He dejado a mis padres en casa, pese haberme mudado hace años y ser ya un hombre adulto, mis padres no dejan de visitarme cada semana y viceversa. Cuatro años fuera del servicio militar me ha traído ciertas repercusiones y mis padres siempre han mostrado su apoyo llenándome de lo que ellos consideran "mimos". Estoy agradecido con ellos, no ha sido fácil seguir con nuestras vidas pero lo hemos logrado. El aniversario de fallecimiento de mi hermana está a un par de semanas y mis padres cerca de estas fechas muestran más su dolor y melancolía. No llevo el duelo de la misma manera, para mi ha sido difícil saber que pude haber salvado a mi hermana pero estaba en misión lejos Inglaterra y no había forma de protegerla, saber todo lo que había pasado e incapaz de ayudar a mis padres.Esta noche estoy de "fiesta", la realidad es que sólo estoy cubriendo un evento con nuestro equipo de seguridad. La hija de un empresario se casa y su padre ha pagado una millonaria cantidad de dinero a mi compañía para que ningún riesgo ocurra. Es un evento de la elite, empresarios, políticos, extranjeros e incluso hay personas del Medio Oriente. La chica es muy atractiva, su esposo también y no lo digo con un tono morboso. Si me alguien me lo preguntara ambos parecen una pareja de pasarela, lo secunda la numerosa cantidad de reporteros que están tratando de acercarse a ellos para tomarles tantas fotos como puedan.
Lucen asquerosamente felices.
Priest que tú odies todo símbolo de amor y compromiso, no significa que todos piensen igual.
Me auto cuestionó el escepticismo que siento al ver semejantes muestras de "cariño". No estoy para ese tipo de compromisos, mi único interés es encontrar a la persona que me arrebato a mi hermana.
El evento finaliza cerca de las tres de la mañana. El equipo me invita a beber un trago y aunque me niego, es Sunny quien me lleva a rastras al lugar. Sunny es una vieja amiga, aunque es dos años mayor que yo sigue teniendo ese poder para doblegarme.
No bebo más de un whiskey que logra quemarme la garganta sofocándome pero calmándome en seguida. Me siento en uno de los taburetes frente al bar, observando la nada. Estoy cansado. Sunny se acerca a mi invitándome a bailar pero la rechazo, lo cual me reprocha y se enfada yéndose al baño. La observó alejarse, le he dicho que no quiero estar aquí y aún así he venido, eso ya es algo que celebrar.
—¡Mujeres! ¡¿Por que son tan difíciles de entender?! —dicen alguien a mi lado con un tono acentuado.
Le doy un sorbo a mi trago aprovechando para mirarle de reojo. Un hombre rubio, alto, fornido, con unos cuarenta y tantos, bien vestido y con un aire bastante arrogante...
¡Habla por ti mismo Priest!
Levanta la mano llamando la atención del bartender que se apresura a atenderlo. Me vuelve a ver, intercámbianos miradas que a mi punto de vista es muy incómodo pero al hombre no parece importarle. Joder. Lo que menos quiero es que me hablen.
—En lo personal no entiendo lo que quieren. —gruñe agitando la cabeza.
No digo nada y sólo hago una mueca en forma de sonrisa dando otro sorbo a mi whiskey. Por su acento puedo decir que es extranjero, austriaco quizás o alemán. Su pinta es de un hombre con dinero, abogado, empresario o político. Tiene altura.
Ignoro la mirada que me ofrece y continuo bebiendo. No estoy de humor, lo único que quiero es ir a casa, ducharme y dormir. Joder. Quizás unas vacaciones no me vendrían mal.
El tipo que no planea cerrar la boca continúa manifestando...
—Las mujeres son divinas pero tan difíciles de complacer. —suspira. —Por eso prefiero a los hombres. —dice como si nada.
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P R I E S T (Un Hombre Perfecto)
Lãng mạnDamascus Priest es ex capitán de la La Marina Real Británica, y ahora es propietario de la agencia de seguridad privada P.E.T.A Internacional. Cuatro años atrás abandono su puesto en la Marina para ocuparse de sus padres y de la ausencia que el ases...