Capitulo 1 "La traición"

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Katsuki estaba sentado a los pies de su cama, en la oscura habitación que era su hogar desde hacia algunos meses. La verdad había perdido la cuenta de los días que había pasado encerrado en ese infierno, lo único que lo mantenía consiente del paso del tiempo era el reloj el la pared.

Se encontraba semidesnudo, solo llevaba puesta una bata de encaje blanco, la dejo caer de sus hombros dejando al descubierto su torso, se miro en uno de los tantos espejos que allí se encontraban. La habitación del burdel estaba cubierta de espejo inclusive en el techo, diseñada para cumplir con las fantasías de los asqueros alfas o betas, ¡inclusive omegas! que adoraban ver el sufrimiento de un omega siendo violado.

La imagen que le devolvió el espejo hizo que las lagrimas brotaran y rodaron por sus mejillas, su piel que alguna vez había sido blanca como porcelana, ahora se encontraba cubierto de moretones, rasguños y mordeduras, el único lugar a salvo de las mordeduras era su cuello, el cual estaba protegido por un grueso collar de cuero, un omega marcado no sirve como mercancía para alfas.

Sobre su pómulo izquierdo aun quedaban rastros de un moretón causado por el golpe de un alfa, había intento negarse a hacer una felación, aprendido por la mala que no debía negarse. Algunas noches era tal el asco que sentía que sus instinto se intensificaban, intentaba luchar, negarse pero nada funcionaba, solo lo condenaban a sufrir de su castigo por desobediente. Su lobo interno se la pasaba sollozando intentando llamar a su alfa para que lo rescatara, el cual, solo en su imaginación existía. Que alfa querría hacerse pareja de un omega que había sido usado por sin fin de hombres y mujeres, no tenia nada que entregar.

Volvió a mirarse al espejo, había perdido unos cuantos kilogramos y sus huesos resaltaba, sus ojos rojos estaban unidos en sus cuencas con grandes ojeras y su cabello rubio era un desastre enmarañado, poco le importaba verse bien pero ese día añoraba la imagen que tenia cuando era libre.

El era un joven bien parecido, a pesar de ser un poco mas alto y robusto de lo que era un omega promedio, no le faltaban pretendientes. Nadie tenia la oportunidad de cortejarlo, el tenia una meta, ser enfermero. Venia de una familia de betas humilde, nunca tuvo dinero de sobra y mucho menos amor, sus padres lo despreciaban por ser omega y no alfa, un alfa hubiera sido la salvación de la familia, según ellos. Pero eso no detuvo a Katsuki, con todo su sacrificio, se graduó de la preparatoria con las mejores notas y obtuvo una beca para estudiar su carrera soñada en una gran universidad. Todo marchaba bien, con sus 23 años se encontraba concurriendo a la universidad, vivía en los dormitorios de esta y tenia un trabajo de medio tiempo en una cafetería cercana, con lo que solventaba los gastos que no podía cubrir con su beca, se podía decir que su vida era buena, a pesar de ser omega.

Todo cambio la noche que recibió la llamada de su madre, el cual le refería que su padre se encontraba enfermo y necesitaba cuidados, un llamado para su instinto de enfermero, cuidar a su primer paciente. Su lobo interno se encontraba algo inquieto, desconfiado de la situación pero no le dio mucha importancia ¡que equivocado estaba!

Al llegar al sitio donde su madre lo había citado pudo ver un café de mala muerte en las afueras de la ciudad, su lobo interno gruño, esto hizo estremecer a Katsuki. Con una inmensa necesitad de huir, el omega giro sobre si mismo y trato de emprender su escape, pero una mano se cerro con fuerza sobre su muñeca haciendo chillar, cuando miro a su atacante se percato que era su madre y se relajo.

-Hijo tengo unas preguntas personales que hacerte- dijo su progenitora, el omega no entendía nada, supuestamente había ido a cuidar a su padre enfermo, no a tener una charla madre e hijo. Suspiro - ¿Qué pasa mamá? le respondió.

-¿Sigues siendo virgen, verdad? pregunto su madre. El rubio se quedo en shock, su progenitora nunca en su vida se había preocupado por el y ahora preguntaba por su virginidad. No sabia como tomarse esa pregunta, por lo que decidió responder con la verdad, ¿por que mentir?, ¿no?

- Si lo soy, ¿a que viene esto? ¿Qué tiene que ver con papa? ¿Dónde esta el?, cientos de preguntas mas venían a la mente del omega. Una sonrisa maliciosa se dibujo en el rostro de su madre.

Tres personas aparecieron de la nada, Katsuki se paralizo. Uno de los tres hombres se acerco a su madre, este era un alfa de un gran porte, cabello de color rojo en puntas, vestía con traje y guantes de cuero, todo de color negro. Libero sus feromonas lo que hizo caer de rodillas al omega. El alfa de negro sonrió, demostrando sus dientes afilados, se acerco a este, lo tomo del mentón e hizo que lo mirara.

-Tenias razón, es un omega de buena calidad- dijo el alfa.

-Todavía no ha sido usado- respondió entusiasmada la progenitora del omega.

El alfa levanto una ceja, y continuo examinado al joven, -Tienes suerte beta, el precio va a ser mayor de lo que habíamos acordado, me pone de buen humor cuando no me mienten- dijo. 

El omega trataba de procesar lo que estaba pasando, no quería creer que su madre lo estuviera vendiendo, hacia años que vivía de forma independiente sin pedirle nada ¡por todo lo santo! ¿tanto odio le tenia para hacerle eso?

Miro a su madre tratando de encontrar remordimiento, pero lo que vio fue a una mujer feliz y con ojos brillantes ante la idea de recibir mas dinero del que había pensado.

-Lo he criado bien- dijo sonriendo con verdadera felicidad. El alfa de traje le hizo un ademan con su mano y uno de los hombres que estaban a su lado le entrego un maletín a su madre.

- Ahí esta el pago, espero no volver a tener noticias de ti- gruño el alfa. Su madre se retiro con una enorme sonrisa en el rostro sin mirar atrás. El omega que seguía arrodillado por el efecto de las feromonas, luchaba con todo su ser por levantarse.

En ese momento su lobo interno se libero, los ojos del chico se volvieron verdes y un fuerte rugido broto de su garganta, en un abrir y cerrar de ojos Katsuki había tomado su forma de lobo, era joven y pequeño, pelaje marrón rojizo, gruño haciendo relucir sus colmillos. El alfa lo miro sonriendo con genuina admiración.

- Ohh cachorrito no quieres que me ponga de mal humor- dijo el alfa y libero una gran cantidad de feromonas, el omega se paralizo, su cuerpo no le respondió.

-Cambia y obedece- le ordeno usando la voz de alfa.-

El joven lobo a pesar de luchar con todas sus fuerzas, no pudo oponerse, ningún omega en este planeta podía negarse a la voz de un alfa. Rápidamente y rompiendo en llanto Katsuki tomo su forma humana y se dejo caer en el piso tratando de cubrir su desnudes, su ropa había quedado destrozada al haberse transformado, dejándolo aun mas vulnerable. El alfa se acerco y lo cubrió con su abrigo.

-Eso es cachorrito, es mejor que te portes bien porque de lo contrario te va a ir mal a donde vamos- concluyo.

Ese día el infierno del omega comenzaba...


He estado desde hace unos días dudando si publicar esto o no. No se si alguien lo va a leer. Pero hice lo mejor que quede para darle coherencia.

Si lees esto espero tu comentario 😊

Bajo una lluvia de pétalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora