Capítulo 2

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El resto del camino al instituto, Thomas no dejó de contar anécdotas de cuando Emma y él pasaban tiempo juntos, se veía muy animado, más de lo normal. Cada uno se separó para dirigirse a su clase, acordando verse a la salida de clase, ya que en el descanso Alessandro y Emma tenían que preparar las actividades para la excursión de sus compañeros.

Cuando Alessandro entró en la clase, buscó a Emma, que se encontraba sentada en su pupitre mirando uno de sus cuadernos, desde que Thomas le contara la historia de Emma, no había podido quitarse a la castaña de la cabeza, antes le llamaba la atención la habilidad de la chica para pasar desapercibida y no resaltar en exceso en clase, pero esas características eran las que más habían llamado la atención del pelinegro desde el primer día de clase cuando la vio entrar.

-Emma, ¿qué te parece si en el próximo receso hablamos con el resto de la clase, y hacemos la elección de actividades?

-Me parece bien, le podríamos avisar ahora cuando llegué el profesor, así estarán todos, y nos prestarán más atención –agregó la castaña.

-De acuerdo, cuando llegué el profesor hablaré con él.

- Alessandro, yo... disculpa si te incomodé esta mañana cuando nos encontramos –la castaña tenía una pequeña mueca en su rostro.

El pelinegro la miró atentamente, se dio cuenta de unas pequeñas ojeras bajo sus ojos verdes, tenía el ceño fruncido, seguramente porque se sentía incomoda.

-No te preocupes, Thomas me lo explicó todo –trató de tranquilizarla, pero consiguió todo lo contrario, vio como sus ojos reflejaban miedo, y su ceño se frunció mucho más.

- ¿A sí? ¿Qué te dijo exactamente? -preguntó, sus labios estaban apretados con fuerza, todo su cuerpo irradiaba tensión.

-Me dijo que erais familia, pero que apenas teníais relación por conflictos familiares –mintió, no quería decirle que él sabía lo que había pasado en verdad, algo le decía que metería a su amigo y a su compañera en un aprieto, al escuchar esto, la castaña se relajó, su gesto se había suavizado notoriamente.

-Llevamos cerca de un año sin vernos por culpa de mis padres –agregó la castaña –pero me alegro mucho haberlo visto, y ver que está bien –añadió con una pequeña sonrisa.

-Estoy seguro, de que el sentimiento es el mismo –hizo una pequeña pausa, sopesando la idea que se le estaba pasando por la cabeza –sabes, podrías volver a retomar la relación, por lo menos aquí, nadie tendría porque enterarse.

-Sí, eso sería genial, pero no me quiero arriesgar a que nadie se enfade conmigo –se excusó. – Alessandro, ¿me harías un favor?

-Si está en mis manos, sin problema.

-Cuida a Thomas, es una persona que vale mucho, es de esas personas que es capaz de animar y alegrar a todos –dijo con una pequeña risa, esto último sorprendió a Alessandro, y no solo a él, sino que a todos los que estaban alrededor de ellos que estaban pendientes de la conversación. Era muy raro ver a Emma intercambiar más de dos frases con la misma persona, y mucho más verla sonreír.

-Te lo prometo –dijo, y antes de irse le soltó la bomba –pero si quieres que yo lo cumpla, tú tienes que volver a hablar con él –añadió, y sin darle tiempo de responder se marchó a su pupitre a dejar sus cosas, y a esperar que llegará el profesor. Lo dicho por Alessandro la había pillado por sorpresa, no se esperaba eso.

El resto de la mañana pasó tranquila, en el descanso hicieron la votación de las actividades, y las apuntaron para llevárselas al profesor, cuando terminaran las clases. En todo ese tiempo Emma, no podía quitarse de la cabeza lo que le había dicho Alessandro, por un lado, se planteaba hacerlo, su padrastro no tenía por qué saberlo, pero por otro lado tenía miedo, le aterraba las consecuencias de que él supiera que volvía a tener contacto con su familia, pensando en su familia se acordó de su parte paterna, llevaba también un año sin hablar con ellos, ni siquiera un mensaje, estaba segura de que ellos estarían enfadados con ella, y se preguntaba si ellos habrían intentado ponerse en contacto con ella o saber sobre su situación, tampoco había hablado con Luca después de que se fuera con ellos, estaba enfadada, muy enfadada con él, se había ido, y la había dejado allí sola con su padrastro, no había hecho la intención siquiera de decirle que se iba, que no podía con esa situación.

Alessandro observaba de reojo a la castaña, la había notado bastante pensativa durante las clases, incluso a la hora de hablar con sus compañeros, se le notaba que no estaba prestando atención. Empezaba a cuestionarse si había sido una buena idea ponerle esa condición para la petición de la castaña, desde su punto de vista era una tontería, pero seguramente desde el punto de vista de ella, era algo que realmente le preocupaba o más bien le aterraba.

Sonó la campana, y Alessandro espero pacientemente a que su compañera se levantara para ir a la sale de profesores. Ambos iban en completo silencio hasta la sala de profesores, dónde los esperaba su profesor.

-Muchas gracias chicos –agradeció el profesor mientras miraba lo que habían redactado –Bien en cuanto a vosotros, ya que ninguno de vosotros puede asistir a la excursión, quiero que vosotros dos hagáis un trabajo complementario, puede ser de cualquier tema, pero tiene que tener relación con la asignatura.

- ¿pero lo hacemos individualmente o en pareja? –preguntó Alessandro

-Bueno, ya que sois solo vosotros dos, hacedlo juntos, para que sea igual que vuestros compañeros, ellos van a tener que hacerlo en parejas también.

-De acuerdo, ¿Cuándo se lo podemos entregar? –preguntó Emma

-Pues para cuando volvamos de la excursión, es decir, 3 semanas.

-De acuerdo, muchas gracias.

Ambos se despidieron del profesor y salieron, iban juntos hasta la salida, ya que Alessandro tenía entrenamiento, y Hikari tenía que volver a casa.

- ¿qué te parece si en este fin de semana ambos buscamos información sobre el tema? –preguntó Alessandro.

-Me parece bien, el lunes nos podríamos juntar, para unir toda la información.

-Está bien, pero en la academia no podemos quedar –agregó Alessandro –después del entrenamiento, ya está todo cerrado –hizo una pequeña pausa sopesando las posibles opciones para quedar –en mi casa tampoco podremos, la están reformando, pero... podríamos quedar en alguna cafetería.

Emma al escucharlo, se quedó pensando, existía la pequeña posibilidad de que fueran a su casa, pero algo le decía que no lo hiciera.

-Bueno, podríamos ir a mi casa, mi padre se va de viaje, así que no estará y no nos molestará – tenía sus dudas, pero sabía que su padre se iba ese día de viaje y estaría fuera varios días.

-Si no es ningún problema, está bien.

Dicho esto, ambos se despidieron y cada uno tomó su camino.

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Hola!!

Aquí os traigo un nuevo capítulo, espero que os guste y lo disfruteis.

Muchas gracias por los votos y los comentarios recibidos!!

Un saludo.

No more sad songs (Måneskin) PAUSADA INDEFINIDAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora