I. Hoy es el dia

200 9 21
                                    

Hoy viajaría por primera vez a Nueva York y también sería mi primer viaje en avión. Estaba realmente emocionada. Me había costado demasiado entender que ya no vería a mi familia, no tenía familia allá, solo había un amigo de papa que se había mudado hace algunos años. Papa había arreglado con su amigo que yo me quedaría con ellos unos meses, mientras yo conseguía un lugar donde quedarme. Iba a ir a estudiar allá, había tenido algunas ofertas de varias universidades cerca y otras un poco más lejos que la de Nueva York, pero siempre había tenido una meta clara y esa era la Universidad de Nueva York, tuve la entrevista y ahora... ¡Iré! ¡Fui aceptada! Estaría en la casa de su amigo por unos meses mientras conseguía trabajo estable y un lugar donde quedarme, papa me mandaría algo de dinero para vivir en un apartamento con una o dos compañeras que ayudaran a pagar la renta. Era emocionante y eso me aterraba a la vez, siempre fui muy apegada a mis rutinas, ya sabes... nada interesante, no las amo locamente pero sigo las rutinas que tengo preparadas y me gusta hacerlo, me da una especie de seguridad, las cosas nuevas me dan miedo, tal vez parezca raro o tal vez no, pero esa soy yo.

Ya saben... soy el tipo de chica aplicada a sus estudios y de pocos amigos, creo que el termino con el que llaman al tipo de personas así es ''Nerd''. Yo amo los libros, más que todo los de ficción y de romance; siempre soñé con ser una princesa en su castillo y ya saben, que tiene un príncipe guapo que la ama y valientes caballeros que darían su vida por ella.

Mi padre me había hecho una caja musical con una bailarina el día que cumplí diez años e intentaba todos los días bailar como una bailarina de ballet y mi madre me había comprado una bola de cristal con un pequeño castillo de princesas dentro cuando tenía un año. Mi madre murió cuando yo tenía cinco años y mi padre ha estado cuidándonos el solo desde entonces. Y todo es diferente, cuando cumplí dieciséis, mi padre me regalo un collar sencillo con un relicario, tenía tres pequeñas fotos, del lado izquierdo una foto de él, del lado derecho una foto de mi hermano, Evan y en medio, un foto de ella, mi madre. Recuerdo muy bien la escena.

«— Lily, ¿Quieres abrir mi regalo? —pregunto mi padre.

— Umm, claro, papa. —conteste con una sonrisa, tome el regalo. No era una fiesta grande, solo estábamos mi hermano, mi padre, la hermana de mi padre, Jasmine y yo, cuatro personas en una casa cenando en un hermoso día... y no lo digo porque fuera mi cumpleaños. Abrí la envoltura del pequeño regalo con delicadeza, lo que me dejo ver una pequeña caja de madera perfectamente pulida, la abrí con cuidado y admire el reluciente relicario dorado; era hermoso, brillante y perfecto. Mire a mi padre con una media sonrisa.

— ¿Te gusta? —pregunto.

— ¡Me encanta! Gracias papá.—conteste abrazándolo de golpe.

— De nada, aunque... Aun no has visto todo, ábrelo, vamos. —dijo con una media sonrisa. Abrí poco a poco el pequeño relicario, que mostró las fotos de cada uno, deje escapar unas lágrimas mientras veía la foto de mi madre sonriendo.

— Gracias, papá. —agradecí tratando de sonreír.

— De nada, hija. —se acerco. Suspire.

— La extraño... la extraño mucho. —dije mirando otra vez su fotografía.

— Yo también, amor. —dijo dándome un abrazo, acepte el abrazo y deje escapar unas lágrimas más. Nos separamos delicadamente y sonreímos.

— Gracias por el regalo, papá, me encanto. —agradecí de nuevo. No estaba segura de cuantos ''Gracias'' hicieran falta pero no me cansaba de decirlo.

— De nada, hija.

— Bueno, bueno... Momento de padre e hija arruinado. Ahora mi regalo. —dijo Evan con una sonrisa de oreja a oreja. Reí ante la interrupción. Evan siempre era muy directo y gracioso.

A dark secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora