CAPÍTULO 06.

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LOS SENTIMIENTOS DE ITADORI

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LOS SENTIMIENTOS DE ITADORI.

Itadori finalmente decidió actuar

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Itadori finalmente decidió actuar. Con las manos ligeramente temblando ya que no sabía como la chica reaccionaría, pasó lentamente y con algo de inseguridad sus brazos alrededor de la cintura de la ojirrosa, atrayéndola hacia su pecho y envolviéndola en un cálido abrazo. Solo quería reconfortarla, hacerle saber que tenía un hombro en el que apoyarse, y por encima de todo hacerle saber que no se encontraba sola. 

Ella no había detenido su llanto, y Yuuji quería realmente que dejara de llorar, porque no tenía la culpa de nada y tan solo había sido una víctima más del mundo de las maldiciones. Por eso se sorprendió cuando de repente la chica se aferró a la chaqueta de su uniforme y sollozó con fuerza, colocando su cabeza sobre su hombro mientras desahogaba sus emociones con él. Hanabi había guardado tanto sus sentimientos que ya no sabía como controlarlos o expresarlos bien, estaba tan herida que sus cicatrices aún ni siquiera habían sanado por dentro.

El pelirrosa apretó el agarre consiguiendo calmar a la pelinegra, que soltó un suspiro ahogado en lamentos después de haberse desmoronado mental y emocionalmente. La Samishi se separó ligeramente aún sin deshacer el abrazo, y bajó la mirada con las emociones mezcladas por completo. Por un lado se sentía avergonzada por haber dejado caer ese muro que siempre la separaba de los demás y que la protegía de sus recuerdos frente al chico que menos esperaba, pero por otro definitivamente se sintió aliviada al haber podido dejar por fin salir sus emociones.

Itadori abrió los labios para decir algo y romper el silencio que los rodeaba, pero la chica se le adelantó a la situación como de costumbre.

━Yuuji.━dijo su nombre tensando al momento al mayor. Ella alzó la cabeza y entonces observó al chico, haciendo que temblara levemente por la intensa mirada que había en sus ojos. Su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que pensó que podría llegar a salirse de su pecho, y sus mejillas tomaron un fuerte color rojo que no se notó por la oscuridad de la noche.

Hasta el momento Itadori no había sido capaz de apreciar a Hanabi porque siempre se distanciaba de todo el mundo, pero ahora que la chica estaba frente a él podía ver realmente lo bonita que era. Sus grandes ojos de color rosa brillando y con restos de lágrimas, un largo y ondulado cabello negro que acababa en puntas narajas, un lazo rosado que siempre llevaba en el cabello... Y lo que faltaba para él; una sonrisa que contrastase con sus amenazantes colmillos y su fuerte personalidad. 

Pero dejó de encerrarse en los pensamientos de su mente cuando la chica deshizo el abrazo, se levantó, retrocedió unos cuantos pasos y le dedicó así una mirada seria. El mayor tragó en seco preguntándose qué diablos hacía pensando en aquellas cosas en un momento como aquel, y sacudió levemente la cabeza concentrándose nuevamente en la situación. Hanabi lo observó con una mueca intranquila.

━¿Qué ocurre?━preguntó comenzando a ponerse nuevamente nervioso dudando de lo que la chica fuera a hacer.

━Tú... ¿Tú has matado a alguien?━cuestionó haciéndolo tragar en seco por la repentina pregunta, sabiendo todo lo que conllevaba hacerla. Sentía el dolor que sentía por el tono de voz que había usado.

━No lo he hecho...━hizo una pausa tomando un respiro y bajando la mirada, evitando la imponente presencia de la ojirosa.━Incluso si me enfrentara a alguien malvado en vida o muerte, no querría que eso ocurriera. Pienso que una vez mate a alguien... La opción de asesinar estará presente en mi vida.━apretó sus puños recordando cómo sus amigos pensaban que él había muerto por su culpa.━El valor de la vida se volverá ambiguo... Y tengo miedo de no valorar nunca más la vida de las personas que aprecio.━confesó con toda la sinceridad del mundo.

Hanabi soltó de nuevo un suspiro y se dio la vuelta, llevándose las manos a sus bolsillos plantando la duda otra vez en Yuuji. Estaba entre el limbo de la cordura y lo locura y no sabía dónde iba a acabar para la mañana siguiente.

━Ha... Ya veo, a diferencia de mí eres una buena persona, Yuuji. Ayudando a mi hermano, a mi madre, e incluso queriendo salvarme a mí...━soltó una risa dolida.━Estás hasta dispuesto a querer perdonar y confiar en una asesina. ¿Nunca te vas a rendir aunque alguien así de detestable como yo quiera acabar con todos a los que quieres?━se dio la vuelta de nuevo encarándolo.

Sin soportarlo siquiera un segundo más, el pelirrosa se levantó y caminó hasta quedar frente a ella, enfrentando a la menor de una vez por todas y cansado de que no pudiera ver lo mismo que él.

━¿Cuándo vas a dejar de decir eso? ¡No eres una asesina Hanabi!━gritó haciendo callar de repente a la pelinegra, que tenía una expresión de sorpresa y desconcierto en su rostro.━¡No tienes la culpa de estar maldita, mierda! Lo que le ocurrió a tu familia... No fue más que por su propio egoísmo, no te hicieron más que daño y hacerte pensar que eras la villana de la película.━tomó sus manos entre las suyas para que siguiera prestándole atención.━¿No puedes verlo? Tienes una familia que te quiere y acepta tal y como eres, no tienes por qué seguir huyendo de nada ni nadie.

La pelinegra se quedó callada, no podía decir ni una sola palabra por todos los sentimientos que había desperdigados en su pecho, estaba tan mareada y cargada que no podía apenas reaccionar ante lo que Itadori decía.

━Ni siquiera yo soy una buena persona. He puesto en peligro la vida de mis amigos, les he ocultado mi muerte, soy el recipiente de Sukuna por querer hacerme el héroe... Soy más idiota que nadie.━soltó una risa nerviosa por todo lo que acababa de decir.━Pero no puedo quedarme parado al ver injusticias así.

Apretó el agarre entre sus manos y volvió a mirarla fijamente.

━No quiero que estés sola Hanabi, quiero que seas feliz.

La chica abrió los labios sorprendida por las palabras de Yuuji, había sido la primera persona que había leído sus sentimientos mejor que nadie y como si fuera un libro totalmente abierto ante él. ¿Quién diablos era ese chico y cómo era capaz de hacer aquello?

━Dime... ¿Vendrías a la Escuela de Jujutsu conmigo? Podemos ayudarte, hay gente genial allí, te aseguro que podemos solucionar cualquier problema y afrontar todo lo que venga.

Pero los chamanes siempre corren con la mala suerte de tropezar dos veces en el camino, y Hanabi no sería la excepción a la regla.

Pero los chamanes siempre corren con la mala suerte de tropezar dos veces en el camino, y Hanabi no sería la excepción a la regla

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❛ALONE❜ → JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora