CAPÍTULO 4.
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Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estaban en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entró con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose, según le pareció
a Lily, como si fuera el heróico superviviente de una horrible batalla.— ¿Qué tal, Draco? —dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta—. ¿Te duele mucho?
— Sí —dijo Malfoy, con gesto de hombre valiente. Pero Lily vio que
guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle en el instante en que Pansy apartaba la vista.Lily frunció el ceño y, agudizando la voz para igualar la de Pansy, imitó de pésima forma las palabras de la chica, dramatizando la entonación mientras su mano derecha hacía de títere.
ㅡ ¿Qué tal, Draco? ¿Te duele mucho? Bla, bla, bla...
Harry y Ron soltaron una risa, mientras Pansy la miraba con desdicha.
Fue una fortuna que creyeran que Lily lo hacía en modo de burla hacia Pansy y no como molestia por ver la acción de Malfoy centrando su atención en la Slytherin.
— Siéntate —le dijo el profesor Snape amablemente.
Harry, Ron y Lily se miraron frunciendo el entrecejo. Si hubieran sido ellos los que hubieran llegado tarde, Snape no los habría mandado sentarse, los habría castigado a quedarse después de clase. Pero Malfoy siempre se había librado de los castigos en las clases de Snape. Snape era el jefe de la casa de Slytherin y generalmente favorecía a los suyos, en detrimento de los demás.
Aquel día elaboraban una nueva pócima: una solución para encoger. Malfoy colocó su caldero al lado de Harry y Ron, para preparar los ingredientes en la misma mesa.
— Profesor —dijo Malfoy—, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.
— Weasley, córtaselas tú —ordenó Snape sin levantar la vista. Ron se puso rojo como un tomate.
— No le pasa nada a tu brazo —le dijo a Malfoy entre dientes. Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa.
— Ya has oído al profesor Snape, Weasley. Córtame las raíces.
Ron tomó el cuchillo, acercó las raíces de Malfoy y empezó a cortarlas mal, dejándolas todas de distintos tamaños.
— Profesor —dijo Malfoy, arrastrando las silabas—, Weasley está estropeando mis raíces, señor.
Snape fue hacia la mesa, aproximó la nariz ganchuda a las raíces y dirigió a Ron una sonrisa desagradable, por debajo de su largo y grasiento pelo negro.
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Enamorando al Slytherin (Draco Malfoy) LIBRO 3
FanficEl tercer año de estudios de Lily en Hogwarts se ve amenazado por la fuga de Sirius Black de la prisión de Azkaban. Al parecer, se trata de un peligroso mago que fue cómplice de Lord Voldemort y que intentará vengarse de Harry Potter. Lily tendrá qu...