Sicarios

capítulo 1

Derek, era un alfa poco común, era un lobo solitario. Algo muy raro, porque en su naturaleza estaba la necesidad de una manada, el instinto de ser líder.
Vivía en una pequeña cabaña, en un extenso y peligroso bosque, no tenía lujos, solo lo necesario.
Y como todo en su vida era atípico, su trabajo también lo era, Derek era un sicario, uno muy preciso y confiable, y sin duda muy caro, entonces se preguntarán porque vive modestamente, sencillo la mitad del dinero lo guarda para su retiro y la otra mitad lo dona al orfanato donde se crío.
Derek fue abandonado con apenas unas horas de vida, la causa, había nacido con los ojos rojos. La manada y sus padres le dieron la espalda y lo abandonaron a su suerte.
Y a decir verdad Derek, tuvo suerte, lo encontró una beta, militar retirada, que ahora colaboraba en un orfanato, ella se encargó personalmente de la crianza del alfa, lo cuido, le dio amor y le enseño todo lo que sabía.
Cuando Derek cumplió dieciocho años,  abandono el orfanato en busca de su destino. Pero el mundo es terriblemente cruel con aquellos que son diferentes, y Derek lo sabía muy bien, el había sido castigado desde que nació por algo que no era su culpa, el no había elegido nacer así.
Una noche en un bar, termino involucrado en una pelea, captando la atención "adecuada", y le ofrecieron un trabajo para nada común, pero bien pago, y Derek que ya estaba cansado de ser rechazado acepto.
Tres meses después, había juntado lo suficiente para comprar una pequeña cabaña, y fue en busca de la beta que lo había criado, Thalía, ese era su nombre, y para Derek era todo lo bueno, era humanidad, esperanza, amor, ella era su hogar. Cuando llego al orfanato, se enteró que Thalía estaba en el hospital le habían diagnosticado cáncer, no había tratamiento, solo esperar y Derek espero junto a ella, sostuvo su mano cuando tuvo miedo, al igual que ella lo hizo cuando el alfa era un niño, también la cuido con mucho amor, y por primera vez en sus diecinueve años le mintió, le dijo que había conseguido un trabajo muy bueno, con personas que lo aceptaban y querían, Derek no se arrepiente de haberlo hecho, porque su madre murió sintiéndose orgullosa de él.

Después de diez años, Derek sigue llevando flores, cada semana, a la tumba de su madre, la única persona que fue capaz de amarlo.