Capitulo |3|

95 10 37
                                    

Atenea*

Nuevo día, nueva desgracia o como era?, En fin me da igual como se diga, el día no puede comenzar mejor después de una de las tantas pesadillas de Adam que me hacen recordar el miedo y todo lo que yo me contuve cuando solo tenía 4 años, todo eso que nunca dije porque me hacía sentir mal, porque me daba miedo a que no me vieran igual, tarde entendí que nada de lo que pasó fue mi culpa o paso por qué yo así quisiera, todo fue por qué un loco enfermo se obsesionó con mamá y nos uso de objeto para su placer propio, admiro él como mi hermano salió adelante, como superó todo lo que le asusta y le hacía sentir culpable, quiero ser tan fuerte como el, quiero tener esa valentía que tuvo y siempre le veo tener para enfrentarse a todo lo que siempre le asustó. En Adam me reflejo mucho por el hecho de que no habla, no siempre me dice que le pasó y mucho menos me quiere sacar el tema en algún momento vale que ambos en su momento hablamos de los traumas de cada uno y el como terminé adoptando con tan solo 13 años de edad, se convirtió en mi compañero cuando todo se complicaba, el solía reírse de todo y ver a todo el lado positivo mientras que yo no puedo salir del mismo borde dónde estoy siempre a un paso de caer por un precipicio que solo me va hacer pedazos.
Unos minutos después la voz del Raúl me ha sacado de mis pensamientos, tanto me metí en ellos que no se con exactitud como fue que llegue aquí pero ya llegué y es lo que importa, lo último que supe de Fran fue que estaba o fue inducido a consumir Ventolera, es una fusión de dos de las drogas más letales del mundo, por lo que muy raro es ver a alguien adicto a ella ya que su efecto es mortal en corto plazo, las únicas personas que yo sabía que distribuían la Ventolera solamente era el cartel de la familia Vaez, el cartel del pacifico, ese cartel que solo me hace recordar mis primeras misiones, mis primeros problemas donde no sabía cómo resolver un crimen y las primera veces que lleve presa a una persona y fue a la señora Vaez  madre de todo el clan Vaez, no sé cuánto tiempo a pasado si no fuera por qué James me ha sacado de mis pensamientos no hubiera reaccionado, estoy un poco perdida y los ojos verdes que tengo posados sobre mi no me ayudan en nada, solo me lo complican todo….

— Buenos días Atenea —joder por qué tiene que decir mi nombre de esa forma tan lenta que lo hace parecer un susurró—

— que tienen de buenos, en fin tan temprano y ya vas a obstruir mi oxígeno

— claro es mi Hobbie favorito pero lástima que a eso no vengo, tus padres llegan en 1 hora, se les notificó que tienen que venir a hacer su declaración

— ¿Por qué no se me informo nada?

— porque bueno Atenea, son tus padres y no quieren que tengas ninguna falla o que vayas encontra de tu ética por lo que tienen prohibido el contacto contigo hasta después del interrogatorio —mierda mi familia no merece esto—

— por cierto cuando vine a buscarte en la mañana había una rosa en tu escritorio por lo que la puse en aquel florero, creí que no vendrías ya que llegaste tarde, entonces no quise que se marchitara —joder otra rosa, quien carajos se está empeñando en invadir mi espacio personal con esas idioteces, tome la nota que estaba junto a la rosa y está vez era la misma letra que al inicio "L"—

— Gracias pero no era necesario que tocarás mis cosas

— parece que tienen un pretendiente

— pierde el tiempo sus detalles estúpidos me dan náuseas, no le encuentro sentido a qué lo siga haciendo

— pues parece todo lo contrario por qué si lo odiaras no tendrías las rosas en un florero

— solo me ha mandado dos, aparte esa otra se me hizo muy linda y se la iba a llevar a mi sobrina y para empezar no eres nadie a quien le deba dar indicaciones, largo —dije señalando la puerta, hizo un leve ademán de querer tocarme por lo que lo detuve en seco— no se te ocurra tocarme o te hago que te tragues la rosa

VENCIENDO EL PASADO✔️|2.0|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora