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A punto de beber el contenido de la botella una mano se posó sobre la suya quitándole aquel veneno, Afife apenas había llegado a tiempo para impedir que sucediera una desgracia. No reacciono al momento a sí que la abrazo con fuerza y entendió que ella solo lo tenía a él, "aun no es momento sultana, sus hijos la necesitan todavía y no pude dejar así a su familia, no lo vale" comento Afife sin dejar de abrazarla.

Momentos después llego Kösem que había sido informada de la decisión por Cennet y vio lo que pasaba, Afife no dejo de abrazar a Hürrem pero abrió la palma de su mano para que Kösem viera la botella, Afife la había vaciado después de quitársela sin que siquiera ella lo viera. Un rato después Afife se alejo y dejo que Kösem tomara su lugar, ella abrazo a Hürrem con fuerza también y luego la llevo a que durmiera, por la mañana platicaron tranquilamente y Kösem la hizo desistir de su idea de quitarse la vida. Sümbül la miraba con tristeza, el se había enterado pues se encargaría de ayudarla a preparar sus cosas para el viaje y luego prepararía la de los príncipes y aun no le había contado la razón por la que todo eso había pasado, hasta donde ella sabia fue por la advertencia con aquella medicina que hizo dormir a Firuze. Nilüfer su criada más fiel la miraba triste y molesta al no poder hacer nada.

Hürrem no comía casi nada, apenas y dormía y la mayor parte del tiempo lloraba. Esto preocupaba a Sümbül y a Mihrimah a Mehmet y a Raziye quien a pesar de no ser su hija siempre la vio como tal. Aunque ellos no sabían que el día que Süleyman le había informado su decisión ella había intentado quitarse la vida con veneno.

Bali Bey fue asignado para ser el hombre que protegería a la sultana mientras viajaba, el sultán le había ordenado llevarla a salvo hasta el palacio del hermano de Hürrem, el acato las ordenes y muy temprano partieron, el viaje iba bien, Hürrem estaba tranquila pero de la nada el dolor llego de nuevo

"creí que todo saldría bien y que lucharíamos por su amor. No le mencione nada al sultán para no molestarlo con cosas innecesarias, de haber hablado antes quizás Firuze jamás habría seguido en el palacio. Creí que sería igual de valiente que yo y me enfrentaría directamente, tanto miedo me tiene para haber hablado con el sultán y no enfrentarme"

Estaba molesta y triste a vez, las lagrimas se derramaban de nuevo, comenzó a tener problemas para respirar y paro el carruaje, bajo de él y corrió hacia el bosque, se dejo caer a lado de un árbol y lloro desconsolada, Nilüfer la siguió seguida de Bali Bey y un par de guardias, ya se hacía tarde así que decidieron montar el campamento para que pudiera descansar y seguirían con su camino al día siguiente. Esa ruta la había elegido el sultán, a Bali Bey le parecía extraño habiendo un puerto cerca por que llevarla a uno más lejano, pero las ordenes tenían que cumplirse.

El se acerco poco a poco a la sultana y se sentó a un lado de ella, le hizo sentir que no estaba sola, algo en ella indudablemente era diferente, el sentía la necesidad de protegerla. Se quedo a su lado mientras las lagrimas salían hasta que se quedo dormida, la tomo en brazos y la llevo a la tienda, por la mañana continuaron con su camino, al llegar al barco subieron tranquilos ella miraba el barco alejarse de su hogar y se derrumbo el mundo ahí mismo, se quebró. Por primera vez dejaba que alguien la viera llorando sin importarle.

Nilüfer trataba de estar a su lado pero era difícil porque a ella le dolía no poder hacer nada, Bali Bey una vez más se acerco a la sultana y se ofreció a ser su soporte, el no entendía que habría podido pasar para que una mujer tan fuerte como ella se derrumbara de esa manera, su armadura había caído, ya no era esa fuerte e imponente sultana que podía llegar a intimidar a cualquier persona, era una frágil flor que estaba marchitándose muy rápido.

Por la noche Hürrem se puso mal, tenía fiebre, la doctora que iba con ellos la reviso, era un resfriado, su falta de alimentación y su poco descanso habían bajado sus defensas. Así estuvo durante dos noches en las cuales Bali Bey no se separaba de ella ni un segundo pues le habían confiado su seguridad y desde tiempo atrás la veía como una amiga, después de que se logro levantar se acerco a la ventana y miro el mar, el se acerco sonriente, ella murmuro "nos hemos alejado mucho, extrañare el hermoso palacio" dijo con una sonrisa nostálgica, él la miro y felizmente contesto "Pronto volverá y vera de nuevo el palacio y a su majestad" comento con el tono amable.

Hürrem & Kösem: Sultanas de un imperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora