Fenrir: ¿A dónde vas?
Lorna: Bajaré por un libro, Frederick siempre me dijo que debía leer Romeo y Julieta de Shakespeare, pero como todo el mundo se sabe el final, me resistía a hacerlo.
Fenrir: Yo te lo traeré. (Su compañero era sumamente encantador con ella, pero ese gesto no era por amabilidad, sus celos eran los que lo movían, Cedric se encontraba en el despacho dentro de aquella gran biblioteca, ambos lo sabían, podían olerlo).
Lorna: ¿No crees que estás exagerando?
Fenrir: ¡No!, no te quiero cerca de él.
Lorna: ¿No confías en mí?
Fenrir: Por supuesto que sí.
Lorna: ¿Crees que me podría hacer daño?
Fenrir: Si tan solo lo pensara, lo sabría y le arrancaría la cabeza, no te tendría viviendo bajo el mismo techo si creyera algo así.
Lorna: ¿Entonces? ¿Cuál es la lógica? (El macho se quedó sin nada inteligente qué responder a eso, pero eso no lo haría cambiar de parecer).
Fenrir: No tiene y no me importa qué tan salvaje te pueda parecer, no me gusta que mi hembra esté a solas ni con él ni con ningún otro macho.
El arrebato en lugar de molestarla le pareció por demás encantador. No le permitió responder, simplemente salió de la habitación con tan solo unos jeans y una camisa de cuadros abierta.
El licántropo entró al despacho sin tocar la puerta, como de costumbre, importándole una mierda la mala cara con que lo recibía el vampiro.
Cedric: ¿No tienes ropa decente? ¿O simplemente es mal gusto?, puedo extenderte un cheque si es por falta de dinero, las cuentas bancarias ya están a mi nombre. (Tras tres días de su llegada, solo quedaba arreglar los documentos de algunas propiedades, entre ellas, el castillo, el licántropo lamentaba tener que marcharse del lugar, si bien había sido un nómada junto a su Sire, aquel castillo era al que siempre regresaban y guardaba cientos de recuerdos, tantos, como secretos).
Fenrir: ¡Vete a la mierda! (Se acercó al gran librero que poseía las novelas clásicas, al encontrar la de su amada en una edición elegante de tapa dura color marfil y letras sangrantes, lo extrajo para salir del lugar).
Cedric: ¿Romeo y Julieta? ¿En serio?, me parecías más del tipo de Stephen King.
Fenrir: No es para mí. (Arremetió defendiendo su hombría, claramente debía verse ridículo con aquella novela entre las manos, la cual por supuesto su Sir lo había obligado a leer).
Cedric: Escuché de un burdel al otro lado del bosque, manejado por una vampiresa, ¿hay buenas hembras?
Fenrir: ¿Puedes desmaterializarte? (Preguntó extrañado, esa era una habilidad que requería al menos más de quinientos años aprender).
Cedric: No.
Fenrir: Entonces comienza a manejar, son muchos kilómetros de distancia.
Cedric: Tomaré eso como un sí.
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El elegante perfume del vampiro fue suficiente para que la Madame saliera de su oficina a darle la bienvenida al nuevo macho de la zona. No necesitó presentarse, sus facciones, la mirada astuta y el buen gusto al vestir lo hacían por él.
Kardeli: No tenía idea de que Frederick tuviese un hijo, (detestaba que los relacionaran, que siquiera le nombraran al malnacido, pero disimuló su molestia, no podía andar maldiciendo al bastardo, mucho menos ahora que había aceptado su herencia, sería hipócrita, pero ¡mierda! No había tenido alternativa, el Gran Consejo fue tajante con la "cordial invitación" a sus filas). Bienvenido a mi burdel.
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Guardián Vinculado ante la Luna
Hombres Lobo"Sinopsis" El imponente Fenrir McFarlan, se ve obligado a regresar al norte de Escocia a pesar de no haber cumplido con la última misión encomendada por su Sir Frederick Erskine, un milenario vampiro. Pero la desgracia que encuentra a su arribo al c...