𒈒C̥U̥I̥D̥ḀD̥O̥ C̥O̥N̥ E̥L̥ L̥O̥B̥O̥𒈒 [MYG & PJM]

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♡ cմíժαժօ cօղ ҽl lօճօ.
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– ¿Dónde está mi hyung? -Dijo desesperado una vez que abrieron la puerta.

– Está en su habitación.

– Gracias -Pasó y corrió a las escaleras.

– ¡Espera! ¡No puedes pasar! -Gritó el castaño tratando de detenerlo, pero este ya había llegado a la habitación cerrando la puerta con seguro detrás de sí, para que no pudieran separarlo de su hyung.

– ¡Hyung! -Se acercó rápidamente a la cama, dónde el mencionado estaba recostado boca arriba con los ojos cerrados y su respiración aumentando cada segundo.

– Jimin~

– Hyung, ¿Se siente bien? -Toco la frente de Suga notando que estaba muy caliente. – Tiene temperatura, iré a traerle un té -Estaba por levantarse pero Suga lo tomó del brazo, haciéndolo perder el equilibrio y caer sobre el. – ¿H-hyung?

– No te vayas, por favor, te necesito...

– ¡Hyung! ¿Que es lo que le está pasando?

– A-ah~ No lo sé Jimin... -Lo tomó de la cintura y cambio de posiciones, quedando encima del rubio. – Solo sé que te necesito~. -Comenzó a dejar besos húmedos en el cuello, mientras intentaba quitarle la playera.

– H-hyung, no haga eso. -Intentó poner resistencia para que su ropa no fuera removida.

– ¡Suga, abre la puerta! -Tocaba con desesperación el castaño.

– Hyung haga caso por favor.

– Prometo no ser tan rudo. -Quitó la capa roja y después rompió la playera, dejando ver el torso desnudo de Jimin.

– ¿H-hyung? -Estaba asustado al ver la expresión seria en el rostro del mayor, el cual no dejaba de ver su torso.

– ERES HERMOSO JIMINNIE... -Jimin reconoció aquella voz gruesa y profunda, voz que le correspondía a su hyung cuando se transformaba en lobo.

– Hyung, ¿Es usted?

– LO SOY. -Volvió a besar el cuello de Jimin mientras que éste cerraba sus ojos, temiendo que le hiciera daño. – ERES MÍO. -Le susurró al oído, dejando salir sus colmillos, estaba por enterrarselos en su torso, pero recibió un fuerte golpe en la cara que lo hizo caer de la cama.

– ¡Jimin! ¿¡Estás bien!? -Namjoon tomó rápidamente a Jimin y lo llevo lejos de la habitación.

– Estoy bien hyung...

– Te dije que no era bueno venir.

– No sé que le pasó a mi hyung, por sé que el jamás me dañaría.

– Estaba por clavarte los colmillos, ¡Pudiste morir!

– No fue su intención...

– Sea o no tienes prohibido acercarte a él.

– Pero hyung, necesito saber que es lo que tiene. -Volvió a caminar en dirección a la habitación, pero ésta vez el cazador lo detuvo.

– Si quieres saber lo que le está pasando tendrás que esperar abajo, no te volveré a arriesgar.