Guardián Vinculado ante la Luna

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La recién vinculada pareja no pasó demasiado tiempo separada las siguientes cuarenta y ocho horas, el deseo de profesar su amor a través de caricias tiernas y feroces embistes, era más fuerte que cualquier otra necesidad, incluso la de alimento o sueño, pero el Guardián consciente de que debía alimentar como era debido a su compañera, la obligó a bajar al comedor ya que no habían salido de su habitación.

La joven colocó algo de música para acompañar la cena en el celular.

Fenrir: Veo que has encontrado la aplicación de los videos.

Lorna: Sí, es increíble, he encontrado de todo ahí.

Fenrir: Ya no está el hijo de puta de Frederick no tienes que poner música clásica.

Lorna: No la escucho porque tenga que hacerlo, me gusta en verdad, esa es una canción de rock pero con orquesta. (El macho prestó atención a las notas musicales, no podía negar que se oía bien, reconoció la canción, era Kashimir de Led Zeppelin).

Fenrir: ¿Cómo es que te convenció con tan solo tres años de vivir con él? Pon rock de verdad cachorrita busca Dream On de Aerosmith.

Hablaron sobre música durante la cena, e irremediablemente la hembra terminó sentada sobre el regazo de su compañero.

Lorna: Detente, van a vernos, vayamos a la habitación. (Fenrir gruñó, quería tenerla ahí y es ahí donde la poseería).

Fenrir: ¡¡Norbert!! (El fiel mayordomo estuvo a su lado en un segundo). No quiero que nadie del personal salga de la cocina o sus habitaciones las siguientes veinticuatro horas. (El Dienner no respondió afirmativamente como su amo esperaba). ¿Qué? (Bramó desesperado por arrancarle la ropa a su hembra).

Norbert: Pero, la limpieza amo, ¿qué haremos ese tiempo?

Fenrir: Mierda Norbert, pueden-pueden entretenerse en el tercer piso con el gimnasio, pero no los quiero ver en ningún otro lugar, ¿entendido?

El mayordomo se retiró algo inconforme con la orden de su amo, el gimnasio sin duda quedaría reluciente. Se llevó con él los platos vacíos, para que los amantes dieran rienda suelta a su pasión.

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La diosa nocturna espiaba a la pareja por la ventana, la hembra dormía plácidamente bajo el brazo del protector Guardián, pero el ruido de un lejano motor lo despertó, aspiró profundamente y se encontró con el inconfundible aroma de un vampiro, un vampiro que no creyó vería tan pronto.

Se levantó con cuidado de no despertar a su compañera, pero esta alcanzó a abrir los ojos adormilada.

Fenrir: Sigue durmiendo cachorrita, ya regreso.

La mestiza unió los párpados arropada cálidamente por su amante, el Guardián se enfundó unos jeans, una punzada le atravesó el costado amoratado al agacharse, si bien su recuperación era rápida, necesitaba algo de reposo para que esas costillas soldaran y su hambre sexual no le había dado ese respiro.

Esperó a que la camioneta se acercara y una vez estacionada frente al castillo, bajó las escaleras.

Norbert ya le había permitido el acceso, aunque el mayordomo no lo había visto siendo adulto, sabía quién era debido al gran parecido con el vampiro fallecido.

Norbert: Bienvenido amo. (Se sorprendió por la agradable recepción, estaba seguro que no aguardaban su llegada).

Cedric: Gracias, ¿podrías hacerte cargo de mis maletas? (Al levantar la mirada se encontró con el enorme macho bajando las escaleras con semblante duro, seguramente no le era grato su arribo). Me encuentro seriamente afligido, no recibí la invitación a la fiesta. (El licántropo se acercó sin una pizca de gracia en el rostro por el sarcasmo del vampiro). Huele a cenizas de licántropo, claramente hubo una buena pelea, (señaló con la mirada el torso del macho) y aquí hubo sexo por todo el maldito castillo, sin duda me he perdido la diversión, afortunadamente ya estoy aquí y tengo el número de varias amigas a las que les encantará conocer el maldito lugar.

Fenrir: No invitarás a nadie.

Cedric: Se acabó tu reinado bola de pelos, el lugar es mío.

Fenrir: No hasta que firmes los documentos que lo legalizan, mientras tanto, tus cortesanas no son bien recibidas. (No permitiría que mujerzuelas compartieran el mismo espacio que su hembra).

Cedric: Solo la tu... (Arremetió molesto pero la bella figura de la mestiza apagó su ira, era hermosa, condenadamente hermosa, de finas facciones y largas ondas doradas sobre sus hombros. El licántropo expuso los dientes gruñendo al ver que el vampiro posaba la sucia mirada en su compañera. Ella se acercó ignorando la descortesía del Guardián).

Lorna: Tú debes ser Cedric, ¡bienvenido!

Extendió su mano, el vampiro besó el dorso con una ligera reverencia ante la dama.

¡Estúpidos vampiros y sus ridiculeces de mierda! Y el muy imbécil negaba ser hijo de su Sir, ambos hacían la misma estupidez frente a una hembra hermosa.

Cedric: El placer es todo mío bella donna. (El gruñido del licántropo reverberó en el lugar, provocando el carmín en las mejillas de la hembra, el instinto de posesión de su macho era palpable, endemoniadamente irracional y más irracional aún, que le encantara sentirlo).

Fenrir: ¡Espérame en la habitación! (Ordenó a su amada, conteniéndose para no arrancarla de la presencia del hijo de puta que se sentía don juan. La mestiza pese a que le gustaba ese sentido de posesión del macho, le dedicó una mirada de pocos amigos, advirtiéndole con eso que ya hablarían al respecto).

Cedric: Enfunda los colmillos, está cubierta por tu marca y pese a lo que puedas creer, respeto a las hembras de otros.

Fenrir: Tendrás que hacerlo si quieres conservar la cabeza en su lugar y me refiero a ambas cabezas. (El vampiro sabía que el licántropo no estaba jugando, los machos de ambas especies eran sumamente protectores y recelosos de sus compañeras, lo cual era estúpido, ¿por qué demonios habría de jugarse la vida por una hembra vinculada?, habiendo miles libres y dispuestas a estar con él.

Cedric: Bueno, una vez que me has dado tan calurosa bienvenida a MÍ castillo, ¿dónde demonios está la cantina?, me urge un trago. (El licántropo lo llevó al despacho de su Sir, donde el vampiro se sirvió una copa de vino).

Fenrir: La última vez estabas muy decidido a no aceptar la herencia de tu padre ¿qué demonios te hizo cambiar de opinión?

Cedric: No sigas llamándolo mi padre, no se ganó ese derecho. (Gruñó entre dientes, odiaba llevar la sangre del malnacido).

Fenrir: Como sea, ¿cómo es que estás aquí?

Cedric: Le debes mi grata presencia al maldito Gran Consejo.

El licántropo cayó en cuenta, ese grupo no iba a permitir que el número de familias que lo conforman se redujera, eso los haría ver débiles, mucho menos si aún vivía un macho con el apellido Erskine y ellos no eran la clase de sujetos que pedían las cosas, debieron obligarlo a tomar su lugar, tanto como heredero de la fortuna, como parte del Consejo, lo que ahora lo hacía uno de los vampiros más adinerados del grupo, pero también el más joven y por lo tanto estúpido y débil, esos miserables eran astutos, seguramente creían que lo podían manejar, pero no tanto como el más grande hijo de puta que había conocido.

El macho soltó una sonora carcajada y abriendo una botella de whisky, bajó la mirada y extendió su bebida.

Fenrir: ¡Salud por esa, grandísimo cabrón!

El vampiro no comprendió laestúpida felicidad repentina de la bola de pelos, pero no se lo explicaría, yaodiaba suficiente a su padre, el milenario vampiro había planeado todometódicamente, "siempre hay una mentebrillante, tras la falacia del llamado destino" era una de las muchasfrases que había aprendido de su Sire.