capitulo 7

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Las cosas habían sido muy raras para Lloyd desde que llegó a la ciudad de ninjago, realmente había cambiado desde la última vez que había venido, apesar de lo que le había ocurrido hace años no lo superaba, su curiosidad por conocer la gran ciudad era más grande.

Había unas cosas que odiaba de la ciudad, la primera era de como aquí todos trataban mal a los inocentes y pequeños animalitos que estaban en la calle, cada que iba para el trabajo "un lugar al que se había obligado a asistir por orden del orfanato en el que ahora se encontraba viviendo" podía ver cómo algunos adultos e incluso niños pateaban y golpeaban a los pequeños animalitos, intentaba ayudar lo más posible a esos pequeños, desafortunadamente no podía llevarlos con él, pues el dueño del edificio no lo iba permitir, se podía decir que el señor apenas lo soportaba a él.

Lloyd se encontraba caminando de regreso al orfanato, después de un larga jornada de trabajo, no es que le quedará muy lejos de todos modos, eran solo unos dos o tres metros de distancia.

Se detuvo de repente al ver cómo una anciana tenía problemas con sus comprás y nadie la ayudaba, decidió ayudarle no es como si se fuera a meter en problemas por eso.

En el palacio, la reina Misako caminaba por los elegantes pasillos, tenía la intención de dirigirse a la sala de entrenamiento para entrenar un poco con su lanza, paso al lado de un cuadro que llamó mucho su atención era la boda de suya y de Garmadon ese había sido uno de los momentos más felices

Pero cuando siguió caminando, vio otro pintura esa la entristeció, fue la única foto que se le tomo a su hijo el día que nació, una lágrima cayó por sus mejillas.

¿Misako?-preguntó una voz que conocía desde hace años, era la de su esposo-¿que pasa kokes?.

Hace años que no me llamas así-murmuro Misako con una sonrisa triste mientras miraba la foto con nostalgia, su esposo siguió su mirada y hasta el se puso triste-lo extraño.

No eres la única-murmuro Garmadon mientras la abrazaba y miraba a la pintura.

Siento que todo fue mi culpa-confeso Misako con lágrimas en sus ojos.

Nada de esto, es tu culpa-la tranquilizó Garmadon, odiando como su esposa se ponía así.

Si lo fue, de que sirve ser lady irondragon sino pude ni proteger a mi propio hijo-se regaño a si misma Misako

Koko nada de esto es tu culpa-intento tranquilizarla Garmadon pero le era casi imposible-vamos cariño, tenemos que ver a Mistake y entregar las invitaciones.

Si, querido-murmuro Koko mientras lo seguía por el pasillo hasta el carruaje, una lágrima cayó por su mejilla al recordar aquél horrible día.

Los Ninjas estában en el monasterio entrenando, aunque también estában algo aburridos, el entrenamiento era el mismo de siempre y eso ya los estaba cansando.

De repente las puertas se abrieron de golpe revelando a un chico de cabello negro con una raya verde de piel morena, tenía una chaqueta de cuero, jeans negros y botas de cuero, se veía exhausto.

¿Morro? ¿Hijo que ocurre?-preguntó el sensei Wu al ver lo cansado que estaba su hijo.

¡¡¿Hijo?!!-exclamaron los jay, Cole y Zane al mismo tiempo en estado de shock.

Papá!!-gritó Morro mientras se acercaba a él.

Morro ¡¿dime qué pasa?!-preguntó cada vez más preocupado.

Encontré a un serpentine que sabe de la ubicación de Raito-anuncio Morro con una gran sonrisa.

Los Ninjas estában completamente sorprendidos e incluso felices, por fin iban a bajar de su pedestal a la princesa de Jade.

Lloyd se había metido en serios problemas al ayudar a esa señora, pues había llegado tarde y dueño del orfanato estaba muy furioso.

¿En dónde estabas?-le pregunto el señor Lee furioso.

Estaba ayudando a una señora-respondio Lloyd con calma, pero al mismo tiempo con miedo.

¿Y con permiso de quién?-preguntó el señor Lee mientras se cruzaba de brazos estaba furioso.

Era solo un momento-se defendió Lloyd.

No me levantes la voz-lo regaño el señor Lee aún más furioso.

Pero-se quejo Lloyd luego se quedó en silencio cuando el hombre le dió una fuerte cachetada.

Te dije que no me levantes la voz-le grito el señor Lee.

Ni siquiera le había gritado-se defendió Lloyd con molestia ya cansado de la actitud del hombre-solo estaba respondiendo su pregunta.

Tenemos a aún rebelde-gruño el señor Lee, luego tomo a Lloyd por la muñeca de manera brusca, y lo empezó a jalar hacia la puerta-no tengo tiempo para lidiar con mocosos como tú.

¿Que vas hacer?-preguntó Lloyd ahora arrepentido de haberle gritado.

Lárgate de aquí-gritó el señor Lee mientras empujaba a Lloyd fuera del orfanato

Auch-se quejó Lloyd de dolor, vio sus brazos llenos de raspaduras, las lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero no las dejó caer-¡¡eres un monstruo!!

¡¡Y que mocoso, no hay nada que puedas hacer!!-gritó el señor Lee para luego cerrar la puerta de golpe.

Lloyd se levantó lentamente, e hizo una mueca al sentir como su pierna derecha le empezaba a doler, empezó a caminar en dirección al bosque, ya no iba a esperar más, al diablo la comida o su ropa, iba a encontrar a sus tíos cueste lo que cueste.

Hola chico-lo llamo una voz femenina detrás de él, Lloyd se dió la vuelta para ver a la misma anciana que había ayudado con sus comprás, era la señora Sorla.

Hola señora Sorla-lo saludo Lloyd con una sonrisa forzada.

¿Adónde vas querido?-le pregunto la señora, luego vió sus brazos y sus ojos se abrieron como platos-¿pero que te ha pasado?

No es nada, me he resbalado-respondió Lloyd luego se dió la vuelta para seguir caminando.

No me mientas querido-lo reprendio la señor Sorla-esas no son raspaduras normales, alguien te empujó.

No sé preocupe señora sorla, Estoy bien-Lloyd intento tranquilizarla.

No intentes restarle importancia-lo regaño la señora sorla, luego lo tomo de la muñeca derecha delicadamente-ven vamos a curar tus heridas jovencito.

El principe perdido terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora