19 Miradas.

32 12 3
                                    


6:03 Am.

Al despertar no quería bajar a desayunar pero mi mamá me obligó hacerlo diciéndome que sería malo no desayunar. No quería verle la cara a ese imbécil, aún no podía creer lo que hizo anoche y hacer que todo estaba bien cuando no lo estaba. ¿Cómo podía aparentar ser alguien? ¿Como pudo secuestrar a una persona?

Esas palabras hacen eco en mi mente, mi familia se encontraba en peligro por la presencia de él y me molestaba más no poder hacer nada para ayudarlos. Saber que no estaban enterados de la verdadera persona que era el me dolía mucho más.

Era inevitable no verlo con otros ojos quizás era miedo o rabia la verdad no podía definir cómo me sentía por su presencia en esta casa.

Al bajar las escaleras volteo a ver hacia todos lados para encontrarme esa persona cruel y sin sentimientos pero no se encontraba en ninguna parte del comedor.

Cristhofer nota mi mirada—¿ha quién buscas hermanita?—no sabía que responder estaba un poco anonada ¿tendría que decirle la verdad? Oh simplemente miento sobre lo sucedido.

—ha.... ¡Nadie! Solo quería saber que la familia estuviera completa para el desayunó—y si.. esa fue la respuesta más estupida que haya dicho en mi vida.

El asiente un poco dudoso y creo que se creyó el cuento.

—Aún no está completa falto yo—esa voz me erizó mi piel haciendo que esas palabras de nuevo cobraran vida.

Aquí tienes tu segunda oportunidad..

El sonido hizo eco de nuevo en mis oído.

—¿Estas bien?—pregunta Marcos con cara de preocupación.

—¡Si! Estoy bien y por favor espacio personal aléjate un poco de mi—Digo esperando que se alejará pero no lo hizo.

—¡Alana así no trates a tu tío!—dice mi madre un poco molesta. —¡Discúlpate!—arroja.

Por un segundo pensé en no hacerlo pero después tendría que escuchar a mi madre regañarme por eso y la verdad no quería. —lo siento tío Marcos—esas palabras salieron de mi boca tan hipócritas.

—no te preocupes vamos a desayunar— me indica el asiento.

Sin decir ni una sola palabra solo tomo lo que pueda comer más rápido para poder irme a mi habitación, tomo un pan rebanado y comienzo ajuntarle un poco de mermelada para llevarlo a mi boca.

—Alana después que desayunes te vestirás para ir a clases—

Esas palabras hicieron que me atragantara con la comida, tosí varias veces para poder pasar el pedazo de pan.

—¡no puedo comenzar aún clases! No estoy preparada—solté.

—has perdido muchas clases y no permitiré tu comportamiento inadecuado en esta familia, así que sube a tu recámara y alístate— esas palabras me enojaba un poco ¿no permitiré tu comportamiento inadecuado? ¿Quien es ella y que le hizo a mi madre?.

Me levanto de la silla y voy directo a mi habitación.

Después de bañarme mi mamá me llevo a la preparatoria insiste que no quería ir pero mis palabras fueron en vano.

—Toma asiento espérame aquí—dice entrando a la dirección.

Al pasar un rato puedo ver salir a mi madre con la directora.

—¡Bienvenida Alana! Al doblar el pasillo la puerta número 114 será tu salón ¡Suerte!— sin más nada que decir me encamine hacia ese salón dejando atrás a mi mamá.

Las personas me observan murmurando entre sí ¿y a esta gente que le pasa? La caminata cada ves se hacía más larga y mi cuerpo comenzaba a sudar ¿Me encontraba nerviosa?

Al abrir la manilla me quede parada todas las personas del salón me observan como si fuera la mismísima virgen adorada o algo parecido. —¿Y tú eres...? Dice el señor esperando una respuesta pero no hallaba mi voz para hablar me encontraba congelada.

—Ella se llama Phineas profesor— Dice Jimena creando que todos comenzaran a reír.

—Ella se llama Alana profesor y no hace mucho tuvo un accidente— Dice Dani sacándome de mi estado.

—Ah ya recordé toma asiento—indica el profesor.

Dani me toma de la mano para guiarme a mi asiento —¿estás bien?—pregunta.

—¡Si! Estoy bien, solo quiero saber por que me miran de esa forma—susurró.

Lucas me da una sonrisa —No es por nada me alegra que hayas vuelto—Comenta.

—¡Por favor! Quiero saber—insistí.

Dani toma una bocanada antes de hablar —esta bien pero júranos que no harás una locura.

—lo prometo—aunque no podía evitar hacer locuras.

—Ellos dicen que de seguro fue un nuevo invento tuyo para llamar la atención—

—¿¡Que!? ¿Todos los saben?..

—¿Algo que quieran compartir señoritas?—dijo el profesor.

—No profesor todo está bien—respondió Lucas.

Después de eso toda la clase fue aburrida, la gente me hacía preguntas absurdas y extrañas ¿Es cierto que no sentías nada? ¿esta ves no te resulto el plan Phineas? ¿recuerdas todo? Y cosas así..

lo único interesante fue llegar a mi casa tomar una ducha y colocarme a escuchar música a esperar que entrara la noche..

¿Que descubriremos esta noche?

Aún quería saber más sobre ese hombre...

Más Allá De VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora