~📔 𝑺𝒑𝒆𝒍𝒍 𝑩𝒐𝒐𝒌 📔~

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✩✫𝕊𝕥𝕒𝕣𝕤 𝕛𝕦𝕤𝕥 𝕗𝕠𝕣 𝕪𝕠𝕦✫✩

Aquel azabache miraba fijamente el firmamento oscuro, sus interminables lucecitas le llamaban la atención. Hacía tanto tiempo desde que subía para recibir la brisa nocturna, además de vigilar que ese peli castaño no estuvieran deambulando por los alrededores del edificio.

- Te encontré - la chica oji verde amenazaba con destruir la serenidad del contrario.

- ¿Qué haces despierta a tales horas? - se escucho la risita de la oji verde.

- ¿Esa sería mi pregunta? - se aproximaba al azabache.

- Veía las estrellas; lo hago seguido - bajo la mirada.

- Na, na, a mi no me engañas. ¡Venga, cuenta! - el azabache se sentó en el suelo, abrazo sus piernas.

- Miguel...no creo que haya venido a los dormitorios...- Daniela encontro el punto.

- Uh?, Tal vez se quedo con Andrés en algún lado, ya sabes esos dos, el duo desastroso - sentó al lado.

- Confío en Andrés - Javier conocía a todos los que la escuela, sus personalidades, sus horarios, sus pensamientos..se había molestado en estudiar los, a cada uno de ellos con detenimiento. Andrés no le parecía mala persona, era lo más conveniente para alguien como Miguel.

- No le habrá pasado nada malo, de seguro, no nos permiten salir fuera de la escuela o los dormitorios.

- Como decirlo..tengo un mal presentimiento - Daniela sobresalto, cuando se trataba de un mal presentimiento y para ser el colmó, ¡De Javier!.

- Ehh, ¿Y si los vamos a buscar?, Digo..para verificar..jeje - ella sabía que los presagios de Javier nunca se equivocaban.

- No - escondió su cabeza entre sus piernas.

- ¿Y eso?, No eres de semejantes actos, peor cuando se trata de Miguel o un ser querido - Daniela se preguntaba si aquel chico se encontraba bien.

- Estarán bien, créeme..- Javier no iría a ninguna parte, estaba dispuesto a darle un escarmiento. Los últimos problemas le condenaron a demasiado trabajo; estaba echo polvo.

- ¿Vale?.

Se quedaron en silencio, a ambos jóvenes les encantaba quedarse mudos, sin importar lo que pasara más allá de sus ojos.

Daniela conocía a Javier desde los pañales, se trataban como hermanos, hermanos los quienes se confrontarían a cualquier problema, juntos. Sin embargo Javier tenía otros planes. Su madre no quería que se viera con ella, según la madre "no era la persona correcta para su futuro", el merecía gente de su alcance.

Javier no tuvo una buena infancia, lo cual le provocó severos traumas, que llegaron a afectarles en su personalidad. Solo tenías que imaginarte uno para que tu vida se convirtiera en...un campo de plena sequía.

El tenía miedo, tenía esperanzas, tenía afanes...pero no se permitiría mostrar sus debilidades, no se permitiría un daño en el corazón.

Ese peli castaño... Miguel, fue el único que le hizo reflexionar sobre sus emociones e su personalidad. Le hizo ver entre lo dañino y lo bueno. Poco a poco Miguel se encontro en lo más preciado para Javier.

El azabache anhelaba que el fuera quien hiciera llover su campo en sequía, que lo llenara de miles de flores e colores. Quería todo con él.

- ¿¡Qué te pasa Javier?! - la chica no entendía porque Javier derramaba lágrimas.

A veces...tu campo necesita aguas.