Triste y cruda realidad.

'Amigos' y fiesta.

Venía hacia mi y yo inevitablemente retrocedía, choqué con la pared y él me miraba con una sonrisa pícara. Una vez que había llegado a mi volcó el bol y su contenido encima mia. Era harina con agua. Toda esa masa estaba por mi pelo. -Lo mato aquí y ahora- pensé. Unas risas me sacaron de mis pensamientos. Christian estaba haciendo la croqueta y riendo a la vez. Mi cuerpo se movió solo y me tiré encima de él. Restregando mi pelo por su cuerpo para que él también tuviera masa. Mi tío volvió con el bol lleno y me hizo una señal para que me apartara. Tiró encima de Christian una mezcla que parecía harina, agua y miel. Recordé que todavía quedaban plumas así que corrí a por ellas y las tiré encima suya. Ahora éramos mi tío y yo quienes estábamos en el suelo agarrandonos la barriga del dolor a causa de la risa.

Christian nos miraba tan mal que si pudiera matar con la mirada, nosotros estariamos enterrados.

-No tiene gracia.-

-No tiene gracia.- imitamos su voz para después seguir riendo-

-Tendré que ducharme otra vez.-

-Ah no te quejes que yo también me tengo que duchar.-

En un abrir y cerrar de ojos iba cargada en el hombro de Christian.

-Suéltame.-

-Nop, te ducharás conmigo. Así ahorraremos agua.-

Este abrió el grifo e ignorando mis súplicas de que me soltara me metió en la ducha con él. Con la ropa y todo. Ahora no tendría con qué ir a casa.

-Eres más que idiota, lo sabes ¿no?- asintió- pues fuera que me tengo que duchar-

-Pero..- antes de que dijera nada ya lo había sacado de la ducha-

-Sal y traeme una toalla. Toma mi ropa y tiendela que se seque.-

-Te traeré ropa mia, tranquila.-

Salió por la puerta después de darle mi ropa, cuando me estaba quitando mi ropa interior sentía que mis mejillas ardían más que nunca. Justo hoy me tenía que poner ropa interior de conejitos.

-Eres tonta, tienes que ir de compras.-

-Cállate subconsciente de caca.-

Cuando terminé de ducharme Christian había dejado ropa limpia y toallas en el lavabo. Me trajo unos bóxer suyos -me ruboricé al verme con ellos puestos- una camiseta ancha y unos pantalones de jugar a baloncesto que me venian 5 tallas mayores, menos mal llevaban una cuerda para ajustarlos. Iba realmente cómoda y podía inspirar su aroma.

Al salir mi tio había preparado para ver una película.

-Te dejo elegir pelicula porque eres la invitada.- aw por estas cosas lo amaba-

-¿En serio? Mmm..pues 'todos los días de mi vida'-

-Vale.- dijo alzando los hombros quitandole importancia-

Seguramente no sabía que acabaría llorando como una niña.

Y estaba en lo cierto a los pocos minutos estaba llorando como una niñita pero no era el único, Christian también lloraba y yo.. yo intentaba no llorar pero de la risa. Verlos sorber con la nariz y limpiarse las lágrimas con las manos me hacia reir silenciosamente. Cuando ya iba acabar la pelicula llamaron al timbre del apartamento.

-¿Esperais a alguien?- pregunto mi tio pero los dos negamos con la cabeza-

Abrió la puerta y se escucharon gritos de alegría por parte de varias personas. Mi tio estaba siendo aplastado por tres muchachos y dos chicas -bastante atractivas- y ahora se dirijian a Christian. Las chicas le dieron dos besos cada una y los muchachos un abrazo.