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—¿Disculpa?—
—Te fuiste así porque ella era mi novia y ahora resulta que tú también tenías novio.—sonaba enojado. Ah, o sea que realmente era la novia.
—¿Qué te ocurre, Kazutora? Déjame en paz.—dije abriendo la puerta, él se adelantó para no dejarme entrar.
—¿Por qué te fuiste así ayer?—sonaba insistente.
—¿Por qué no me dijiste que tenías novia?
—Yo pregunté primero.—rodeé los ojos, él ganaba.
—Eres un chico con novia, no deberíamos salir así. Por eso.—dije firme.
—Primero que todo, no es mi novia.—aclaró, ¿qué?
—¿Ah no?—alcé la ceja. Aunque realmente me sentía avergonzada. No debí reaccionar así.
—No, es Jane, la dueña del bar. Estaba bromeando, probablemente estaba celosa de ti.
—¿Por qué estaría celosa?
—Porque ya me ha dicho en más de una ocasión que le gusto.
—Ah.—hice como si no me importara, pero realmente era información valiosa.
—¿Y tú? Si tienes novio. Vi como te acariciaba la mejilla.—seguía impidiendo mi paso. ¿Estaba celoso?
—¿Koko? Es mi hermanastro, es hijo de Patrick.—reí.
—Ah.—bajó su mirada—¿Así que fue un mal entendido para ambos?
—Al parecer.—rasqué mi nuca.
—Bien, solo venía a aclarar las cosas.
—Bien, qué bueno que se aclaro todo.
—Excelente.
—Perfecto.—¿por qué no terminábamos la conversación? no lo sé, solo sentía tensión y la necesidad de seguir respondiéndole.
—Genial.
—Cool.—ya bésame Kazutora, hazlo.
—Extraordina...—pero lo interrumpí, no aguantaba más. Lo necesitaba. Me abalancé sobre él para juntar nuestros labios desesperadamente. Él al principio pareció sorprendido pero no se demoró en seguirme el juego. Dios, como extrañaba esos labios.
Abrí como pude la puerta detrás de él y entramos, lo guié sin soltar su boca hasta que caímos al sillón.
A la cama aún no, señorito.
—¿Desesperada?—preguntó alejándose un poco, yo estaba encima de él.
—¿Me vas a decir que tú no?—reproché y él rió. Volvió a mis labios. Esta vez él tenía el control del beso, succionó mi labio suavemente y luego su lengua jugueteaba con la mía. Cómo me prendía este hombre.
Iba a comenzar a quitar su camisa cuando sentí la puerta. Mierda. Me separé rápidamente de él y ambos abrimos los ojos como plato.
—¿__? Vine a verte.—era la voz de mi madre. Mala idea darle a todos llaves de mi casa. Pésima idea.
—Mierda, Kazutora vete a mi habitación ahora.—dije levantándome rápidamente y ordenando mi ropa.
—¿Dónde está?
—Por la escalera, la habitación con la cama grande es mía.—dije empujándolo.
—¡Aquí estoy ma!—dije gritando desde el living, acomodando mi ropa que se había desordenado.
—Hola cariño, me tenías preocupada por eso vine.—me abrazó.
—Tranquila, salí con Koko a almorzar.—la tranquilicé con una sonrisa.
—Oh, qué lindos. Qué bueno que ahora estás sola, así puedo pasar la tarde contigo.—sonrió. Kazutora tendrá que aguantar un buen rato en mi habitación.

Después de unas dos horas aproximadamente mi madre decidió irse. No podía parar de pensar en que estaría haciendo Kazutora allí arriba.
Subí a mi habitación apenas se fue mi madre.
—Discúlpame, no tenía idea de que venía.—dije entrando a mi habitación. Kazutora se encontraba durmiendo en una orilla de la cama, por lo que no me oyó. Lo cubrí con una manta y me acosté también, mientras veía televisión.

—Me dormí, perdón.—dijo girándose hacia mí, después de unos minutos.
—Tranquilo.
—¿Cómo estaba tu madre?
—Bien, estaba preocupada porque ayer no le había respondido las llamadas.
—Ya veo.
—¿Quieres algo para comer?—pregunté levantándome para ir a la cocina. Él asintió y se levantó conmigo.
Había comprado una tarta de frutas hace unos días, así que comimos lo que quedaba.
—Deberías volver a cocinar.—dijo al terminar su pedazo de tarta.
—¿Tú crees?
—Claro, tus pasteles eran increíbles.—me reí ante su comentario.
—Creo que ahora no tengo tiempo para eso.
—¿No? ¿Trabajas mucho?
—Sí, y el tiempo libre lo uso para dormir.—rasqué mi nuca.
—Ya veo, yo hago lo mismo.
—¿Trabajas todos los días en la tienda?
—Todas las tardes, excepto sábados y domingos que la tienda está cerrada.
—Ya veo, ¿entonces crees que el próximo sábado me puedas acompañar a algo?
—¿A qué cosa?—alzó una ceja.
—Tengo una cena de la empresa, es por el aniversario.—rodeé los ojos—Es bastante aburrido, hablan de dinero y blabla. No quiero estar sola.—hice un puchero.
—Admito que me parece pésimo panorama, pero te acompaño solo para no dejarte sola.—me sonrió amablemente pero cambió rápidamente de tono—Oh, dime que no es formal.
—Claro que lo es, es una cena.—reí—¿Por qué?
—Le pediré a Chifuyu algún traje.
—Perfecto.

Nos quedamos un rato charlando hasta que ya anocheció, olvidándonos por completo de la escena subida de tono.
—Ya es de noche, debería irme.—dijo levantándose.
—Bien, ¿dónde estás viviendo?—me levanté también para llevarlo a la puerta.
—Con Chifuyu, en un departamento cerca de la tienda.—me contaba mientras caminábamos en dirección a la puerta.
—Genial, saludos a Chifuyu entonces.—le sonreí—Adiós.
—Adiós, __.—se acercó para depositar un beso en mi mejilla, bastante cerca de mis labios, me sonrojé.
Se alejó para irse en dirección a su auto.
Cerré la puerta y Manchas apareció por el pasillo.
—Hola Manchas, no te había visto.—lo acaricié y lo llevé conmigo a mi habitación, ya era hora de acostarse.
Revisé mi teléfono antes de quedarme dormida, tenía un nuevo mensaje de Kazutora.

Lo pasé muy bien esta tarde:)

Yo también, eres bienvenido cuando quieras:)

Pero nos quedó algo pendiente.

¿Ah sí? ¿Qué cosa?

Piénsalo;)

Se refería a lo que estábamos haciendo antes de que llegara mi madre. Qué coqueto, Kazutora. Dejé el teléfono a un lado y me dormí.

Oye leí los comentarios del cap anterior y ¿es q acaso quieren q la rayis tenga su momento 😳 con el Koko???? 😳😳😳😳😳😳😳

Quédate esta noche [Kazutora Hanemiya] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora