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Jay y Jungwon estaban en la habitación compartida, ambos sentados en la cama del menor. Estaban frente a frente con las manos entrelazadas y mirándose fijamente.

Llevaban un tiempo así. Después de haberse besado un poquito (bastante) más, decidieron conversar y aclarar las cosas, pero antes necesitaban pensar bien lo que iban a decir.

Jay tomó un poco de aire por la boca y suspiró para comenzar a hablar.

-Wonnie, como te dije antes, no me arrepiento de haberte besado ni de haber hecho... eso - sus mejillas se tornaron de un dulce rosado, al igual que los mofletes de Jungwon - En ambas cosas yo di la iniciativa y en parte se debe al poco autocontrol que tengo cuando estoy contigo, realmente pierdo la cabeza cuando estoy contigo - sonrió en grande, sus lindos ojitos parecían dos semi lunas brillantes - Y llevo repitiendo que quiero hacer las cosas bien y por pasos y lo sigo arruinando y - suspiró, mirando sus manos y jugando con ellas - Me estoy enredando, ¿cierto?-.

-¡No! No, hyung, en parte te entiendo, a mi también me hubiera gustado hacer las cosas en orden, como lo mereces, pero sin duda no cambiaría nada, porque al fin y al cabo lo que hicimos fue con amor de por medio y para mi, tú eres la persona que más amor merece en el mundo - sostuvo con sus manos el rostro contrario - Y no lo digo porque te haga falta, al contrario. Pero la perfección que eres merece amor y mucho - sonrió con ternura a su mayor.

-Wonnie, te amo - inclinó su rostro para besar los dulces labios de su menor - ¿Sabes qué? Vamos a la azotea - se puso de pie, abandonando la comodidad de la cama. Jungwon lo miró extrañado.

Park estaba decidido, no podía esperar ni un minuto más para poder formalizar aquella extraña relación que había empezado con Yang, si bien aquello implicaba saltarse muchos pasos, estaba consciente de que el pequeño Won no se incomodaría por ello.

El amor suele ser confuso e impulsivo.

Ambos extendieron sus manos para entrelazarlas y salir de su cómodo hogar para dirigirse al último piso del gran edificio.

Antes de que Jungwon tocara el botón del ascensor, Jay jaló levemente la manga de su polera para alejarlo del ascensor y guiarlo con dirección a las escaleras.

-Hagamos una carrera - señaló Park con su mano derecha en dirección a las gradas.

-No creo que sea buena idea - Yang dudó un poco - Vamos a sudar y te recuerdo que hace rato hemos hecho otro tipo de actividad física y no nos hemos bañado. Es más, regresemos a ducharnos - se dio la vuelta para dirigirse nuevamente a su apartamento, pero Jay envolvió sus brazos en la pequeña cintura del menor, deteniendo su paso.

-Aún no puedo creer que hayas sido tú quien haya dado la iniciativa, aquí entre los dos, yo soy el más atrevido - susurró cerca al oído de su pequeño, robándole un sonrojo y que se pusiera nervioso - Podemos bañarnos después - depositó un pequeño beso en su nuca.

Jungwon se soltó del abrazo con un movimiento rápido, mirando con reproche a Jay.

-No seas puerco y no hables tan alto, alguien te puede oír - el mayor rodó los ojos y sonrió con burla - Iremos ahora - demandó el pequeño castaño avanzando hacia la puerta de entrada.

El alto pelinegro soltó un suspiro resignado y siguió el paso del menor. Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta para que ambos puedan entrar.

-¿Te bañas primero? - cuestionó Won dirigiéndose al baño para verificar si estaban todos sus productos de aseo.

Jay lo pensó bien antes de responder. Sonrió de medio lado al percibir una idea ingeniosa por su cabeza. Apresuró su paso para no perder de vista a su lindo gatito y asegurarse de que seguía en el baño, al ver que estaba temperando la regadera, cerró la puerta detrás suyo con seguro y se recostó en ella.

SO BAD -《JAYWON▪WONJAY》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora