CAPITULO 8 ENTRE SORPRESAS

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NARRA MARTA

Hoy es el día, un día especial, me encantaría coger mi móvil y mandar un mensaje, pero no puedo, tengo que evitarla, cuando le mande aquella carta sabía que la estaba cagando de algún modo, conocía a María, sabía que no había vuelta atrás y que nuestra amistad también desaparecería, porque ella es así, es todo o nada.

Hoy me levante con nostalgia, pero animada, y con pocos dolores, debe ser que la medicación que el doctor Castro me dio está dando resultado.

Belén me mando un par de mensajes a noche, es muy buena chica, y no todo el mundo se preocupa así por alguien a que acaba de conocer, eso dice mucho de ella.

También he pensado mucho y aunque me doliera muchísimo que las chicas también cortaran la unión y se decidieran apoyar a María cuando paso todo, no soy yo persona de ser rencorosa así que ahora lo que menos necesito es alejar a las personas que más me apoya con esto de mi enfermedad, así que les escribí a las tres para pedirles perdón, por mi comportamiento de estos días.

PISO DE SABELA Y JULIA

PISO DE SABELA Y JULIA

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NARRA JULIA

Cuando abrí aquel mensaje y era de Marta sonreí, por fin había entrado un poquito en razón, ahora más que nunca voy a estar junto a ella.

Sabela: ¡Buenos días!

Julia: Hola, ¡Buenos días!

Sabela: ¿Qué lees?

Julia: Un mensaje, ¿Qué tal a noche?

Sabela: ¿A noche? Bien, ¿Por qué lo dices?

Julia: Porque estuviste trabajando hasta tarde.

Sabela: Ah, sí, pero apenas conseguí nada, creo que preparare algo con algunos alumnos.

Julia: Bueno seguro que hagas estará perfecto.

Sabela: Ojalá, me juego mucho con esto.

El timbre que sonó nos hizo quedarnos calladas.

Julia: ¿Esperas alguien?

Sabela: No.

Fui abrir y para mi sorpresa allí estaba Isabel, la madre de Carlos.

Isabel: Hola Julia

Julia: Isabel, ¿Qué haces por Madrid?

Isabel: ¿Puedo pasar?

Julia: Claro, perdona, estábamos en la cocina.

Caminamos hasta la cocina.

Isabela: Hola.

Sabela: Hola, ¿Qué tal?

Isabel: Bien.

Julia: ¿Quieres tomar un café?

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