𝐆𝐎𝐃 𝐈𝐒 𝐀 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍.─── TOKYO REVENGERS.

本; CUATRO.

Los haitani desyunaban en silencio por un solo motivo, había un tesla parqueado frente a su hogar, si bien eran de un barrio rico tampoco es cómo qué si un auto lujoso de ultima generación qué recien salía, ambos hermanos miraron a la menor quién observaba su celular tranquilamente. 

—¿Y bien? —Dijo ran mirando a riko. 

—¿Y bien qué?, no ten dinero. —Respondio ella rapidamente. 

—No te hagas la burra, ¿porqué carajos hay un tesla frente a nuestra casa? —Hablo rindou mirandola. 

—Ah, me lo compro mi sugar daddy. —Dijo ella cómo si fuera lo más normal del mundo. 

Ran se atragando con el pan que estaba comiendo y rindou escupio el jugo que andaba tomando, riko miro asqueada a sus dos hermanos al ver el jugo babeado en la mesa y el pan ya masticado, soltando un ''ewwww'' bastante fuerte. 

—¿cómo qué tienes un sugar daddy? —Hablo ran alterado. 

—Es broma, lo gané en una de las apuestas que hacen los de clase alta. —Dijo ella ríendo bajo las malas miradas de sus hermanos. 

—Uh, eso tienes más razón, quién quisiera a riko de sugar baby, de seguro te da un sentón y te deja el huevo chueco. —Se burló el de mechas verdes. 

—¿A tí quién te quiere de novio lagoona? —Contratacó la de pelo rubio. 

—Muchas, hasta me hacen fila para que las pise. —Dijo el de lentes. 

—Incorrecto, de esa fila la mayoría son mias, rindou. —Se unió ran a la pequeña pelea. 

—Haganme el favor de no hablar burradas, qué la única a la cual quieren todos y todas es a mí! —Dijo riko lanzando un pan el cara a ambos. 

—Te quieren para limpiar nada más pero ni eso sabes hacer bien, tonta. —Ran le lanzo un vaso de agua en la cara a la menor. 

Y ahí, empezaron una pelea de comida con golpes sueltos. 

 —¿Porqué me acompañaste a verlo? —Le preguntó izana a riko. 

—Es tú hermano, ¿no?, debe ser duro para ti verlo de esta manera pero al menos no esta muerto, eso es lo positivo, a mí me dolería mucho ver a ran o a rindou de esa manera, eres muy fuerte..—Un suave sonrojó aparecio en las mejillas de la haitani, observando y contemplando el hermoso rostro del rubio. 

—Ya veo, en ese caso, debo darte las gracias, riko. —Y cómo si hubiera escuchado lo mejor del mundo, el corazón de la haitani bailó de alegría. 

—No debes agradecer izana, para eso estan los amigos ¿no? —Dijo suavemente, estaba nerviosa. 

—Oh...entonces, somos amigos...dime riko, ¿tú quisieras ser más qué mí mi amiga? —El sonrojó de riko aumento ante aquello, el nerviosismo se apoderó de su cuerpo, sus piernas flaquearon levemente, realmente estaba enamorada. 

—¿A-ah?, ¿entonces qué seríamos? —Izana posó su mano con suavidad en la mejilla de la fémina, acercandose un poco más. 

—Tú seras mi reina de la nieve, y yo seré tú rey. —Las palabras del moreno se grabaron en tú mente, sin embargo, te había dedicado una sonrisa, la sonrisa más deslumbrante y hermosa que hayas visto, soltaste un suspiros el cual se noto por el frío, estaba nevando. 

—Yo seré tú reina y tú mi rey de la nieve, después de todo, jamás le serviría a alguién que no fuera mi rey celestial. —Izana se sintio conforme con esa respuesta pero cuando menos se lo espero, una fuerte bola de nieve llego a su cabeza. 

Era kakucho. 

—¡Oi oi oi kakucho! —Dijo el de pendientes dandosé la vuelta para lanzarle una bola de nieve tan pronto cómo la hizo. 

—Eso es por dejarme solo en el hospital, ¡Por tú culpa me perdí y terminé hablando con un señor de 60! —Se quejó el de la cicatriz. 

 Comenzaste a reír felizmente mientras le lanzabas bolas de nieves a ambos, comenzando a jugar entre la nieve cómo cuando eran niños, los buenos tiempos donde realmente riko era feliz...

Después de todo el verdadero monstruo se esconde bajo la fachada de alguien inocente, ¿no?