❝No volverás a estar sola mientras yo me mantenga a tu lado.❞
→ Hanabi solía ser una chica muy solitaria. Siempre había estado rodeada de pesadillas que le recordaban día y noche lo maldita que estaba, porque alguien como ella no podía amar y ser am...
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FUTURO INDECISO.
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Aquella extraña pantalla puesta sobre el territorio de la escuela de Tokyo, no era más que una distracción para que cierta maldición pudiera hacerse con los objetos malditos del lugar. Pero aquello aún era desconocido para los hechiceros, quiénes se trataban de agrupar para enfrentar a las maldiciones y a los usuarios malditos que repentinamente estaban apareciendo. Y para su mala suerte, al descubrir que aquel manto afectaba tanto a Satoru como a Hanabi.
━Hanabi, cálmate por favor. Tienes que volver, no acercarte al peligro.━se escuchó a través de la línea una voz masculina con un tono serio, que intentaba ser razonable a la vez porque lidiar con el fuerte carácter de la chica era algo que solo dos personas en ese momento podían lograr.
━¿¡Cómo es eso de que debo volver!? ¡Quiero ir a ayudar a Yuuji y a los demás!━se quejó la pelinegra por teléfono, ya que al intentar salir de la pantalla para saber qué estaba ocurriendo afuera, el resto de chamanes excepto ella podían cruzarla. Mientras que Gojo no podía entrar para ayudar a sus alumnos, la Samishi no podía salir de esta.
━Pero estás en peligro, y con tu condición es muy probable que seas un objetivo de quienes sean que estén atacando a la escuela.━trató de razonar con ella.━Tus compañeros son perfectamente capaces de defenderse.━finalmente la hizo entrar en razón Nanami, quién había sido llamado por Satoru como su última opción, porque él era incapaz de convencer a la menor e Itadori no atendía sus llamadas.
━... Está bien, pero si me encuentro con alguna maldición de camino, acabaré con ella.━respondió para después colgar y marchar camino hacia las instalaciones de la escuela, aún de mal humor por lo sucedido.
Hanabi volvió a morder su labio, un mal hábito que tenía cuándo se ponía nerviosa. No entendía bien el porqué estaba de alguna manera involucrada en aquello: quizás era por su sangre o su técnica, pero no le encontraba el sentido cuándo esa información estaba más que clasificada por los altos mandos. Además, tampoco comprendía el porqué desearían mantenerla encerrada allí dentro, ¿acaso había algo afuera que no querían que viera?
Quizás ella no era quién corría peligro después de todo, quizás ella era el peligro para el monstruo que había afuera. Ese era el único razonamiento con sentido en la mente de Hanabi, por la que cruzó la imagen del odioso bastardo que acabó con la vida de su hermano. Y es que si realmente se trataba de Mahito, entendía perfectamente el porqué las maldiciones querrían mantenerla allí encerrada.
