34. conversación

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-Al despertar Helena la mañana del domingo, halló el dormitorio resplandeciente con la luz del sol de invierno, y su brazo muy rígido debido a que se durmió encima del mismo. Se sentó enseguida y miró hacia la cama de Colin, pero estaba oculto tras las
largas cortinas que la misma Helena había corrido el día anterior. Al ver que se había despertado, la señora Pomfrey se acercó afanosamente con la bandeja del desayuno, y se puso a flexionarle y estirarle a Harry el brazo y los dedos-

Pomfrey: Todo va bien... Cuando termines de comer, puedes irte.

-Helena se vistió lo más deprisa que pudo y salió precipitadamente hacia las masmorras, deseosa de hablar con Lucy y Daphne sobre Colín y Dobby, pero no las encontró allí. Helena dejó de buscarlas, preguntándose adónde podían haber ido y algo molesta de que no parecieran interesadas en saber si ella había recuperado o no su conciencia-

-Cuando pasó por delante de la biblioteca, Percy Weasley precisamente salía de ella, y parecía estar de mucho mejor humor que otras ocasiones-

Percy: ¡Ah, hola, Helena! -dijo-. Excelente forma de confrontar a Malfoy excelente.

Helena: si pero me gane una noche en la enfermería.. ¿No has visto a Lucy ni a Daphne? -preguntó-

Percy: No, no los he visto -contestó Percy, dejando de sonreír-. Espero que
Ron no esté otra vez en el aseo de las chicas junto a tu hermano espiandoles...

-Helena forzó una sonrisa, siguió a Percy con la vista hasta que desapareció, y se fue derecho al aseo de Myrtle la Llorona. No encontraba ningún motivo para que Ron y Alex estuvieran allí, pero después de asegurarse de que no merodeaban por el lugar Filch ni ningún prefecto, abrió la puerta y oyó sus voces provenientes de un retrete cerrado-

Helena: Soy yo -dijo, entrando en los lavabos y cerrando la puerta. Oyó un
golpe metálico, luego otro como de salpicadura y un grito ahogado, y vio a daphne mirando por el agujero de la cerradura-

Daphne: ¡Helena! Vaya susto que nos has dado. Entra. ¿Cómo está tu Cabeza?

Helena: Bien -dijo, metiéndose en el retrete. Habían puesto un caldero
sobre la taza del inodoro, y un crepitar que provenía de dentro le indicó que
habían prendido un fuego bajo el caldero-

Helena: haremos estallar los baños para ver si encontramos una entrada secreta o algo por el estilo?, Bueno eso no es lo importante, más bien... Por qué no fueron a verme? -dijo en forma seria hacia sus amigas-

Lucy: Pensamos ir a verte, pero decidimos comenzar a preparar la poción multijugos. Hemos pensado que éste es el lugar más seguro para guardarla.

-mientras hacían los preparativos, Helena empezó a contarles lo de Colin, pero daphne la interrumpió-

Daphne: Ya lo sabemos, oímos a la profesora McGonagall hablar con el profesor Flitwick esta mañana. Por eso pensamos que era mejor darnos prisa... Cuanto antes le saquemos a Malfoy una declaración, mejor

Lucy: ¿No piensas igual? Se ve que después de que lo confrontaste por mi  estaba tan sulfurado que la tomó con Colin.

Helena: Hay alguien más... Dobby vino en mitad de la noche a hacerme una visita.

-Daphne y lucy levantaron la mirada, sorprendidas. Helena les contó todo lo
que Dobby le había dicho... y lo que no le había querido decir. Ambas amigas de Helena la escucharon con la boca abierta-

Daphne: ¿La Cámara de los Secretos ya fue abierta antes?

Lucy: Es evidente -dijo con voz de triunfo-. Lucius Malfoy abriría la
cámara en sus tiempos de estudiante y ahora le ha explicado a su querido
Draco cómo hacerlo. Está claro. Sin embargo, me gustaría que Dobby te
hubiera dicho qué monstruo hay en ella. Me gustaría saber cómo es posible
que nadie se lo haya encontrado merodeando por el colegio.

Helena: Quizá pueda volverse invisible.

Daphne: O quizá pueda disfrazarse, hacerse pasar por una armadura o algo así. He leído algo sobre fantasmas
camaleónicos...

Lucy: Lees demasiado, te pareces a Hermione... . Así
que fue Dobby el que hace que casi mi padre y su nueva novia loca nos embosquen en el tren y el que te noqueó ¿Sabes qué, Helena? Si no deja de intentar salvarte la vida, te va a matar.

-La noticia de que habían atacado a Colin Creevey y de que éste yacía como
muerto en la enfermería se extendió por todo el colegio durante la mañana del lunes. El ambiente se llenó de rumores y sospechas. Los de primer curso se desplazaban por el castillo en grupos muy compactos, como si temieran que los atacaran si iban solos.
Ginny Weasley, que se sentaba junto a Colin Creevey en la clase de Encantamientos, estaba consternada, pero a Helena le parecía que Fred y
George se equivocaban en la manera de animarla. Se turnaban para
esconderse detrás de las estatuas, disfrazados con una piel, y asustarla cuando pasaba. Pero tuvieron que parar cuando Percy se hartó y les dijo que iba a escribir a su madre para contarle que por su culpa Ginny tenía pesadillas.-

-Mientras tanto, a escondidas de los profesores, se desarrollaba en el
colegio un mercado de talismanes, amuletos y otros chismes protectores.
Neville Longbottom había comprado una gran cebolla verde, cuyo olor decían que alejaba el mal, un cristal púrpura acabado en punta y una cola podrida de tritón antes de que los demás chicos de Gryffindor le explicaran que él no corría peligro, porque tenía la sangre limpia y por tanto no era probable que lo
atacaran-

-Durante la segunda semana de diciembre, la profesora McGonagall pasó, como de costumbre, a recoger los nombres de los que se quedarían en el
colegio en Navidades. Daphne de momento fue la única que había firmado puesto que sus dos amigas seguramente la pasarían en el mundo muggle, además, había oído que Malfoy se quedaba, lo cual les pareció muy sospechoso. Las vacaciones serían un momento perfecto para utilizar la poción multijugos e intentar
sonsacarle una confesión. Por desgracia, la poción estaba a medio acabar. Aún necesitaban el
cuerno de bicornio y la piel de serpiente arbórea africana, y el único lugar del que podrían sacarlos era el armario privado de Snape-

-A Harriet le parecía que preferiría enfrentarse al monstruo legendario de Slytherin a tener que soportar las iras de Snape si lo pillaba robándole en el despacho-

Daphne: Lo que tenemos que hacer es distraerle con algo. Entonces uno de nosotros podrá entrar en el despacho de Snape y tomar lo que necesitamos. -Helena y lucy la miraron nerviosas- Creo que es mejor que me encargue yo misma del robo, soy la más tranquila de las tres y a ustedes las expulsarían si las pillaran en otra, mientras que yo tengo el expediente limpio. Así que no tienen más que originar un tumulto lo suficientemente importante para mantener ocupado a Snape unos cinco minutos-

Helena: espera... Tengo una mejor idea, y si le hablamos a mi padrino Constantine que nos dé los materiales?

??: Por favor Helena, eres una gallina que no puede ni con Snape? Escuchamos su conversación hace tiempo y queremos entrarle solo por joder a Malfoy

Helena: Alex, Ron, Hermione...

Alex: si tanto miedo para recurrir al vagabundo ese, es mejor que te largues con papi -dijo con burla-

Helena: es solo precaución -dijo seria- pero si tú quieres distraer a Snape por qué no tu y tu grupito provocan el tumulto?

Alex: me estás retando Wayne? Bien, lo acepto

-Helena sonrió triunfante, si castigaban a alguien que sea a su hermano el Potter menor mientras que ella puede salirse con la suya, cosa que notaron sus amigas y Hermione-

Ron: si, nosotros no tenemos miedo de Snape

Alex: cállate Ron... Bien, si nosotros logramos que ese profesorsucho se entretenga para que obtengan esos materiales quiero algo a cambio

Helena: que seria?

Alex: una cita con Quinzel

Lucy: que yo que? -pensando- acaso se enteró que me gusta?

Alex: -pensando- te haré mía Quinzel y así me darás más información para yo dársela a mi padre y así el al señor tenebroso

Helena Wayne Potter (cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora