Bruja

Capítulo 6 Joseph Moon

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Lo que muchos no saben es que está parte del bosque, está encantado y los hechizos a veces simplemente se deshacen como el que tenía para cubrir los latidos de más en mí, así que apenas entramos, el carruaje se detiene abruptamente y se comienzan a escuchar los gritos y gruñidos.

—¡Es tuyo por eso estabas tan cerca de ella!— se escucha a Rodrigo gritar, aunque un poco desconcertada bajo veo a los dos lobos gruñendo y a un asustado Erick—¡Ella huele a ti!— maldigo no tener mi audición tan desarrollada como la de ellos.

— Eso no debería importarte, tú me rechazaste como pareja — le responde un Alonso dolido, no se supone que los humanos tenían que enterarse de esto así.

— A si y es por eso que vas y embarazas a Lady Emily Rose— jadeos de sorpresa se escuchan por parte de los humanos.

— Si ese niño es mío o no, no debería de importarte, yo no te digo nada cuando te acuestas con cuánta se te atraviesa— gruñe enojado — segundo no trates de dañar la integridad de Emily Rose, no deberías de meterte en su vida— la cabeza me daba vueltas se suponía que nadie debería saber de mi embarazo, pero aquí estamos con dos lobos enojados y unos humanos en shock por la doble noticia.

Camino hacia los lobos para que se calmen todo esto se está saliendo de control.

— Mi hijo no es de Alonso, mi hijo no tiene padre, así que será mejor que cada uno tome sus puestos por qué estoy a punto de enojarme — miro a los humanos — cualquier pregunta la responderé cuando lleguemos a la manada— ya todo en sus puestos decidí mejor hacer un hechizo no quiero estar cerca de nadie ahora, me dirijo al camino y escribo unas marcas en los árboles de cada lado mientras recitó un hechizo.

Viae patebunt, occasus quod destinatum est Proxima, quare vel si deliram?

Se abre un túnel donde les indico que crucen, no es muy difícil pasarlo, ellos solo asintieron y siguieron, decidí caminar para qué me subo, si al otro lado está la manada, además no estoy lista para sus preguntas, al momento de cruzar nos encontramos con una manada grande de pequeñas cabañas niños jugando, pero todo cambió cuando me vieron digamos que las brujas también somos aborrecidas por los hombres lobo más que eso ellos nos temen. Fuimos rodeados por los guardias del alfa, no han sentido el aroma de su futura Luna, por qué antes de cruzar hechice el carruaje digamos que yo tampoco confío en los lobos peludos, estos escuchó varios gruñidos.

—¿Sabes que podemos leer la mente? — me pregunta uno de los que nos rodean

— Si, eso es lo divertido — lo molesto

—¿De verdad nuestra Luna viene contigo?— asiento divertida veo la desconfianza, no me creen, creo que lo único que les impide atacarme es mi estado, por suerte sé muchos hechizos y no estaré así por mucho tiempo, vuelvo a escuchar gruñidos.

— No dejaremos que mates a un bebé bruja— me habla uno con odio, lo miró desconcertada hasta que entiendo lo que es quiere decir, comienzo a reír hasta que Alonso se posiciona al lado de mí.

— Primero, pulgosos es mi cuerpo y yo decido por el segundo no lean mis pensamientos, eso es raro y tercero no tengo planeado matar a alguien, por el momento — los miro acusatoriamente, giro y le hago señas a Alonso para que ayude a bajar a la princesa.

La pobre estaba pálida, se suponía que la flor de Fénix la ayudaría, pero el lazo de mates te hace más vulnerable. Todos los lobos hacen una reverencia al ver a su futura Luna.

—¿Dónde está su alfa? — miro a Alonso, asiente sonriendo, camina en medio de las personas haciendo que lo sigamos.

Recibimos gruñidos, sabemos que las brujas y humanos no somos bienvenidos, nosotras por nuestra magia un poco tonto sabiendo que ambos somos seres sobrenaturales y los humanos porque ellos no aceptan lo diferente a nosotras nos queman y a ellos los cazan.