podía decir que lo detestaban, nunca había entendido porque Giyuu se le había acercado—¿seré un remplazo de sabito?— siempre se cuestionaba que mucha gente le veía el parecido a el, ambos se enojaban constantemente, tenían una cicatriz, eran "altos", pero algo que tenían en común era sus corazones cálidos y su amabilidad.

Probablemente si sea eso, un malestar se posó en el pecho de Sanemi, que solo suspiró y entró a su salón, para sentarse detrás de Kyojuro que jugaba animadamente con Tengen.

(...)

Al terminar clases Sanemi se quedó borrando la tiza del tablero, estornudando un par de veces al sentir aquella picazón instalada en su nariz a causa del polvo que soltaba el borrador. Su cabeza seguía dándole vueltas al mismo asunto, había sido una buena idea darle una oportunidad a Giyuu, probablemente le romperían el corazón, pero, había algo que le decía que dejara esas estupidas ideas.

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