Capitulo |26|

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Atenea*

Mis ojos siguen detallando la cripta que se encuentra frente ami, una presión en mi pecho me recuerda que no estoy frente ala cripta de cualquier persona, estoy frente a la cripta de mi violador...

— Que irónico, me encuentro frente a tu lapida siendo que había jurado no volver a verte jamás, un día dijiste que las rosas te parecen exóticas pero que las odiabas por que solías pincharte los dedos con las espinas, así que cuando venía de camino aquí solo pensé en darte un poco de lo que mas odiabas. Me hiciste odiarme, me hiciste odiar el contacto físico, me jodiste de muchas maneras Sebastían, nunca pude decirte lo mucho que te odiaba por eso, lo mucho que me duele el ver mi cuerpo lleno de marcas, yo no quería eso, yo era una niña que no merecía la mierda que le hiciste pasar, me jodiste y eso duele.

Tu me dijiste que solo querías jugar conmigo, tu decias que me iba a gustar el juego, no me gustaba, nunca me gusto tu juego, me dolía jugar contigo, me dolía saber que estaba mal lo que me hacias, no era una niña tonta, mamá siempre me dijo que no dejara que nadie mas me tocara, que eso era malo. Te puedes imaginar los años de mi vida que pase odiandome por haber dejado que profanaras mi cuerpo, ver como le hacias daño a mi hermano, ver como destruyes a pedazos mi vida, mis esperanzas, mi inocencia, era una niña que tenia miedo de que le hicieran daño, era una pequeña que nunca deseo nada de lo que le hiciste. Yo no quería esta mierda Sebastían, yo no quería vivir con miedo hasta de mi propia sombra, yo quería ser una niña normal, nada te costaba no tocarme las veces que te grite que no lo hicieras, nada te costaba no hacerlo, me lastimaste, yo simplemente no puedo perdonarte por eso, pero se que si no intento dejar de culparme no podre seguir, me quedare estancada en un lugar donde solo me causo dolor, por eso el día de hoy vengo a enfrentar mi mas grande miedo, vengo a enfrentarte, vengo a vencer mi pasado, vengo a decirte que ojala y te pudras en el infierno, no me jodiste hijo de puta, no pudiste contra mi porque aquí estoy yo frente a tu lapitada recordándote lo hijo de puta que eres y lo mucho que te odio, pero el día de hoy me perdono a mi misma por culparme durante años de algo que nunca fue mi culpa, de algo que no quise que fuera real, de algo que no podía controlar, me perdono por creer que fue mi culpa, me perdono porque nunca será mi culpa que tu fueras un enfermo de mierda, me perdono porque yo no pedí esto —deje las flores sobre su cripta, el nombre resalta sobre lo blanco del mármol, mi pecho se oprime al leer "en memoria de Sebastían Madrigal, por ser un gran hijo y amigo", y una mierda fue mas bien un gran hijo de puta, di un gran suspiro y me quede mirando un rato la cripta antes de ponerme de pie y caminar lejos de ahi, mi cuerpo se impacto con el torso de alguien, entre disculpas torpes intente ponerme de pie ya que caí de nalgas al suelo—

— Papá? —dije confundida cuando la imagen de mi padre se poso sobre mi, portaba una gabardina negra y una camisa de cuello de tortuga, vaya que el clima de Madrid era muy frio y entendia su vestimenta del momento—

— Atenea, ven te ayudo a ponerte de pie —dijo extendiendo su mano a mi, lo mire unos segundos, lo hipnotizante que eran sus ojos me hacia entender porque mamá siempre dijo que lo que mas amaba de papá eran sus ojos, esos ojos que eran idénticos a los míos pero con una diferencia, que los colores eran diferentes, recuerdo el día que mamá me dijo que fui la primera y una mujer de la familia de papá que heredo la heterocromia—

— gracias, creo que tengo que irme tío Eliot me espera para comer

— espera, te parece si podemos caminar un rato antes de ir a casa de tu tio

— esta bien

El trayecto de salida del cementerio fue callado, papá se encontraba a mi lado con las manos en los bolsillos, me gire a observarlo, quien lo viera no pensaria que es un hombre que esta en sus cincuentas, es muy alto y se mantiene en forma, papá suele hacer mucho ejercicio, el hecho de que de un tiempo para aca se haya dejado la barba lo hace ver mas imponente, papá siempre ha sido muy guapo con una mirada tan pesada que sin necesidad de girarte a comprobar si te miraba sola te dabas cuenta que te miraba por lo pesado de su mirada...

— se que te debemos una disculpa pero antes de dartela quiero que escuches mis razones, hace un tiempo me amenazaron por lo que me contrate una seguridad y Fran me conto lo que sabia que pasaba en Estados Unidos por lo que lo analize tanto hasta que el dijo que la única manera de sacarte del radar de ellos era fingiendo su muerte, de esa forma la FBI te daría los días de luto que merecen los agentes y podría decirte que era lo que estaba pasando, de esa manera lograríamos que regresaras junto con Adam a Madrid pero simplemente no lo logre y eso me enojo muchisimo, yo quería cuidarte, quería proteger a mi princesa, tu madre penso lo mismo que yo, se que no te tomamos en cuenta pero si vas a odiar a alguien odiame a mi por buscar una forma de cuidarte, estuve apunto de perderte cuando tenías 4 años, no quiero perderte, no a mi hija, no soportaría saber que te perdí o perdí a alguno de tus hermanos, primero daría mi propia vida yo antes de que te hicieran daño de nuevo —lo mire atenta escuchando todo lo que tenia que decir, las lagrimas caían de mis ojos, me siento idiota por no saber que decir, por no tener las palabras que papá quiere escuchar— fuiste muy fuerte para enfrentar esto que acabas de hacer con Sebastían, admiro tu fuerza me recuerdas tanto a tu mamá, cuando era una adolecente que tuvo que salir adelante sola, eres igual de fuerte y tenaz que ella, eres valiente y yo te admiro eso, siempre estare orgulloso de la hija que tengo, eres mi mejor regalo, me enseñaste que podia enamorarme de alguien que aunque no le vi en 4 años en dos segundos me puso a sus pies, eres mi todo Atenea

— tu también eres mi todo papi, eres lo mejor que tengo en la vida, tu y mamá, por esa razón es que me duele tanto cuando ustedes me ocultan algo, cuando ustedes saben la verdad de las cosas y aun así no me lo dicen

— prometo decirte todo lo que quieras saber a partir de ahora

— porque odian a James? —observe como papá tenso la mandíbula antes de mirarme de nuevo—

— simplemente no nos agrada, hija solo quiero que sepas que a veces las apariencias engañan —dicho eso no volvimos a hablar algo mas hasta que llegue a casa de tío Eliot— Espero que si vayas ala cena de navidad con nosotros

— vale papá, saluda a mamá de mi parte, Ainhoa vendrá a casa?

— me ha dicho que vendrá, pero ya sabes con tu hermana y su escuela al final no se sabe que es lo que en realidad va a pasar, es el primer año que tu hermana pasa en Berlín, me sigue molestando que ella no quiera mi apoyo pero también admiro que quiera ser una mujer independiente y que salga adelante sola, eso es de admirar mucho, me recuerda mucho a tu mamá cuando se fue de su casa por las cosas que ya sabes

— si papá, no pasa nada si dices que fuiste un idiota y que no sabías como actuar con ella

— bueno tampoco vamos a entrar en detalles o si

— pues no porque sales perdiendo, en fin papá como esta mamá?

— extrañando sus hijos, ninguno va pasar navidad con ella este año solo tu, bueno si es lo que quieres, hija si quieres odiar a alguien quiero que me odies a mi, se que tu madre no soportaría saber que su hija la odia —le regale una leve sonrisa de lado a papá, tiene razón mamá están linda y buena que no soportaría que la odie, pero esque simplemente no los odio, me culpo a mi misma por sentirme tan débil ante tantas cosas que me han jodido, por sentir que todo mi mundo se viene encima—

— no los odio papá, deja las cosas así, no puedo odiar a tantas personas en el mundo

— se que odias a Sebastían

— papá tu crees que tengo que perdonarle a el para seguir adelante

— no mi princesa —el que papá me diga así no me afecta porque siempre me ha dicho de esa manera— lo que yo siento esque te culpas por tantas cosas que no fueron tu culpa, te culpas por problemas que no eran culpa tuya, te sientes con la responsabilidad de todo cuando en realidad eres la que menos culpa tiene en la historia

— intento perdonarme, yo lo intento mucho papi, pero simplemente no logro hacerlo, no puedo hacerlo, todo en mi duele cuando intento perdonar mi pasado —papá acarició levemente mi mejilla antes de dejar un casto beso en mi frente—

— mi niña, cada que intentes perdonarte por tu pasado primero recuerda que eras una niña de 4 años que no podía hacer gran cosa

James*

VENCIENDO EL PASADO✔️|2.0|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora