02 Mi último día.

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Después de lo que pasó no tenía vida, no quería salir. Me usaron como trapo que no valía nada.

Me he preguntado muchas veces ¿De verdad no significo nada?

Debo de decir que he planificado mi suicidio varía veces.

Ya estoy cansada de vivir. Vivir lo mismo día a día, que nada cambia.

Tomé el celular y marqué el número de Miranda.

—¿Bueno?—contestó mi amiga en la otra línea.

—Hola Miranda, ¿cómo estás?—Pregunto.

—¡Hola amiga bien! ¿Súper y tú?—Responde enérgica como siempre.

—Digamos que bien—digo alzando los hombros. Me sentía cansada.

—¿Y eso por qué? ¿Te pasa algo?—Pregunta atemorizada.

—Ya sabes por lo de mi mamá y mis hermanos—Mi voz se quiebra al decirlo.

—Sé que es difícil Alana, pero podemos salir de esta como las otras, te lo prometo—Dice con su vos tan suave.

Creó que de esta no saldré digo para mi misma.

Me quedo en silencio.

–¿Te gustaría ir a comer helados o ver películas?—La idea me encantaba, pero no estaba muy bien económicamente.

—¿Y si mejor nos vemos en un parque? Es que no tengo dinero, ya sabes que mi madre se lo gasto—

—No te preocupes Alana, yo pago todo, por eso no hay problema. ¿Entonces?—Dice esperando mi respuesta.

—Está bien, ¿dónde nos vemos?—Pregunto.

—¿Te parece si vemos una película?—Dice.

—Está bien, pero yo la elijo, ¿ok?—digo.

—bueno, tú ganas, nos vemos a las 2:30 pm. ¡Adiós! Te quiero—

Cuelgo la llamada y colocó el celular arriba de mi cama.

《no puedo creer que hoy será mi último día.》

Me dirigió hacia la habitación de mi madre. Apesta a puro alcohol, ella se encuentra en el suelo con una botella.

Me pongo a su altura y se la quito de golpe.

—Mamá ya no puedes seguir tomando— Trato que preste toda la atención posible.

—Si yo hubiera hecho algo, él estaría vivo—Dice arrastrando las palabras.

—Mamá, eso no fue tu culpa. Ven, vamos a descansar—Actuó levantándola del suelo.

La acomodo en la cama y le coloco una cobija, me siento al lado de ella mientras que le suavizó la cabeza a expensas de que se duerma.

Cuando se queda rendida me levanto de la cama y le doy un beso en la frente —Te quiero mamá, algún día nos volveremos a ver—

Salgo de la habitación y veo que ya son las 1:41 pm, voy directo para mi cuarto a bañarme y alistarme.

Después de darme una ducha, me colocó la ropa que elegí. Un jean un poco roto por la parte, le la rodilla y una camisa manga larga.

Cuando ya me siento medio satisfecha con mi atuendo, tomo la llave para poder dirigirme a la parada de autobuses.

Salgo de la casa, y gracias a todos los ángeles llegando a la parada había llegado el bus de la hora

Me encuentro ya esperando a Miranda en el cine en las afueras.

Cuando aparece en mi campo de visión le extiendo las manos para un abrazo, y es que me pongo muy feliz cuando la veo.

Más Allá De VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora