El Pacto
Capítulo 13. Diferentes caminos
Después de su discusión, Sakura había salido de la casa con paso rápido para que nadie la viera derramar las lágrimas que había estado conteniendo.
Rodeó la casa y se sentó en el porche de madera que tenía en la parte de atrás. Apoyó la cabeza derrotada, en uno de los pilares de madera que sostenían el techo, y lloró abrazándose las rodillas.
Sasuke no se daba cuenta del daño que hacía su indiferencia, que la llamara molestia y no confiara en sus capacidades. Aunque en el fondo, sabía que él había hablado de ese modo porque estaba enfadado con ella, por querer ir sola a una misión peligrosa. Y eso significaba que se preocupaba por ella más de lo que podía imaginarse.
A esas alturas lo conocía lo suficiente como para saber que él estaba sufriendo tanto como ella. Sasuke había resultado ser muy protector con la gente que quería. Tal vez el haber perdido a los suyos de niño había marcado su fuerte carácter posesivo y sobre protector. Por mucho que le pesase a Sakura, no podía estar enfadada con él por querer que no se expusiera a peligros.
Ella misma se había angustiado y disgustado mucho cuando él se había estado a luchar contra Deidara.
Suspiró derrotada. Ya no estaba cabreada con Sasuke por sus palabras, pero seguía triste porque sabía que, aunque al Uchiha le pesara, ella debería irse y averiguar que era en realidad la profecía y el poder que involucraba a su hermano. Y eso era algo que disgustaba profundamente al pelinegro.
Sintió que alguien se sentaba a su lado pero continuó con la cabeza apoyada en sus rodillas.
- Ne, pelo de chicle - la llamó la voz de Karin.
- No estoy de humor, cuatro ojos - le contestó sin cambiar de posición.
- Te he traído algo de comer, Juugo está preocupado por ti - continue la pelirroja.
- Estoy bien - dijo elevando la cabeza para mirarla y cogiendo la manzana que le ofrecía.
Karin la carrera, tenía los ojos algo enrojecidos y el semblante abatido.
- ¿Sigues enfadada con Sasuke-kun?
- No - respondió escuetamente sin mirarla, dando un mordisco a la manzana.
- Él sí parece enfadado - dijo con cautela - hemos oído que rompía cosas en su habitación.
- Ya - hizo una pausa silenciosa - ¿ha subido alguien para hablar con él?
Karin abrió los ojos asustada, por nada del mundo se pondría al alcance de la furia del pelinegro en esos momentos, y lo mismo se podía decir de sus compañeros.
- Sinceramente, frentona. Él da más miedo que tú - dijo con una sonrisa burlona.
Sakura supuso hablar que la mandado a con ella ya que no se atrevían a entrar en la habitación del Uchiha.
La pelirrosa bufó.
- Así que quieres ir a ese oráculo ¿no? - preguntó la pelirroja sabiendo la respuesta.