🍦 𝔾𝕖𝕝𝕒𝕥𝕠 🍦 (Ercole x Luca)

Capitulo 6

Los tres amigos estaban sentados en la mesa en un silencio incómodo, cada uno con un plato que tenía pasta, Giulia comia del suyo un tanto tensa e incomoda, Alberto apenas y comía un poco, sin muchas ganas, y Luca simplemente no tomaba ni el tenedor, solo estaba mirando su plato sin apetito.

Giulia ya sabia que es lo que habia pasado entre ambos, Alberto le había confesado sus sentimientos a Luca y Luca lo había rechazado, desde entonces había incomodidad entre los tres, sin poder hablarse como antes.
Giulia suspiró un poco y terminó de comer lo suyo, para mirar a Luca.
— Luca, tienes que comer algo, estos últimos días haz comido muy poco —. Dijo la pelirroja mientras lo veía con cara de preocupación.
— No tengo hambre.. —.
Alberto miro a Luca.
— Tienes que comer Luca —. Esta vez hablo Alberto, algo que dejo un tanto sorprendida a Giulia.

Luca levanto la mirada a Alberto y después al plato, tomo el tenedor y comenzó a llevarse bocados, así fue por unos minutos más, hasta que comió un poco más de la mitad.
— Es todo, ya no quiero comer más —. Dijo el castaño para levantarse de su lugar y salir de casa, sin decir mucho más.

Alberto golpeó la mesa con sus puños, mientras soltaba un gruñido, los platos se movieron un poco y Giulia dio un salto por aquello.
— No debí besarlo —.
— Alberto, calmate, no fue tú culpa, es algo que pasó y demás —.
— ¡Yo fui quien lo beso! ¡El se veía tan confundido! —.
— Deberían hablar, esto no puede quedarse así —.
— El no me quiere hablar, con trabajos me responde una cosas —.
Nuevamente hubo silencio entre ambos.

— ¿De verdad crees que Luca le guste Ercole? —. Preguntó la pelirroja mirando a cualquier otra cosa.
— No lo sé, después de que lo bese el miro detrás de mi, dijo su nombre estoy seguro, pero lo niega, después simplemente salió corriendo como... si quisiera perserguir a alguien —.
— No pueden seguir así, peleados, si no hablan, se les irá de manos los días que restan del verano —. Giulia se levanto de su lugar y recogió los platos.
Alberto se quedó pensativo, tenia razón, tenían que arreglar las cosas antes de que todo realmente se dañará.

Luca suspiró, estaba sentando en la orilla del mar, lanzando unas cuantas piedras a este.
Pasó cerca de una semana, había estado buscando a Ercole esos días, pero no logró encontrarlo, nadie lo había visto desde aquel día lluvioso, ni a él ni a su vespa.
Obviamente eso le había preocupado demasiado a Luca, queria verlo, lo extrañaba demasiado, temía que realmente lo haya perdido para siempre.
Se levantó de la orilla y se dispuso a buscar a Ercole nuevamente, aun que sabía que tendría la esperanzas bajas de poder hayarlo.

Fue al centro del pueblo, aun que al no ser grande se podía dar vueltas por ahí, también preguntando por si alguien lo había visto, aun que parecía que les alegraba que este se haya ido de nuevo.
No había vuelto a biblioteca, desde ese día simplemente se alejo de esa calle en especial.
Caminó un poco más sin éxito alguno, estaba apunto de irse cuando alguien le posó su mano en el hombro.
— Hey Luca, supe que estas buscando a Ercole —. Hablo un vecino cercano de de Massimo.
— Ah si, varios días, no lo he visto a el ni a su vespa, quiero arreglar un pendiente con el —.
— Esta en el bar, de esta calle a la siguiente, al fondo, bueno ahí lo vi hace unas horas, desconozco si sigue aun —.
A Luca se le iluminaron los ojos de inmediato y una sonrisa aprecio en sus labios.
— ¡Grazie! ¡Grazie! —. Salió corriendo a la índicaciones que le había dado el señor.

Al llegar al lugar posó sus manos en sus propias rodillas, inclinándose un poco para poder respirar, realmente no está para hacer ejercicio, y eso que apenas corrió un poco.
Se puso de vuelta de pie y miro afuera la vespa de Ercole ¿como es que sabía que era la vespa de el? Ni el sabe, pero esta seguro que lo es.
Se limpió el poco sudor que le salio y empujó la puerta del lugar, al entrar su nariz inmediatamente se inundó del olor de alcohol y cigarrillo, cosa que le provoca arcadas.