i'm venezuelan mardito chino：liù yángyáng。

─ O6︐.

──¿Ya sabes lo que tienes que hacer, no?  ──Kyung estaba parado frente a mí con los brazos cruzados. Dejé de ver su pequeño y único lunar en la cara para enfocarme en general. Asentí haciendo una minúscula mueca y ahí fue cuando rió por lo bajo. ──Tranquila, solamente da lo mejor de ti. Si eso no va a ser suficiente para esos pajúos, entonces no sé qué mierda les gusta después ──Agregó cuidando el volumen de su voz.

Aunque en realidad desde hace rato veníamos hablando en español, así que nadie nos iba a entender de que estaba hablando paja de los otros jueces que se encontrarían en la sala que estaba frente a ambos.

──Es la primera vez que hago esto, señor Kyung ──Solté un suspiro, ansiosa. ──Usted sabe que yo soy alguien sin pena, pero la verdad me da nervios que lleguen a no gustarles lo que he presentado, y que agarren ese disgusto sólo por no ser asiática y... ──Su dedo índice y pulgar sujetaron mis labios, cerrándolos.

──No digas esas cosas antes de tiempo Marianita  ──Negó con la cabeza. ──Aquí las personas son rudas para juzgar y ver las habilidades de los aprendices, pero lo hacen porque es su deber encontrar gente para que ayuden a representar a la compañía, por su puesto que un pela gato no lo va a hacer, ni mucho menos una loca. No te agobies, sabes que ensayaste lo suficiente como para dejar a esos carajos locos como me dejaste a mi anoche  ──Alejó sus dedos de mis labios para picar la punta de mi nariz, divertido.

Amo a éste señor, de pana, lo quiero de manager también, ajá Valeria, préstamelo.

──Me daría ladilla regresarme a Miami solo porque no pasé la audición ──O sea ¿Saben qué son doce horas y media viajando en avión? Nah, esa vaina es horrible, las nalgas las dejé en el asiento cuando llegué a este país, cuando entre al gimnasio de pana que me voy a poner en esa pa' recuperarlas.

Kyung negó con la cabeza. ──Todo va a salir bien, ya verás  ──Me sujetó de la muñeca, pelé los ojos cuando vi que su intención era entrar de una vez a la sala. ──¿Vas a dejar que los nervios te ganen? Ah vaina pues, bien bueno, diría Valeria ──Agregó, al sentir que yo misma lo jalé de regreso a donde estábamos.

──Pero...-

──Nada, véngase.

Se colocó detrás de mí tomando mis hombros para empujarme hacia la puerta, la abrió y rápido volvió a darme otros empujones mientras que yo detallaba el gentío excesivo corriendo por todas partes, arreglando reflectores, cables, cámaras y otras cosas técnicas que a Kyung no le dio tiempo de observar por llevarme al centro del salón.

──Te quedas aquí hasta que alguno de los jueces te haga una pregunta, respondes con sinceridad, ¿okay? ──Asentí sintiendo los pelos de la nuca erizarse. ──Ellos decidirán cuando empieza tu presentación. Suerte, chiquita ── Pellizcó la punta de mi nariz antes de irse corriendo al puesto vacío que estaba entre uno de los jueces.

¿Él también sería juez y no me lo dijo? Qué maravilla...

Agarré todo el aire que mis pulmones pudieron absorber y lo dejé ir bajo la mirada detallada de cada juez. SooMan sonrió de lado al notar aquello, mi cara de pánico debe de ser un tremendo poema para todos, pero la verdad es que no le prestaba tanta atención a como realmente me debería de estar viendo, solamente quería que terminara esta tortura y ya pirar para dormir.

──Puedes hablarnos, Mariana. Sin pena ──Me permitió SooMan haciendo una señal con su mano luego de que un personal del Staff le diera a entender con gestos que ya estaban grabando. ──Preséntate con los jurados ──Pidió señalando al resto.