No te atrevas a soltar mi mano.

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- Bajen ya, los están esperando - Se escucha la voz de Indiana, lleva un rato insistiendo en que bajemos, vamos unos cuantos minutos tarde

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- Bajen ya, los están esperando - Se escucha la voz de Indiana, lleva un rato insistiendo en que bajemos, vamos unos cuantos minutos tarde.

Rápidamente tomo mi mochila y con la velocidad de un rayo bajo las escaleras y me encuentro en el pasillo con Detroit, quien tiene una cara de querer matar al primero que se le atraviese.

Recordando lo poco que me dejó dormir anoche, le pongo mala cara. Se supone que después de años conviviendo con su rock a todo volumen, debería estar acostumbrada. pero honestamente sigue siendo una tortura en las noches de sueño.

Cuando abrí mis ojos, Boston se había ido, supongo que debía aprovechar la ausencia de Gigi para escabullirse hasta su habitación.

Al llegar al primer piso identifico a Indiana, acaparando la atención de Namir y Sophie, quienes intentan seguir el hilo de la conversación de ella, quien les pregunta por sus vacaciones y mil cosas mas.

Indiana, mi madre, la típica madre socialité demasiado joven como para tener 4 hijos, casada con uno de los empresarios mas famosos del mundo, portando un apellido de renombre, siendo mayor propietaria de los bufets de abogados, hoteles y empresas textiles Walker Industry SAS, yendo cada noche a cenas benéficas, besando las mejillas delante de las cámaras de personas que ella llama "pobres" y limpiando su boca una vez se da la vuelta. Luce demasiado joven, incluso no parece madre, aunque no, no lo parece. Casi nunca esta en casa y poco podría importarle lo que a sus hijos les suceda. Aun así, la amo, un amor extraño y retorcido.

Boston es quien nos llevaba hasta el instituto pero ya que está a la universidad, se lleva el jeep consigo. Mi madre asumía que nos iríamos con Georgia, pero su licencia de conducción es lo suficientemente nueva como para confiar en sus capacidades. Por esta razón cada uno decidió buscar quien lo transportara y en mi caso Namir y Sophie, quienes son hermanastros y mis mejores amigos hace 12 años cuando nos conocimos en el kinder.

-Hey Vilma, ¿Dónde dejaste a Pedro?- exclama Namir al momento de notar mi presencia en la cocina. Entiendo muy bien su referencia, me ha llamado así desde que en primer grado perdí una apuesta y me disfracé una semana por completo de Vilma, de los picapiedras, y el simplemente no pudo superarlo. Así que, llevo años teniendo que soportar su apodo.

-Que gracioso te levantaste hoy, baboso.

-Por el contrario, yo pienso que te ves preciosa - Habla Sophie sonriendo, cosa que hace que la abrace y bese su mejilla.

-Todos se ven bien, es hora de irse - Exclama Indiana. - Señorita, tenemos tu y yo una conversación pendiente, no lo olvides - Me advierte y si, se que debemos hablar, <<Pero esto es algo que luego intentare manejar>> no vale la pena agobiarme desde ya.

Así que, despidiéndonos rápidamente, nos vamos camino al auto. Topándome en el camino con el ruidoso coche de los amigos de Detroit quienes tienen la música muy fuerte y tocan la bocina mil veces mas fuerte, ignorándolos nos dirigimos a nuestro destino.

Respira un poco mas fuerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora