Su omega lo había extrañado como la luna extraña a las estrellas cuando sale el sol.
Realmente Zayn había estado mal por mucho tiempo, desde que lo había dejado de ver ese trágico y gris día en Sigrid, desde que sus diferentes tribus se habían separado de una orilla de esas tierras mágicas a otras, de las montañas del norte, donde estaba su reino de elfos hasta la hermosa costa de Harlow.
Liam había vuelto a Thorgeir y se había llevado con él un pedazo enorme de su corazón que tanto se había encariñado con el alfa.
Las leyendas que le habían contado su gente durante toda su vida decían que los elfos eran seres orgullosos, que eran inteligentes, sí, pero que no miraban a los de su especie más de una vez porque los consideraban inferiores, los consideraban como no más que un susurro del viento o una hoja a mitad de su camino, estorbando, no siendo rivales y no valiendo la pena hablarles porque no sacarían nada de esas conversaciones.
Ylva tenía ese aire siempre que caminaba, pero Zayn sabía que no lo era, que no era nada de eso, sabía que ella no se creía mejor que los demás, no se consideraba mejor que sus padres o cualquier otro animalium.
Pero realmente confirmó que todo eso, todo lo que su gente le había dicho era mentira cuando lo conoció a él.
Cuando sus ojos cafés lo miraron por primera vez después de una vida buscándolo, después de años y años estando rodeado de personas, pero sintiéndose más solo que nunca.
Lo había comprobado cuando se besaron por primera vez después de meses anhelándolo, después de rogarle a la luna que le concediera un beso de ese guapo e inteligente alfa.
Con él se la había pasado de maravilla todo el tiempo que estuvo lejos de su hogar.
Con él su omega había resplandecido de felicidad, había acelerado su corazón de mil maneras distintas, solo una de sus miradas le había puesto millones de mariposas en su estómago y lo había hecho sonreír por mucho más tiempo del que recordara haberlo hecho en toda su corta vida.
Y luego fue la guerra.
Y su casi muerte.
Le había dado un susto enorme al alfa, tanto así que Liam había llorado cuando lo abrazó, pensando que lo había perdido cuando no.
Y le había agradecido a Louis miles de veces por salvar la vida de la persona más importante en su vida y lo había abrazado tan fuerte por eso aun cuando el omega castaño había estado tan débil en la cama del palacio, apenas y teniendo la fuerza para respirar y bajo la preocupada mirada de Harry, que seguramente había reprimido un gruñido y los impulsos de separar al elfo que lastimaba a su omega.
Porque Louis era su omega, era el omega de Harry y eso era más que obvio para todos, o al menos para él lo había sido desde el momento que llegó a Sigrid y los vio juntos, con el alfa queriendo hacer sentir seguro al castaño y temeroso omega que lo había llamado.
Y sinceramente Zayn no tenía idea de por qué él se había ido con Liam a Thorgeir, bueno sí se hacía una idea.
Pensó que al menos el rizado y el castaño terminarían juntos, eran una muy bonita pareja y la forma que Harry lo miraba era la misma que él miraba a Liam.
Pero se había equivocado con eso, con que terminarían juntos, así como se equivocó al pensar por un segundo que él y Liam tendrían la oportunidad de estar juntos, de poder enlazarse algún lejano día.
Suspiró tratando de sacar todo eso de sí, tratando de sacar de él la frustración y tristeza que sentía y salió de la casa de sus padres, donde había vivido toda su vida, caminando tan solo unos metros hasta estar en la hermosa playa de Harlow.
ESTÁS LEYENDO
Runaway [Larry Stylinson]
Fanfic𝐁𝐮𝐭 𝐧𝐨𝐰 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐇𝐨𝐦𝐞 𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐈 𝐛𝐞𝐥𝐨𝐧𝐠 -Louis, me di cuenta de que mi alfa... de que yo te quiero, omega... y sinceramente no quiero compartir mi vida con nadie más que no seas tú. Su omega quería que le dijera lo...