QUE SERÁ DE MI

CAPITULO 17 POR TI

NARRA NATALIA

Después de actuar los alumnos tocaba dar paso al gran número, Marilia, África y yo no nos queríamos perder aquello, en primera fila volvíamos a ver a nuestra hermana pequeña actuar.

Nos mirábamos las tres orgullosas de nuestra hermana pequeña. Cuando la actuación finalizo la gente aplaudía en pie.

África: Lo ha bordado ¿eh?

Marilia: A sido una pasada

Natalia: Tenemos que felicitarla como se merece, hacer una fiesta o algo.

África: Nos vamos a tomarnos algo ahora después.

Natalia: Guay.

Marilia: Me parece genial.

NARRA JULIA

Agarradas de la mano entramos en aquella terraza está ubicada en plena Gran Vía, nunca antes había venido y me encanto, nos pusieron en una buena mesa.

Sabela: ¿Te gusta?

Julia: Si, la verdad es que es súper bonita, gracias.

Sabela: Ya nos merecíamos una noche así, ¿no crees?

Julia: Si.

Sabela: ¿Miramos la carta?

Julia: Por supuesto amor.

NARRA MARTA

Estaba muy feliz, la actuación había salido espectacular me habían aplaudido bastante y mis amigas estaban apoyándome a tope. Aunque no tenía muchas ganas de celebrarlo.

Marta: Porque no lo dejamos para otro día.

África: Venga Marta, que ha salido todo genial, además hoy esta Damion de niñero déjame disfrutar un poco de mi libertad.

Marilia: Venga, un par de copas unos bailes y para casa.

Natalia: Anímate, Martita.

Al final me convencieron y fuimos al garito que África siempre va, y allí descubrí que la camarera es la nueva novia de María.

Marta: ¿Enserio? ¿Por qué aquí?

África: Porque aquí tenemos cerveza gratis, vamos a entrar.

El lugar estaba genial, música en directo, y una zona que nos llevó Afri muy tranquila, cada vez que venía aquella chica con esa sonrisa me jodia por dentro porque encima muy a mi pesar era muy maja.

Marilia: ¿Cómo lo estará llevando Mari con el peque?

Natalia: Pues espero que este durmiendo ya.

África: ¿Y Julia y Sabela?

Natalia: De esas espero que lo estén solucionando porque si no nos quedamos sin boda.

EN EL RESTAURANTE

NARRA JULIA

La noche fue agradable, volví a ver aquella chica algo tímida y torpe, porque me volvió a tirar sin querer una copa, mientras bailábamos se le cayó un poco sobre mi chaqueta.