-Una hora después la familia Black junto a Helena, se encaminaban a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho
menos, los únicos que iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal
aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del
primer piso: GILDEROY LOCKHART
firmará hoy ejemplares de su autobiografía EL ENCANTADOR de 12.30 a 16.30 horas-
??: ¡Podremos conocerle en persona! -chilló le pelicastaña a Alex Potter y al pelirojo sin saber que aún lado estaba Helena y las Black-. ¡Es el que ha
escrito casi todos los libros de la lista!
-La multitud estaba formada principalmente por brujas de la edad de Bellatrix. En la puerta había un mago con aspecto abrumado, que
decía:
??: Por favor, señoras, tengan calma..., no empujen..., cuidado con los
libros...
-los amigos de Alex consiguieron al fin entrar. En el interior de la
librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde Gilderoy Lockhart estaba firmando libros. Cada uno cogió un ejemplar de Recreo con la «banshee» y se unieron con disimulo al grupo, que estaban en
la cola junto con las Black-
??: ¡Qué bien, ya estamos aquí! -dijo Cissy. -Parecía que le faltaba el aliento, y se retocaba el cabello con las manos-. Enseguida nos tocará.
-A medida que la cola avanzaba, podían ver mejor a Gilderoy Lockhart. Estaba sentado a una mesa, rodeado de grandes fotografías con su rostro,
fotografías en las que guiñaba un ojo y exhibía su deslumbrante dentadura. El Lockhart de carne y hueso vestía una túnica de color añil, que combinaba perfectamente con sus ojos; llevaba su sombrero puntiagudo de mago desenfadadamente ladeado sobre el pelo ondulado.-
??: Fuera de aquí -gruñó a Helena, retrocediendo para lograr una toma
mejor-. Es para el diario El Profeta.
Helena: ¡Vaya cosa! -exclamó, frotándose el pie en el sitio en que el
fotógrafo lo había pisado.
Gilderoy Lockhart la oyó y levantó la vista. Vio a Helena y a las Black, aunque solo se enfoco en la chica. Entonces se levantó de un salto y gritó con rotundidad-
Lockhart: ¿No será esa Harriet Potter? -La multitud se hizo a un lado, cuchicheando emocionada. Lockhart se dirigió hacia Helena y tomándola del brazo la llevó hacia delante. La multitud aplaudiónmenos un joven.
Alex: así que decidiste volver Helena... Mi padre se enterará
Ron: por qué la odias tanto?
Alex: no es obvio? Ellame quitó la atención de todos al saberse que es la verdadera elegida!!
-De Helena se notaba la cara encendida cuando Lockhart le estrechó la mano ante el fotógrafo, que no paraba un segundo de sacar fotos-
Lockhard: Y ahora sonríe, Harriet -le pidió Lockhart con su sonrisa deslumbrante-. Tú y yo juntos nos merecemos la primera página. -Cuando le soltó la mano, Helena tenía los dedos entumecidos. Quiso volver con sus tías, pero Lockhart le pasó el brazo por los hombros y la retuvo a su lado.- Señoras y caballeros -dijo en voz alta, pidiendo silencio con un gesto de la mano-. ¡Éste es un gran momento! ¡El momento ideal para que les anuncie algo que he mantenido hasta ahora en secreto!! Cuando la joven Helena entró hoy en Flourish y Blotts, sólo pensaba comprar mi autobiografía, que
estaré muy contento de regalarle. -La multitud aplaudió de nuevo-. Ellano
sabía -continuó Lockhart, zarandeando a Helena de tal forma que las gafas le resbalaron hasta la punta de la nariz- que en breve iba a recibir de mí mucho más que mi libro El encantador. Helena y sus compañeros de colegio contarán
con mi presencia. ¡Sí, señoras y caballeros, tengo el gran placer y el orgullo de anunciarles que este mes de septiembre seré el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en el Colegio Hogwarts de Magia!
-La multitud aplaudió y vitoreó al mago, y Helena fue obsequiada con las obras completas de Gilderoy Lockhart. Tambaleándose un poco bajo el peso de los libros, logró abrirse camino desde la mesa de Gilderoy-
Alex: ¿A que te gusta, eh, Wayne? -dijo una voz que Harry no tuvo ninguna
dificultad en reconocer. Se puso derecho y se encontró cara a cara de su hermano, que exhibía su habitual aire despectivo-. La famosa Harriet Potter, o mejor dicho Helena Wayne. Ni siquiera en una librería puedes dejar de ser la protagonista.
Helena: no necesito que vengas para reclamar tus inseguridades Alexander -dijo seria mientras todos prestaban atención- no necesito ni que tú reclames ni que la gente me adule por algo que no existe como la magia misma
Alexander: así que una maga que no cree en la misma?
Helena: seguramente el director de Hogwarts es Gandalf
Alex: Gandalf?
Helena: leí el Hobbit -nadie entendía excepto las Black y John, John estaba viendo de lejos a Helena, y las Black sabían de el hobbit por qué una vez en familia con los Wayne vieron el señor de los anillos-
??: Vaya, vaya..., ¡si es la mismísima Druella Black! -Era el padre de Draco. El señor Malfoy había tomado a su hijo por el hombro y miraba con la misma expresión de desprecio que él.
Cissy: Lucius -dijo ella sin mas, saludándolo fríamente.-
Lucius: Mucho trabajo con la mocosa no?, me han dicho -comentó el señor
Malfoy-. Vuelve a conmigo o sufrirás una gran deshonra al juntarte con esa niña hija de un muggle
Cissy: Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra
Helena: mi padre es más Hombre de lo que usted es, Tío... Y tú eres Draxo eh? No te ves la gran cosa -juntarse con Damián y Jason le hacía tener sus actitudes de vez en cuando-
