Talento

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Hoy, al igual que ayer me desperté antes de lo normal, yo tengo la alarma programada para las siete y cinco ya que tengo que coger un autobús para ir a la institución, este sale a las ocho y tarda unos quince minutos en llegar así que siempre suelo llegar con tiempo para tomarme el segundo café del día allí, ya sea en la cafetería o en un termo que traiga de mi casa.

Ayer al llegar del Outpost 3 Bri y yo empezamos a hablar sobre hasta qué punto es guay tener a Emma, que ya no es Emma, como tutora, profesora y directora. Por una parte sería interesante conocer más a la chica de púrpura, saber si es así de borde siempre o solo conmigo y sobre todo saber porque se puso tan nerviosa al ver que la que estaba atendiendo como última alumna era yo. Por la otra parte, si es tan borde como aparenta, muy fácil no lo vamos a tener, ya me veo venir que alguien estornude en una de sus clases, a ella le moleste y lo eche de clase, aunque haciendo balance a mi me gusta la idea de saber quién es y aceptaría ver cómo se enfada por la más mínima cosa.

7:50 de nuevo. Como ya tengo el horario voy mejor preparada, tengo danza así que hoy voy más cómoda, llevo unos pantalones vaqueros anchos, un top sin mangas negro, una chaqueta sudadera burdeos y las converse de imitación que me regaló mi madre. Un rato después, la que ya consideraba mi mejor amiga y yo llegamos a la institución, me tomé mi segundo café que esta vez me traje en un termo y nos dirigimos a nuestra clase. A primera hora teníamos inglés, no conocíamos a ninguna profesora a parte de Venable y Green así que íbamos a conocer a una nueva. Cinco minutos tarde entró a la clase una chica rubia de ojos claros, entre sus brazos llevaba un par de libros y una carpeta, rápidamente se acercó a su mesa, dejo los libros, se adecentó la camisa y se presentó.

-Buenos días, disculpad la tardanza, yo también soy nueva aquí - dijo y soltó una pequeña risa nerviosa, acto seguido se aclaró la garganta - yo soy vuestra profesora de inglés, si, aunque estéis en un bachillerato artístico aún tenéis que aprender bien vuestro idioma.

La clase se quedó en silencio observando a la rubia de pie en mitad del aula.

- Oh se me olvidaba- se acercó a su mesa saco una tiza y comenzó a escribir su nombre en la pizarra- yo soy Lily Rabe aunque podéis llamarme simplemente Lily, no me gustan las formalidades.

La clase transcurrió tranquila hasta que Venable tocó a la puerta.

- Disculpa Lily, necesito hablar con dos de sus alumnas- dijo en un tono inexpresivo, el único que yo conocía en ella.

- Por supuesto, sin problema Wilhemina

- Le he dicho que no me tutee, si los alumnos no pueden usted tampoco. Blunt y Fraser a mi despacho, ya. - la pelirroja dio media vuelta y comenzó a andar más rápido de lo normal. Bri y yo nos miramos y rápidamente nos levantamos para seguirla.

No hablábamos pero ambas notabamos la tensión y la incomodidad de la otra. En mi cabeza se escuchaba más el sonido del bastón de Venable que mis propios pensamientos, yo seguía sin saber el porqué de ese segundo apoyo, y presentía que así sería hasta que ella decidiera contarme el porque, y ahí entendí que probablemente nunca lo sabría.

Finalmente llegamos a su despacho, tomamos asiento como nos pidió y esperamos a que nos explicará el motivo de estar allí.

- Bueno, os preguntaréis porque os he sacado de clase tan repentinamente, muy sencillo, vosotras no sois de aquí, habéis venido desde España, según puedo leer en vuestro expediente, y no hay ningún problema, por eso la institución quiere ofreceros clases particulares para explicaros las asignaturas más dificiles ya que el vocabulario en inglés de estas puede resultaros complicado. - Nos miró a ambas esperando una respuesta de nuestra parte

- Yo lo agradezco mucho, me parece un gran detalle pero creo que no las necesito, me manejo muy bien en el idioma desde pequeña- respondí, sus ojos miraron fijamente a los mios

- ¿Y usted Fraser?

- Yo si es posible si que acepto las clases.

- Perfecto, pues pásese mañana en el recreo por mi despacho y le daré su horario de refuerzo.

Ambas le dimos las gracias y nos levantamos de nuestros asientos camino a la puerta

- Usted quédese señorita Blunt, tengo que hablar con usted. - Me pare en seco, Bri me miró y lentamente salió de su despacho. Yo volví a mi asiento esperando de nuevo a que empezase a hablar.

- Bueno ahora ejerciendo como tutora, en clase necesitamos un delegado y la señorita Green la recomendó para dicho puesto diciendo que usted es muy talentosa y buena líder, no comparto la opinión de mi compañera pero es la única opción ahora mismo así que vengo a ofrecerle el puesto, tiene hasta mañana a esta hora para pensárselo, puede irse. - la pelirroja bajo la vista hacia uno de los centenares de papeles que había en su escritorio, ignorando así mi presencia.

- Disculpe, pero ¿puedo hacerle una pregunta ?- está alzó su mirada y asintió.

- ¿Por qué no está de acuerdo con Green?

- Muy sencillo, no la conozco de nada y a otras alumnas que están en su misma clase si, y no crea que no soy consciente de que usted ha repetido en dos ocasiones señorita Blunt, si tan responsable y talentosa es no hubiera repetido.

- Tu no tienes ni idea de porque repetí, no tienes ni idea de mi vida ni de quién soy, y si tanta fe tienes en sus otras alumnas ignorarías la petición de Green y no me ofrecerías el puesto. - le respondí indignada mientras me levantaba del sillón.

- Ni se le ocurra tutearme ni volver a hablarme así o se meterá en serios problemas Blunt- dijo levantándose y apoyándose en la mesa con sus dos manos quedando inclinada hacia alante.

- Me la sudan los problemas en los que me pueda meter, cuando sepa algo de mi vida, cosa que no va a pasar, entonces critique mi talento. - Ella iba a responder cuando atravesé la puerta para salir de alli.

Lágrimas color lavandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora