6. Voz en el lago

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"Me llamo, Aden" Comento el niño pequeño, extendiendo sus manos hasta la camisa del mayor para comenzar a tirar de él. "Llévame a pescar".

Xiao Zhan intento procesar sus tiernas y demandantes palabras, pero a pesar de no entender se dejo llevar del pequeñín hasta que casi chocan con el anciano al bajar las escaleras, quien vio al menor con desaprobación. Entre estos dos el tono de piel y el cabello eran parecidos, así que Zhan se preguntó si este era el nieto del que habló. 

"¿Ya estas arrastrando a este joven a tus caprichos? Dije que esperaras a que terminara de hacer mi trabajo, déjalo a él tranquilo...no ha estado bien de salud".

"No, él me llevara a pescar" Respondió muy determinado el de ojos verdes. 

"¿Este es su nieto?" Preguntó Xiao Zhan con una sonrisa, desde siempre los niños le habían gustado. "Por mi no hay problema en llevarlo, yo también quiero explorar alrededor". 

"Oh si, este chico es mi nieto. Él es algo insistente...si no tienes problema con llevarlo, te lo agradezco" Menciono el viejo con un suspiro. "Justo hoy tengo fecha limite para entregar unas columnas a la editorial donde trabajo, estoy muy corto de tiempo".

"No se preocupe, cuidare de él" Respondió Zhan, de cierta manera se sentía culpable por quitarle tiempo al señor y quería recompensarlo cuidando a su nieto. 

Tras tomar los abrigos y las cañas de pescar, salieron de la cabaña, siendo azotados de inmediato por el frio ambiente. Zhan estaba escéptico ante el deseo del niño de salir a pescar con tal temperatura, incluso se preguntaba si los peces estarían dispuestos a ir por un cebo en medio del agua helada. Pero ignoro sus pensamientos y caminó con este por el sendero hasta encontrar el lago, el cual en una parte tenia una fina capa de escarcha que avisaba lo inapto que era para pisar. Temeroso, observo cada movimiento del pequeño, cuidando de que no se acercara mucho al lago, pero este parecía saber muy bien lo que hacía. 

Ambos se sentaron en un tronco seco mientras esperaban que el hilo fuera halado por algo, así pasaron unos largos minutos, Xiao Zhan comenzó a sentirse algo triste porque Aden no llevaría nada a casa, pero cuando estaba pensando en la forma de distraerlo, justo vio como algo halaba el hilo de la caña y se quedó sorprendido por la insistencia. El pequeñín de inmediato se levantó, luchando contra el hilo y sus ojos brillaron cuando salió un pequeño pez, no más grande que la mano de Zhan.

"¡Aden! Eres genial en esto" Halago el mayor con una sonrisa.

"Si, mi hermano me enseñó muy bien a pescar" Dijo orgulloso, sin contar que el pez intentaría escapar de sus manos.

Zhan miro como el pequeño seguía luchando y temió que sus pasos fueran al lago, por lo que se situó detrás y trato de ayudarle, pero bajo su pie había una fina capa de hielo y resbaló, cayendo de sentón en el suelo y encima de él Aden, con sus mejillas rojizas y una gran sonrisa.

"Zhan está viejo, Zhan está viejo" Se comenzó a burlar con un pequeño cantico. Mientras el segundo hacía una mueca de dolor por la punzada en su coxis. Definitivamente nunca se animaría a tener hijos.

"Siendo así, ¿que esperas para ayudar a este pobre viejo a levantarse?".

Le siguió el juego, tomando su pequeña mano cuando fue extendida pero pronto lo jalo y Aden cayó encima de él nuevamente, ahí fue donde comenzó a dejar cosquillas por su abdomen y el chico no paraba de reír.

Así las tardes avanzaron, Aden se había vuelto más tierno y comunicativo con el mayor, al llegar de la escuela hacía rápido sus tareas para correr a dónde Zhan y hacer alguna actividad con él, ya fuese ver una película, jugar con sus juguetes o caminar afuera. Su abuelo los veía a veces desde la ventana y sonreía, luego desaparecía para ir a su estudio y seguir con el trabajo. Lo único que le extrañaba a Zhan era que por las noches el anciano abría levemente la puerta de su habitación, como confirmando si aún estaba ahí. Lo único que pensó respecto a su comportamiento era que se preocupaba por como estaba su inquilino, sin darle vueltas al asunto. Sin embargo, un día que Zhan intento ir al pueblo, se sorprendió por su actitud.

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