— Lisa, ¿habrás estudiado para el examen de mañana, no? —preguntó Emily, una chica bajita con el pelo largo y liso. Hablaba con Lisa, una de sus pocas amigas. Emily era la más empollona y lista de su clase y además, una de las más marginadas y su círculo de amigos era muy reducido. Por otro lado estaba Lisa, su mejor amiga. Ella tenía el pelo corto y unos ojos de un azul muy intenso. Era muy diferente a Emily y aún así, se entendían perfectamente. Tenía muchos más amigos, era bastante conocida en su curso y era más sociable.
— Sí, bueno, me lo he leído un poco por encima, para qué mentir.
— Deberías estudiar un poco más, Lisa, que luego suspendes y me vienes llorando preguntándome porque te suspenden.
— Sí, sí. Lo que tu digas Emily.
— ¡Lo había olvidado! -soltó emocionada Emily—. ¡Mañana nos explican el trabajo de biología y nos dirán las parejas! Ojalá me toque contigo, no conozco a mucha más gente. —suspiró.
— Ay Emily, que no pasa nada si no te toca conmigo, eh. Así te relacionas un poco más.
— Pero es que todo el mundo se ríe de mí por ser una empollona... Ya verás que me toca con Samantha, la más popular y se burla de mí todos los días. O peor, como verán que soy muy lista y tal, no harán nada del trabajo...
— Emily, no te preocupes. Si alguien se ríe de ti voy yo y les pego un puñetazo. Con mi mejor amiga no se mete nadie.
— Eso espero.
***
Salieron del aula dónde acababan de hacer el examen de lengua. Emily estaba muy segura, le había salido muy bien y no estaba preocupada por su nota. Lisa no estaba igual, había utilizado alguna que otra chuleta pero aún así no creía que iba a aprobar, su nota iba a ser cosa de suerte.
Juntas se dirigieron a la clase de biología. Toda la clase estaba patas arriba, aún no había llegado el profesor. Algunos estaban tirándose y pasándose la pelota de fútbol, otras se estaban maquillando, haciendo fotos, boomerangs de Instagram o algún que otro Tik Tok. Por no hablar de Samantha y su novio Carlos, que se estaban comiendo la boca delante de todo el mundo.
Como alumnas normales, se sentaron en sus sitios y hablaron hasta que llegó John, el novio de Lisa. Se saludaron con un beso y Emily fue un poco apartada de la conversación. Aburrida, dibujó algunas flores en su mesa. Las borró rápidamente, pues llegó el profesor y no quería que le echaran la bronca por pintar un diminuto dibujo en su mesa. Ella era así de correcta.
— Bueno, sentaos y poneros un poco serios, que la clase ya ha empezado. —anunció el profesor mientras dejaba sus cosas en la mesa—. Como sabréis, a partir de hoy comenzaremos con el trabajo de este curso, que será la nota principal para este trimestre. Tendréis que hacer una presentación y no quiero que nadie lea. Si alguien llega a leer, la pareja será suspendida. Ya dije que las parejas serán aleatorias, así que he preparado una bolsa con vuestros nombres y será el azar quien decida. Hoy solo haremos eso, decir las parejas y ya os podréis marchar. —comentó y metió su mano en dicha bolsa, sacando dos papeles de ahí—. Cuando os diga venís, cogéis los papeles que hay en la mesa y os vais. En fin, Victoria y Elizabeth, vais juntas. Ah, por cierto, recordad todos y todas, ¡se entrega este viernes!
Mentiría si dijera que Emily no se pasó todo el sorteo con los dedos cruzados deseando que le tocara con Lisa. Parece ser, que la suerte no estaba de su lado, pues anunciaron que Lisa iba con Ava, otra de las más populares.
Iban quedando pocas personas en el aula, y Emily ya se iba oliendo con quien le iba a tocar porque de tonta, no tiene ni un pelo.
— Emily. -dijo el profesor—. Y.... Charles. Venid y coged los papeles.
