Great Demon King - Libro I: El Bosque Oscuro

6. Un Encuentro Fatídico En El Cementerio.

Los rayos cálidos del sol entraban por la ventana rozando el cuerpo de Han Shuo. Dormía con tanta tranquilidad que su cuerpo experimentaba estar acostado en nubes suaves como algodones. Pero de repente una bolsa de basura perturbó su momento de paz; lo golpeó en el estómago sacándole todo el aire y despertándolo al instante.

    Desconcertado apartó la basura con brusquedad y colocó sus manos en su estómago hasta poder respirar con normalidad; irritado, miró por todos lados buscando lo que causó su despertar de un sueño espléndido. Examinó con cuidado y encontró la bolsa de basura no muy lejos de él. Comprendió que alguien debía haber arrojado su basura por la ventana.

    Se levantó maldiciendo al azar y pateó con todas sus fuerzas la bolsa; esta aterrizó con un ruido sordo y rodó hacia la puerta. Tranquilizado se disponía a dormir otra vez, pero se detuvo cuando se dio cuenta de que el tiempo debía haber sido tarde si alguien había arrojado una bolsa de basura.  De hecho, el sol estaba en lo alto del cielo cuando abrió las ventanas para contemplar la vista.

    Suspiró, pensando que se había esforzado demasiado con el entrenamiento anoche. A punto de salir corriendo por la puerta, cuando recordó su sueño que tuvo. Parecía recordar que el pequeño esqueleto se había vengado de Fitch por él. Su corazón dio una sensación de aprensión recordando que la última vez que tuvo un sueño similar los eventos en realidad habían sucedido. Su mirada directamente se posó en el cubo de madera.

    Entonces fue recibido con la vista del esqueleto descansando con sus dos manos huesudas y negras a los lados del cubo, y el hueso de la pierna izquierda cruzado sobre la derecha, balanceándose de un lado a otro, como si estuviera estar disfrutando de un sauna. Se veía muy cómodo y parecía una de esas personas que les gustaba admirar los momentos relajantes. Dio un suspiro de alivio al verlo todavía en el cubo de madera y pensó en silencio por un momento. Se levantó y empujó el cubo debajo de la cama, y solo salió del almacén para hacer sus tareas diarias después de haber agarrado la bolsa de basura para tapar el espacio donde escondió al esqueleto.

    —Hola Bryan, ¿por qué llegas tan tarde?  —preguntó Jack mientras desempolvaba las estatuas y lo saludaba desde lejos con una sonrisa.

    Han Shuo miro a su alrededor y no encontró a ningún estudiante. Las clases ya debían estar en sesión.

    —Mi mente estaba aturdido después de los dos golpes ayer. Por eso me quedé dormido más tiempo.  

    Jack soltó una risa ligera al escuchar lo dicho por Han Shuo; regocijado se acercó a él y dijo en voz baja:

    —Bryan, no tienes por que preocuparte. Escuché a los estudiantes hablar camino a clase que el esqueleto negro de siete alas, el que apareció la última vez, golpeó a Fitch anoche. ¡Su cara está magullada e hinchada!

    Así que el sueño realmente había tenido lugar, con algunas diferencias marcadas con respecto a lo que había imaginado. Esta vez, el pequeño esqueleto fue notablemente mucho más rápido y ya había terminado de ejecutar sus comandos. No es de extrañar que estuviera en el cubo en una posición diferente a la de la noche cuando revisó el cubo.

    —¿Por qué no dices nada? ¿Estás demasiado feliz? Ese debe ser el caso  —le dijo Jack—.  Ese esqueleto negro es realmente algo. Habían dicho que Fitch despertó a golpes y solo vio el batir de las siete alas. El esqueleto saltó desde la ventana y escapó de esa manera  —explicaba con entusiasmo—.  ¡Oh! Fitch vive en el cuarto piso. ¡Es asombroso que el esqueleto no se hiciera pedazos!