Destinados Hasta La muerte• Hankisa•Adaptacion•Terminada

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Kisaki lo confirmó el mismo día que le dio una oportunidad a Hanma, el grandote besaba de puta madre.

El menor dejaba escapar pequeños jadeos mientras Hanma lo besaba y acunaba sus nalgas entre sus manos.

Podía morir asfixiado si eso significaba besar unos segundos más los delgados labios del mayor. Hanma era un experto en excitarlo sólo con un beso.

Ya había pasado más de un mes y no terminaba de acostumbrarse a lo maravilloso que se sentía estar con Hanma.

No sabía si era sólo por su lobo o también estaban sus sentimientos en juego. Él y él lobo eran uno, pero kisaki no lo sentía así, nunca sintió a su lobo tan unido a él, era como si fueran dos entes separados.

El lobo y él, él y el lobo.

Sin embargo, había momentos en el que el lobo tomaba control de su cuerpo y se entregaba a Hanma o a su lobo, no lo sabía exactamente porque a veces no podía recordar cómo es que había terminado teniendo sexo con el mayor.

Ese momento era diferente, sólo estaban él y Hanma y deseaba que su lobo no apareciera porque quería disfrutar del mayor por completo.

Kisaki no podía asegurar un futuro a lado de Hanma, a pesar de ser aparentemente personas destinadas y dejando de lado el buen sexo, no congeniaban en nada, eran muy diferentes, el alfa era aburrido en muchos sentidos, no bailaba, no tomaba, no se divertía, era frío y amargado comparada a la actitud de kisaki que era prácticamente como un sol.

Cuando Hanma se corrió procuró no hacerlo dentro, siempre era muy cuidadoso en ese sentido, aunque ninguno de los dos tenía en sus planes un bebe, kisaki tenía ese sentimiento de vacío además el mayor aún no lo había marcado así que un embarazo sería muy poco probable.

—¿No vas a quedarte a dormir? — preguntó kisaki al ver a Hanma tomando su ropa del suelo.

—Le prometí a Draken ver una película esta noche. No puedo quedarme.

De nuevo Draken.

Siempre era lo mismo con Hanma, Draken pedía algo y el mayor actuaba como un perro fiel, siempre atento a su llamado, siempre detrás de él, siempre procurando.

Era desesperante para kisaki.