Capitulo nueve: Celo.¹

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Un silencio sepulcral se instaló en el bmw, Minho mordió su labio con nerviosismo

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Un silencio sepulcral se instaló en el bmw, Minho mordió su labio con nerviosismo. Han por voluntad decidió cederle el asiento delantero a Heeseung, así que el mayor de los Lee iba cuidando por el espejo retrovisor a su esposo.

— Debo ir a Japón a entregar una mercancía, me debo ir hoy y vuelvo el viernes por la mañana.

— Que genial, yo amo Japón, creo que en mi otra vida fui japonés. — Habló Riki soñadoramente.

Por parte de Heeseung y Jisung no hubo reacción, preocupando más al alfa.

— ¿No dirás nada, Hanji?

— Lleva un abrigo, en Japón últimamente hace bastante frio. — Comento el omega viendo por la ventana como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Un par de minutos más llegaron a su destino, los dos hijos se bajaron, pero cuando Jisung estaba por hacer lo mismo, Minho puso seguro reteniéndolo, sin decir nada, Jisung solo se viró hasta el alfa, esperando que hablara.

— ¿No te molesta que me vaya tres días a Japón?

— Nop. — Los ojos de Jisung mostraban sinceridad, hiriendo el orgullo de Minho.

— Dios, no mientas, siempre odias cuando hago viajes de trabajo.

— Cuando éramos una pareja si, odiaba que tu padre ejerza tanto poder sobre ti, pero desde que nos separamos esas cosas ya no tienen por qué afectarme, eres un adulto de treinta y seis, ya sabes cuidarte.

— Te estas tomando muy en serio esto de la separación, Jisung. — La furia salía de voz de alfa, más destrabo las puertas, permitiendo al omega bajarse.

— Como se debe tomar una separación, Minho. Oh y cuídate demasiado.

— ¿Por qué?

— Porque estos tres días que estarás en Japón son de tu celo. — Jalando la manija Han salió del carro.

Una lagrima solitaria bajo de su mejilla. Cada tres meses era lo mismo. Dongwoo, el padre de Minho, lo enviaba a "viajes de negocios", haciendo que Minho jamás pasase su celo al lado de Jisung, el plan de Woo era separarlos y vaya que lo había logrado.

Minho la estaba pasando muy muy mal, era jueves por la noche, el día siguiente ya podría regresar a su casa y lo único que quería era restregar su cara contra la cara de su omega (claro si él se lo permitía), su lobo lo rasguñaba en forma de autoc...

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Minho la estaba pasando muy muy mal, era jueves por la noche, el día siguiente ya podría regresar a su casa y lo único que quería era restregar su cara contra la cara de su omega (claro si él se lo permitía), su lobo lo rasguñaba en forma de autocastigo por estar lejos de su pareja. Escucho dos golpetes en la puerta y con flojera camino hasta la puerta para poder abrirla. Una muy bonita omega estaba parada en la puerta.

— Oppa, ¿gustas que te ayude con tu celo? — La omega comenzó a desprender feromonas haciendo que el alfa arrugará instintivamente la nariz, la omega olía a algodón de azúcar, demasiado empalagoso para su gusto y no se parecía en nada al dulce olor a coco de Jisung.

— No, lo siento, yo no solicite ningún servicio "especial"

— Es una cortesía de la casa, cariño. — Sonrío.

— Pues no la quiero, muchas gracias.

La omega se acercó aún más a Minho, liberando demasiadas feromonas, cosa que comenzaba a marear a Lee por el empalagoso olor. La omega río haciendo a el alfa extrañarse, está con coquetería deposito un casto beso en su mejilla y salió del lugar.

Minho extrañado cerró la puerta, ese podía contarse como el encuentro más extraño que tuvo con una omega.

Al día siguiente el alfa tuvo que madrugar demasiado para irse en el primer vuelo a Corea que encontró, gracias a eso a las diez treinta ya estaba fuera de su casa con un enorme ramo de rosas rojas, esperaba que esto hiciera al omega compadecerse ...

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Al día siguiente el alfa tuvo que madrugar demasiado para irse en el primer vuelo a Corea que encontró, gracias a eso a las diez treinta ya estaba fuera de su casa con un enorme ramo de rosas rojas, esperaba que esto hiciera al omega compadecerse de él y permitirle tan siquiera olisquearlo un poco. Tocó el timbre y espero unos minutos hasta que un sonriente Jisung abrió la puerta. Al verlo la sonrisa de Han se transformó en una mueca, de forma disimulada olfateó a su alfa y frunció su entrecejo.

— Omega, traje estas flores para ti.

— No, gracias. — Las rechazo sin rechistar.

— Y-yo, las traje para rogarte que por favor me dejes olerte un poco, por favor acéptalas.

— ¿Olerme?, ¿por qué?, ¿tu alfa necesita reconocerme?

— N-no, mi alfa ya te reconoce, es solo por mi celo...

— No, lo siento y gracias por las flores, no las quiero. — Comentó Jisung de forma molesta. — Si es todo, te dejo. Hyunjin vendrá a almorzar conmigo.

— Hannie...

Sin esperar más Jisung cerró la puerta. Minho estaba muy triste, no sabía en que metió la pata esa vez y eso le frustraba, solo quería un poco del olor del omega. Hyunjin venia campantemente desde su casa, al ver a Minho igual arrugo el entrecejo.

— Hey, Lee, ¿por qué apestas a omega?

— ¿O-omega? — Tartamudeo con extrañez.

— Si, hueles muchísimo a algodón de azúcar, te recomiendo te bañes antes de visitar a Jisung o vas a generar muy malos entendidos.

— ¡Mierda!

¿Cómo le explicaba a su omega que no tuvo sexo con nadie sin que sonara a mentira?

"Lee, quiero el divorcio." | Minsung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora