Ciudad gótica, la cuna de los murciélagos, una enorme familia, con integrantes muy diferentes entre si, y justo en ella estaba Tim Drake. Un chico con un pasado y experiencias no tan agradables. Bastante inteligente y observador.
Las cosas del pasad...
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—Solo hay una cosa en este mundo que mi padre no me perdonaría... Esta vez va a perdonarme, solo es cuestión de tiempo—
Pv ______ Bastet Wayne
Sentía el ardon... Ese dolor en mi hombro.
Mire hacia la parte superior de la cueva, vi a dick peleando con talón, quien me había lanzado aquella daga...
— Bast!... — tim me atrajo a él... Me sentía paralizada... Tenía aquel punzante atravesando parte de mi hombro.
— ¡maldición tim! — escuche la voz de damian, el estaba parado frente a nosotros, tenía una cuchilla de tres filos... Se hinco rápidamente a donde yo. — apenas pude desviarla...
Sentía mi respiración agitada de lo nerviosa y asustada que estaba.... Me dolía mucho, senti las inminentes ganas de llorar...
— te distraíste! Eres un idiota! Mi padre se molestara! — damian me movio para ver la herida.
— No necesito que me lo digas! Tranquila bast...— podía ver su rostro afligido. — lo en cerraremos de por vida...
Me sentía asustada ...
— Damián, estas bien... Has vuelto. — le mire. El frunció ligeramente el entrecejo.
— sólo callate y deja de llorar, sabes que me molesta que lo hagas, estarás bien...—
— me duele mucho — me justifique, mis palabras apenas se escuchaban..
— ven, te curare.— tim me tomo de la muñeca. — bruce esta abajo.— le dijo a damian.
El me atrajo nuevamente a él y se inclino, me abrazo con fuerza por la cintura.
La sangre continuaba bajando por mi ropa. El con ayuda de su gancho hizo que nos movieramos de área, en especifico al taller.
— aquí debe haber... Un botiquin— entramos al lugar, se veían las herramientas y el enorme espacio que había dejado el robot de papá.
