Tales of Herding Gods [ 2 ]

Capítulo 283:

Qin Mu eligió este Sello de Salomón y lo volteó para examinarlo. Las otras focas de Salomón asomaron la cabeza por debajo de las hojas, arenas y grietas. Cuando vieron a un gigante recogiendo a su camarada, no pudieron evitar gritar de alarma antes de esconderse aún más profundo sin ningún espíritu de lealtad.

Qin Mu examinó al pequeño humano en detalle y vio que las patas de este Sello de Salomón estaban formadas por numerosas raíces entrelazadas. Alrededor de su cintura tenía una falda tejida con hierba y en su rostro había una barba parecida a una raíz.

Su mano sostenía una lanza hecha con una rama de bambú. La punta de la lanza brillaba como la nieve y era un tipo especial de metal. Qin Mu no pudo evitar estar asombrado y pellizcó la delicada lanza que era como una aguja, examinando el metal en la punta de lanza en detalle.

No podía ver de qué metal estaba formado, pero lo extraño era que había rastros de runas impresas en él. Por los atuendos de estos sellos de Salomón, era imposible que dominaran cosas como runas y hechizos.

Entonces, ¿de dónde había salido el metal de la lanza?

El sello de Salomón pareció despertar, porque comenzó a temblar. De repente, un brote verde salió de su cabeza. Estaba muy nervioso, por lo que el brote creció muy rápido.

Qin Mu sonrió. "Deja de hacerte el muerto. No te comeré, solo tengo algunas preguntas que hacerte".

El sello de Salomón hizo acopio de valor y abrió los ojos. Sin embargo, cuando vio la sonrisa de Qin Mu y sus dientes brillantes, no pudo evitar gritar alarmado y desmayarse de nuevo.

Gritos feroces vinieron de la isla cuando unos cien sellos de Salomón salieron corriendo agresivamente. Era evidente que eran la tropa de rescate, pero cuando vieron a Qin Mu pellizcando a su camarada, estos sellos de Salomón inmediatamente giraron en la otra dirección y huyeron.

Qin Mu se sorprendió y negó con la cabeza. "Realmente no hay espíritu de lealtad ..."

Movió la hoja en la cabeza del sello de Salomón y el pequeño humano se despertó una vez más. Qin Mu lo soltó y lo levantó con su qi vital, haciéndolo flotar frente a los tres. "Deja de hacerte el muerto, hazlo de nuevo y realmente morirás. Déjame preguntarte, ¿por qué hay tantas focas de Salomón en esta isla?"

Ese sello de Salomón se estremeció y dijo: "¡No sé, tendrás que preguntárselo al antepasado!"

Qin Mu frunció el ceño y preguntó: "¿De dónde vienen tus puntas de lanza?"

"No lo sé, tendrás que preguntarle al antepasado".

Indefenso, Qin Mu bajó al pequeño humano y dijo: "Tráenos a conocer a tu antepasado".

Cuando el sello de este Salomón aterrizó en el suelo, comenzó a caminar hacia la isla. Una pequeña cabeza entonces apareció de la hierba cercana y lo regañó con enojo, "¡Traidor!"

Qin Mu extendió la mano y también agarró el sello de Salomón de la hierba. "Tú también liderarás el camino, llévanos a ver a tu antepasado".

El sello de este Salomón obedeció de inmediato y bajó la cabeza avergonzado para convertirse en un traidor, y entró en la isla con el otro traidor a su lado. Ese sello de Salomón junto a él levantó instantáneamente su cabeza en alto como si fuera glorioso para él haber sido el primero en rendirse.

"Hay demasiados sellos de Salomón en esta isla".

Si Yunxiang estaba asombrado. Cuando llegaron al centro de la isla, notaron casas colgadas de los árboles, y todas eran muy delicadas, no mucho más grandes que los nidos de un pájaro. Fueron tejidas con enredaderas que se hicieron en forma de casas para colgar debajo de las ramas. Desde lejos, parecían manzanas verdes.