CAPITULO 24 CUANTAS VECES

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NARRA MARILIA

Estaba cerrando la agencia, y me fui caminando por la calle, algo me decía que había alguien siguiéndome, no quise mirar y cada vez iba más rápido, la calle estaba desierta, no había nadie, pero intente correr para meterme en una cafetería o tienda, hasta que estaba a punto de entrar a un bar y alguien me toco el hombro.

Marilia: ¡No me hagas nada!

Joan: ¡Ey! ¿Te ha asustado?

Marilia: ¿Eras tú?

Joan: Si, perdona, es que te vi e ibas rápido.

Marilia: ¿Qué haces aquí?

Joan: Quería hablar contigo.

Marilia: Justo hoy, querías hablar justo hoy.

Joan: Yo también estoy mal.

Marilia: Joan no lo pongas tan difícil.

Joan: Por favor, escúchame, hablemos, ¿creo que me merezco explicarme?

Marilia: Vamos aquí dentro.

Joan: Vale.

Entramos al interior de la cafetería

NARRA NATALIA

Estábamos de salir del hospital cuando llego María.

María: ¿Os vais?

Alba: Si, llevo todo el día.

María: ¿Entonces está mucho mejor?

Natalia: Si aparecer, esta señorita de aquí y Julia la estimularon muy bien.

María: ¿Se acuerda de nosotras?

Alba: Le hablamos un poquito, hizo algún que otro movimiento.

María: ¿Puedo pasar a verla?

Natalia: Esta su madre, así que yo creo que sí.

María: Vale, nos vemos.

Alba: Chao cariño.

Natalia: Mari, con tacto, que nos conocemos.

María: Si, tranquila.

Nos fuimos camino del coche, y allí rota vimos a una Julia.

Alba: ¿Julia?

Julia: Hola.

Natalia: ¿Qué haces aquí?

Alba: ¿Qué ha pasado?

Julia: Se lo conté.

Automáticamente Alba la abrazo y yo no me estaba entendiendo de nada, nos subimos en el coche porque hacia algo de frio, en el coche tan poco quería interrumpir, iban charlando las dos. Pero lo que estaba escuchando no me gustaba nada.

Llegamos a casa, Alba fue hacia la cocina a preparar un té, y Julia se quedó en el sofá. Y aproveche.

Natalia: ¿Enserio?

Alba: Natalia, no me vengas con esas, la pobre está fatal.

Natalia: ¿Es verdad que se besó con Gonzalo?

Alba: Si.

Natalia: ¿Y Sabela? También tiene que estar rota por algún sitio.

Alba: Pues ahí está la puerta búscala.

QUE SERÁ DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora