Traidores a la corona [KookTae / YoonMin]

Capitulo 4: Boda

Por fin el tiempo requerido había pasado, el gran día había llegado, los cuatro reyes estaban ansiosos por la boda de sus hijos, en especial los Park, no podían dar créditos a que su plan haya funcionado de una manera tan simple, ahora estaban haciendo sus maletas, ya que justo después de la boda la dote más grande e importante se les sería entregada, con eso planeaban escapar, quizá al reino del norte, pero por separado, no se soportaban como para estar juntos sin razón,

En cambio en el reino del sur todo el mundo estaba eufórico, pues habían pasado décadas desde la ultima vez que dos familias reales se unían, durante años los príncipes o princesas se casaron con pueblerinos fértiles, descendientes de algunos nobles que escaparon de sus familias para no tener bodas arregladas, esto a su vez daba una mejor posición social a las familias de los pueblerinos, podían parar de ser campesinos a reyes, un gran salto en la escala social.

—Quita esa cara, Jimin, tu boda es en unas horas, deberías de estar feliz, recuerdo que siempre soñaste con este día, por fin tendrás poder sobre tus padres y tendrás la oportunidad de hacer cambios con tu pueblo —le decía un animado Taehyung mientras arreglaba su velo sonriendo.

—Lo lamento si no estoy rebosante de alegría, Tae, tal vez sea por el maldito corsé que no me deja respirar, los tacones que quieren hacer sangrar mis pies o quizá, solo quizá sea el hecho de que posiblemente también muera en unas horas, creo que a una persona normal eso le quitaría la felicidad —dijo con sarcasmo el Park, volteo a verlo y solo suspiró haciendo una mueca.

—No tienes que recordarme eso... Por ahora no pensemos en eso, por favor, todo va a estar bien, ¿sí?, yo voy a estar cerca siempre, incluso cuando vayas a la habitación con el principe, entonces si algo malo pasa solo debes gritar mi nombre y entraré para defenderte, no me importa si debo matar a alguien, haré lo que sea necesario para protegerte.

—¡No! —dijo exaltado Jimin con algo de miedo —No le hagas daño a Yoongi, por favor, es lo único que te pido, a él no lo lastimes —su frase termino en un susurro y miró al piso sintiendo un nudo en la garganta de solo pensar algo así, no podría vivir tranquilo sabiendo que una de las personas que mejor lo habían tratado estaba en peligro.

—Mmm ¿Él te gusta, verdad?, no te veía con esa expresión desde las ultimas veces que te decía que estaría en combate —dijo Kim, quien parecía querer sonreír, pero en lugar de eso solo logró darle una mirada triste.

—No... no lo sé... es confuso, a veces siento que podría estar enamorado de él por la forma en la que me habla me mira, mi corazón se acelera y me siento tan mal al saber que yo solo le miento en su cara, pero lo peor es que cada que comemos en mi habitación yo puedo sentir que podría ser algo mutuo, solo que él cree que soy una chica, a él le gusta la dulce y delicada princesa que pretendo ser, no yo, soy un hombre, Tae, me enseñaste a pelar y a razonar antes de actuar, pero él no me conoce así, no puedo ser yo mismo, no del todo —un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, estaba muy frustrado y triste, había estado a punto de confesarle a Yoongi toda esa farsa, pero cada vez que lo intentaba un nudo en su garganta se lo impedía, sin embargo en ese momento se abstuvo de llorar.

—Lamento que esto deba de ser así, Jimin, quizá en otra vida puedas vivir lo que en esta se te arrebató de las manos... Solo quiero que sepas que el amor no siempre es tragico, a veces si tienes suerte es correspondido y cuando eso sucede es lo más hermoso que puedes sentir, es algo calido, dulce y... —Kim se quedo callado cuando sintió que hablo de más, sin embargo ya era tarde, Jimin lo miraba con una ceja alzada y le sonreía con burla.

—Hablas como si realmente lo supieras... ¿Alguna vez te has enamorado, Tae?, ¿Sabes por experiencia propia lo qué es el amor? —en ese momento ya no pudo más, Taehyung estaba apunto de confesarle su relación con Jungkook, realmente quería que su principe tuviera la certeza de que el amor correspondido existía, pero una chica llegó avisando que ya les esperaban en el gran salón, lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia.