Destinados Hasta La muerte• Hankisa•Adaptacion•Terminada

3

—Ven conmigo.
Hanma, quería quejarse y decir que  NO, no soportaba ver al amor de su vida ser cariñoso con Manjiro Sano.

Desde que se habían vuelto novios días atrás los menores parecían algodón de azúcar, empalagosos y terriblemente dulces, Hanma odiaba eso con todas sus jodidas fuerzas.

—Es sólo un ensayo, nunca te pido nada Hanma, acompáñame a ver a mi novio ensayar un rato, si voy yo solo me aburriré, pero si tú vas conmigo podré distraerme un poco. Vamos, ¿joder que te cuesta?

Hanma arrugó el entrecejo —vas a tener que invitarme una comida luego de esto y ser mi esclavo, no puedo estar detrás de tí siempre.

El alfa mayor tomo su mochila y siguió al rubio hasta el Club de teatroa unos pasillos lejos de su salón de clases. Realmente era lo suficientemente flojo para subir las escaleras para llegar al salón de prácticas de danza.

Cuando llegaron fueron recibidos por un muy alegre Mikey, que corrió a abrazar  Draken para molestia de Hanma.

—¡Voy a tener mi solo! — Gritó feliz Mikey y abrazó a Draken con todas sus fuerzas.

—¡Eso es genial! — felicitó Draken como si fuera su propio logro —siempre supe que lo lograrías mi amor.

—La verdad yo dudé hasta el último minuto, ya sabes Kisaki Tetta siempre ha sido el mejor pero esta vez falló y bueno, tengo mi solo— el rubio sonrió feliz.

—Pues muchas felicidades Mikey— felicito Hanma restándole importancia a la felicidad del omega.

Caminaron dentro del club para tomar asiento y ver las prácticas cuando un chico pasó a su lado golpeando por el hombro a Mikey.

—¡Ey!, ¡Kisaki tetta! — Mikey le gritó, pero el otro joven no respondió y siguió su camino.

—¿Qué le pasa a este chico?— Draken reprochó —es muy rencoroso, seguramente no sabe perder— se quejó, luego empezó a sobar suavemente el hombro de Mikey.

—No digas eso, no ha tenido un buen día— mencionó Mikey tímidamente.

Ninguno se dio cuenta cuando Hanma había desaparecido.

.-.

—¡Maldición! — gritó Kisaki golpeando la puerta del baño con su puño derecho a su vez desgarrándose la garganta, su mente frustrada y su cuerpo terriblemente caliente y bochornoso.

—Oye chico ¿estas bien? — la voz del tipo fuera del cubículo del baño lo asustó, sentía que debía ponerse alerta y sin embargo el olor a Alfa lo hizo caer de culo en la taza, lo mareo y su cabeza empezó a dar vueltas. Significaba que estaba jodido.

Maldito sea su celo, había arruinado sus posibilidades de tener un solo de baile y ahora lo hacía enloquecer por el olor a alfa.