☁️Capítulo V☁️

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Para cuando despierto, que sucede alrededor de las 10 y 30 de la mañana, Ricardo ya no está. La cama del hospital en la que reposaba está vacía y mi conciencia sumergida en un espiral de interrogantes y recuerdos acuarelados de la madrugada.

El fantasma de lo ocurrido hace tan solo unas cuantas horas ronda mi cabeza, y se une al mar de dudas que llevo dentro, y trato lo mejor que puedo de resolver todas.

¿Ricardo realmente durmió conmigo o fue solo un sueño? ¿O quizás una alucinación por los medicamentos?

Siento una sensación de frustración y desolación arrastrarse por mi cuerpo. La realidad me golpea y no hay forma de evadirla. Él se ha ido, junto con mi familia. No tengo ni la más mínima idea de cómo continuare desde este punto. Ellos se llevaron todo: mi alegría, mi esperanza, mi hogar.

Y por este momento, me permito llorar, porque todo se ha vuelto simplemente demasiado pesado como para que una sola persona lo lleve consigo. Tomo una profunda respiración, antes de calmarme porque la enfermera no debe estar muy lejos de aquí y no quiero que una faceta tan vulnerable e intima de mí este a la vista de cualquiera, al menos no por el momento. Cuando por fin consigo calmar mi llanto, limpio las lágrimas que manchan mi rostro. Es un alivio que no lleve maquillaje ni nada por el estilo, o habría sido más complicado disimular que no me he pasada todo el tiempo que llevo consciente al 100%, sin llorar un solo momento o sentirme completamente miserable. Aun así, decido que es momento de afrontar todo.

Veo mi dedo hundirse en el botón rojo que enviará una alarma para que la enfermera sepa que estoy despierta.  Alrededor de 5 minutos pasan, y la enfermera hace acto de presencia, asomando su cabeza por la puerta. Tan apurada y nerviosa como ayer.

-Veo que despertarse. -señala, al tiempo que me recorre con la mirada - Perfecto, entonces ahora mismo revisare rápidamente tus signos vitales. Y luego avisare a tus familiares, ellos han estado esperando desde las 8, así que deben tener algo importante que decirte.

Asiento, sin demasiado entusiasmo como para responder. Y dejo que haga su trabajo, sigo todas las indicaciones con parsimonia, respondo a sus preguntas, es luego de unos 15 minutos que me indica que ha completado su revisión general, pero que aún así el doctor vendrá a revisarme con mayor detenimiento antes de que me den de alta. Considero esto como un momento oportuno, así que reuniendo el poco valor que me queda, le hago la pregunta que ha rondado mi mente desde que los últimos residuos de sueño desaparecieron de mí. 

- ¿A qué hora se fue el chico con el que compartía habitación? -suelto de golpe, es ahora o nunca, me repito mentalmente

-Oh, se refiere a Ricardo -con mi asentimiento, prosigue -bueno su padre llego a las 7 y media, gritándole a todos y exigiendo ver y llevarse a su hijo. Fue realmente grosero. Pero él médico le hizo el chequeo, firmaron el alta y se lo llevaron como a las 8 y 45.

¿Entonces se lo llevaron? ¿Lo dejaron ir con su padre? ¿¡El hombre que lo golpeo inmediatamente después de la explosión!?

-Oh, se fue realmente temprano -divago- pero, ni siquiera se despidió -susurro, de forma que la enfermera no escucha las cavilaciones de mi cabeza.

- ¿Disculpe, me dijo algo más? - inquiere la enfermera, aparentemente no soy tan buena susurrando mis ideas

-No, no, solo estaba pensando un poco -definitivamente no voy a decirle que mi corazón latió desbordado cuando desperté sin la calidez y tranquilidad en la que me vi envuelta durante toda la madrugada.  Tampoco, que estoy terriblemente asustada por el padre de Ricardo, llevándoselo del hospital, cuando lo golpeo mientras estaba herido e inconsciente, y también en la sala de emergencias.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2021 ⏰

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