—Señor
Yoongi se volteó hacia la voz, conteniendo el impulso de hacerlo callar antes de que empezara a decir porque, dioses, sabía perfectamente lo que el niño tendría para decir.
También sabía que no tenía porqué darle esos libros. Pero, para ser justos consigo mismo, no había estado muy consciente de si cuando lo hizo. Solo se guió por lo que sonaba correcto en ese momento, sin pensar que de sus explicaciones se derivarían más preguntas.
No quería volver a ver la expresión triste del mocoso cuando hablaba de si mismo con desprecio. No podía culparse por eso.
—No quiero que confunda mis acciones —dijo Jimin, levantando la barbilla de manera obstinada. —Lo que sucedió-..., lo que hice fue mi lobo. No yo.
—Lo sé.
—Y no recuerdo haberle pedido que fuera a mi cuarto —se quejó el más bajo, apartándose el cabello de la cara en gesto altanero. —Eso estuvo muy mal por usted.
—Sin embargo, yo recuerdo que tiraste de mi hacia el nido y me amasaste como si fuera tu muñeco de felpa —le recordó. —Y no te quejaste ni parecías ofendido por eso.
Jimin enrojeció violentamente.
—Es muy poco noble de su parte el recordarme mis comportamientos cuando yo ni siquiera estaba consciente. Debió detenerme, no formar parte de ellos.
—Está bien. La próxima vez intentaré detenerte antes de que te enrosques a mi como una cascabel bebé.
—¡Aish! —gritó el cachorro, golpeando con su pequeño puño sobre el pecho del conde en un golpe que tenía toda la intención de ser doloroso. No lo fue. —¡Y no está sucediendo de nuevo! ¡No se atreva a acercarse a mi si no lo llamo!
Jimin le dio la espalda y se alejó. Las mangas de su camisa parecían casi alas de lo rápido que el chico se movía en su carrera.
Yoongi se mantuvo mirando el lugar donde había estado de pie el omega. El olor a lirios prácticamente colmando la habitación, a pesar de los ventanales semiabiertos.
Llevó su mano al lugar donde el chico había golpeado y tocó por sobre la ropa.
Su piel se sentía curiosamente sensible allí.
Curioso.
[[...]]
Min Yoongi tenía demasiados problemas para distraerse.
Su agenda, que había estado satisfactoriamente desocupada por siglos, parecía alterada y desbordante cada mes que pasaba. El colofón fue recibir la carta, escrita de puño y letra de su alteza, invitándolo a asistir al pequeño receso que había organizado para ciertas nobles familias.
Tentado a no ir, recordó que si la situación empeoraba era habilidoso tener la corona de su parte. Así que, sin ánimos y conteniendo su disgusto, se embarcó hacia la cabeza del reino donde se ubicaba el palacio real.
Estuvo fuera durante casi dos meses, en "estricta audiencia" con el Reina. Kim Irina. En un inicio, la visita a la monarca no tendría que extenderse a más de una semana, pues era extraño que la aparentemente joven mujer le diera su atención a alguien por mas tiempo que ese.
Sin embargo, como mismo había sucedido con su padre, Irina encontraba un favorito en él. Escogió su compañía por sobre otras y lo arrastró por todo su interminable diatriba sobre nada, empecinada en malgastar recursos y tiempo en celebrar.
Yoongi asistió a bailes y celebraciones sin dejar de notar como, bajo todo el brillo y esplendor de la corte, se cernía el aire lúgubre de las ausencias marcadas. No solo los Jungs, sino que ya eran tres las familias nobles afectadas durante las revueltas.
![](https://img.wattpad.com/cover/249535017-288-k252765.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Singularity © yoonmin.
Mystery / ThrillerMin Yoongi es un conde vampiro de seiscientos años de edad que se niega a casarse o tener descendencia. Prefiere pasar el resto de su inmortal vida solo a ser tan lastimado como lo fue su padre. Y su decisión es irrevocable. Por eso sus amigos cree...